(México) Comunicado anarquista para los que apoyan al Congreso Nacional Indigena

“¿De qué nos van a perdonar?
¿de haber llevado fusiles al combate
en lugar de arcos y flechas?
¿de haber aprendido a pelear antes de hacerlo?”

-Sub comandante insurgente Marcos-

Los anarquistas y otras individualidades libertarias, vemos en la representación electoral un fraude a los procesos de liberación individuales y colectivos de las personas: entrar a los mecanismos legales, públicos y simbólicos del ESTADO, es delegar nuestra libertad para que otros decidan por nosotros, lo que en términos prácticos se traduce a la renuncia voluntaria a nuestra capacidad de elección y acción, es decir, la renuncia voluntaria a ejercer nuestra libertad.

Ya sea que esté bajo el control de capitalistas, burócratas, indígenas u obreros, el ESTADO en sí es la antagonía a la libertad personal, ambiental y social de las personas ¿Por qué lo decimos? Porque éste en los hechos es la máxima organización de control, vigilancia, coerción y represión que la humanidad civilizada ha creado; por ello se nos hace absurdo que la candidata Marichuy del C.N.I (Congreso Nacional Indígena) esté adoptando los mecanismos legales, simbólicos y morales que el Estado legitima para ejercer el poder: al hacer eso se está legitimando al máximo verdugo de la libertad. Sabemos de sobra que no quieren llegar al poder, ni gobernar a la nación, ni que puedan ganar las elecciones, el problema que tenemos con su candidatura es algo más grave a nuestro parecer, nos referimos a la moral que Marichuy imprime a la población, aquella moral del Pastor y el rebaño, que es la moral de los voceros, líderes, sacerdotes, burócratas, profetas, empresarios y partidos que van guiando a la población con el argumento de representar la voluntad de las mayorías, negándoles así –a las personas y pueblos– la libertad de acción inmediata para conquistar su libertad, puesto que los representantes políticos son filtros, bloqueos, dosificadores,  que limitan y/o impiden la acción directa para que las personas y los pueblos se den a sí mismos la libertad y dar cuenta que para hacerlo no se necesitan intermediarios.

La lógica del que manda y obedece, del amo y sus fieles, del tirano y sus esclavos, del burgués y sus empleados, del vocero y sus partidarios.  Es la vieja canción de obedecer al que manda porque sabe, porque supuestamente conoce el camino correcto para todos en cualquier tiempo y lugar ¡Patrañas! Esa moral es en concreto, el pastor que guía a su ganado al matadero. Es absurdo creer y apoyar a líderes carismáticos que te prometen la liberación, puesto que la libertad y el bienestar nadie te la puede otorgar, uno mismo es quien debe procurárselas por medio del cuidado de sí, la solidaridad y apoyo mutuo que no requieren de grandes organizaciones, ni de partidos, mediadores simpáticos o proyectos de masas que requieran una gran organización donde la agentividad de los individuos sea reducida a una colectivización dogmática de un proyecto político.

No queremos ni vamos a aceptar ser gobernados por nada y nadie, combatiremos hasta la muerte toda forma y proyecto de gobierno, control y coacción; por ende ese eslogan de “Consejo de GOBIERNO indígena” nos causa repugnancia, puesto que sabemos que todo gobierno es fuerza y represión –como dirían los CRASS– o como bien lo señalaba y enunciaba P.J. Proudhon:

«Ser gobernado significa ser vigilado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, encasillado, adoctrinado, sermoneado, fiscalizado, estimado, apreciado, censurado, mandado. Ser gobernado significa ser anotado, registrado, empadronado, sellado, medido, evaluado, cotizado, patentado, licenciado, autorizado, apostillado, amonestado, contenido, reformado, enmendado, corregido, al realizar cualquier operación, cualquier transacción, cualquier movimiento. Significa, so pretexto de utilidad pública y en nombre del interés general; verse obligado a pagar contribuciones, ser inspeccionado, monopolizado, depredado, presionado; luego a la menor queja, reprimido, multado, vilipendiado, maltratado, desarmado, agarrotado, encarcelado, juzgado, condenado, deportado, y, para colmo, burlado, ridiculizado, ultrajado, deshonrado. ¡Eso es el gobierno, esa es su justicia y su moral!»  (1851)[i]

Vengan de quien vengan, rechazaremos siempre las propuestas de ser dirigidos y organizados por algún líder carismático o por voceros de voluntades populares que realmente sólo se representan a sí mismos y a sus lacayos sedientos de ejercer poder. No importa si quien pretende gobernar es mestizo, negro, blanco o indio, quien planea y realiza proyectos para gobernar, hace propuestas para controlar las voluntades ajenas a la suya, negando por ende la libertad intrínseca que tenemos no sólo los seres humanos, sino todo los seres vivos. La decisión de accionarnos DIRECTAMENTE por nuestras vidas, es anulada por aquel aparato moral y social que llamamos democracia, ya sea directa o representativa. De sobra sabemos que su campaña no la hacen por los votos (aunque sí lo hacen por el poder que la INE otorga por medio del Estado) y lo que buscan es un llamado a la organización, pero ese llamado es el mensaje del pastor hacia sus borregos, del amo hacia sus sirvientes.  Obedecer los dictados del C.N.I implica que la gente no sé esté organizando por sí misma, sino por los intereses de sus líderes y sus deseos de ejercer poder sobre la sociedad, es decir, de GOBERNAR; la gente simpatizante de  Marychuy se está organizando por la moral implícita de seguir al líder que promete esperanzas de liberación. Dicen que lo hacen por estrategia ¿Cuál estrategia? ¿La de defender por medio de los mecanismos del Estado al territorio mexicano del extractivismo neoliberal con el que se suponía que estaban en guerra? Cómo pretenden lograrlo cuando los mecanismos que ahora mismo realizan –pedir la INE para registrar a Marychuy en la boleta para las elecciones federales del 2018 por ejemplo– son mecanismos que pactan con los verdugos del Estado y la industria, que neutralizan los proyectos legítimos de autonomía y PACIFICAN LAS INSURRECCIONES que de verdad buscan acabar con cualquier forma de gobierno, incluyendo las formas de gobierno izquierdistas.

Leyendo múltiples comunicados, entrevistas y viendo infinidad de documentales del EZLN y el CNI, dimos cuenta que su estrategia es NACIONALISTA y por ende implícitamente pregonan los valores de la territorialidad nacional que equivale a sostener que hay que mantener una serie de fronteras territoriales que deben ser protegidas por un ejército y custodiadas desde el interior por la policía, es decir, un orden nacionalista encaminado a la vigilancia, el castigo, la coacción, el sufrimiento, la sumisión a una serie de leyes jurídicas que protegen los intereses de esa colectividad fanática, ortodoxa, orgullosamente racista que llamamos México. El mismo sub comandante Marcos dice que se dieron cuenta al momento de combatir al gobierno que no se enfrentaban al Estado, sino a un poder extra nacional que es el capitalismo global, entonces: ¿Es por eso que han entregado su lucha a los mecanismos del Estado para proteger a la nación mexicana de los grandes capitales, con la esperanza de que los aparatos burocráticos, policiales y militares limiten la invasión de capitales extranjeros? ¡Absurdo! El territorio, la naturaleza, los pueblos, las individualidades, saben y pueden defenderse sin mediadores y justo por los mediadores (Estado/líderes/burócratas) es que los bosques y comunidades están siendo arrasados, pues limitan la capacidad de acción, defensa y ataque contra las embestidas del proyecto industrial de civilización. Sabemos de sobra que enfrentar a la industria y al Estado conlleva enfrentar directamente a la policía, al ejército, paramilitares e inclusive a la misma sociedad civil, que ve en la destrucción de la naturaleza una forma de progreso, pero  sólo en el enfrentamiento directo con los verdugos de la Vida, es como realmente se defienden las cosas, y no por medio de mecanismos democráticos, legales y pacifistas. Los movimientos pacifistas y legalistas acaban siendo aplastados por el Estado a la hora de las disputas territoriales que suceden, por ejemplo cuando comunidades rurales se oponen a algún mega proyecto: hay detenidos, encarcelados, torturados y muertos, al cabo de unos años el mega proyecto se instala y todos los esfuerzos son inútiles, llega a pasar –y es el menos de los casos– que la legalidad del Estado falla en favor de las comunidades y suspende el mega proyecto, pero pasa igual, que dicho mega proyecto sigue abierto, latente, sólo postergando su implementación, esperando el momento en que la ley (los jueces) le otorgue mejores condiciones para su ejecución. Si se va a defender la tierra, los ríos, si se va a luchar contra la gentrificación, se hace de forma directa, sin mediaciones y sin posturas ridículas de pacifismos que sólo sirven para reproducir lógicas de victimización. Estamos hartos de todas esas organizaciones de derechos humanos que viven de bajar recursos del Estado para hacer documentales y registros de como las comunidades y las individualidades son brutalmente reprimidas, hartos de que medien las luchas, hartos de que metan demandas en supuesta defensa de los afectados por el Estado, demandas que nunca son cumplidas ¡Absurdo es que el mismo Estado se castigue a sí mismo!

Aquella paz pregonada por la legalidad es la paz del cementerio, por ello vemos en la lucha frontal contra la industrialización y el Estado, la única vía para defender nuestras vidas de la devastación que acontece todos los días. Devolver golpe por golpe, muerte por muerte a los verdugos es la única forma de ganarles a esos bastardos quita vidas ¡No queremos la paz, queremos la victoria! Sabemos que ustedes dicen que es imposible derrotar al Estado, pero pasa que es posible, cuantas veces las insurgencias acabaron con la dominación estatal, cuantas veces los proyectos libertarios triunfaron ¡Muchas, muchas veces! Pero pasó que, los izquierdistas que añoraban el viejo orden, devolvieron a la sociedad la organización Estatal y con ello el Gobierno y con el gobierno los mecanismos de control, vigilancia, castigo y sometimiento que impiden a todo ser vivo la libertad, nos referimos así, porque no sólo la libertad de nuestra especie importa, sino la de todas.

Ahora bien, antes de sentir desprecio –cosa que sabemos que ya sienten algunos–  por nosotros los anarquistas y nuestra indómita postura de combatir toda forma de control, gobierno o partido que sea tanto de derecha, centro o izquierda, recuerden que el movimiento anarquista fue el que provocó e inició la revolución mexicana –nunca descartando métodos violentos–, recuerden que Emiliano Zapata fue influido decisivamente por los anarquistas en su ideario revolucionario –a pesar de que los magonistas rechazaron en 1913 unir fuerzas con sus filas por considerar su lucha limitadamente regionalista y reformista-[1] , recuerden que la frase de Tierra y Libertad es una frase de origen anarquista, recuerden que la frase de para todos todo, para nosotros nada –que todo mundo piensa que es del Sub– es una frase de los hermanos Flores Magón, anarquistas que fueron encarcelados y muertos por jamás aceptar, pactar o negociar con el Estado. Es por eso, que desde un análisis histórico y actual de la situación, la estrategia del CNI se nos hace un desperdicio de energías, consideramos contraproducente la pacificación de las luchas que la candidatura de Marichuy está provocando, pues esa candidatura significa el pacto y negociación con los verdugos que administran el Estado, es decir, admitir y reconocer al gobierno en su función supuestamente legítima de Control, Vigilancia y Castigo sobre las personas. Es someterse a los calendarios institucionales de los que mandan y de los que obedecen ¿Por qué visualizar su lucha por medio de una candidatura que se da en los marcos de tiempo y espacio de las elecciones federales? ¿Para irrumpir en el poder Estatal? ¡Para nada! Sólo le hacen juego al Estado, sólo acaban por legitimar explícitamente  y acatar implícitamente las determinaciones y ordenes de los que gobiernan y administran esta masacre que se llama progreso, que se llama Estado e industria.

Ahora bien, tenemos otra cosa que decir –así es, más cosas– queremos cuestionar los estatutos que el EZLN tiene como carta de presentación y que muchos de sus seguidores han tomado acríticamente: Para empezar, desde el título de “Buen Gobierno” la cosa ya se pone bastante fea, porque no pueden haber buenos gobiernos, ya que –como se ha reiterado muchas veces ya– el gobierno es vigilancia, castigo, control, obediencia; respecto a eso de la obediencia, el primer punto de la carta de buen Gobierno del EZLN dice “Obedecer no mandar” esa lógica sólo favorece a los que justamente mandan en los gobiernos y partidos (¡Que astutos los líderes del EZLN y el CNI!)  Uno de los más grandes problemas de la humanidad ha sido y es la obediencia masiva; los grandes problemas de la humanidad se han dado justo por la obediencia y no por haber desobedecido. Respecto al segundo punto que dice “representar y no suplantar” ¿No  es acaso que la representación –en términos políticos– es suplantar al otro porque ese otro lo derogó obligada o voluntariamente su voluntad de acción? Representar políticamente como se dijo desde el principio de este texto, es negarle a las personas la capacidad de accionarse directamente por su libertad y destino ¿Acaso esta dinámica de representación política es una dinámica cómoda para las clases medias y altas que ven en el CNI y MORENA una esperanza de Cambio sin tener que mancharse sus ropas y manos? Respecto al cuarto punto que dice “Servir no servirse” Es justo una moral de esclavos, que beneficia a los que mandan en las grandes organizaciones políticas ya sean de centro, derecha o izquierda, es una lógica que ayuda los voceros/dirigentes/ líderes de los partidos como lo es el CNI. El quinto punto dice: “Bajar, no subir” otro valor de esclavos, de victimización y auto rebajamiento para que los sujetos que están arriba, lo estén eternamente ¡Para nosotros se trata ni de subir ni de bajar, sino de construir nuevos mundos horizontalmente (sin bajar ni subir políticamente), que por diferentes modos sean todos equitativos, sin auto rebajamiento político! Respecto al último punto que dice “dar la vida, no quitarla” Para nosotros esa frase es de los más delicada, porque la Vida es lo más preciado, lo más hermoso que hay en la existencia, así que darla por un partido político, por el líder carismático o por los directivos y sus valores democráticos y populares se nos hace absurdo: la lógica del mártir es también moral para esclavos, que se sacrifican por causas que muchas veces ni siquiera comprenden a fondo o les son enteramente suyas. Para nosotros eso de dar la vida al combatir al Estado, a la industrialización de la existencia, no es un sacrificio, ni un deber instituido en normas sociales, por y del partido o de la voluntad popular, sino compromisos que asumimos desde el momento en que decidimos ser libres y serlo por medio de la acción directa, sin mediadores que vivan como parásitos del poder y la obediencia de quienes le rodean y siguen …y para nosotros dar muerte a un banquero, cacique, biotecnólogo o al fascista de tu cuadra, es algo bello, una violencia hermosa que no anhela la paz, sino la victoria; es feo, terrible matar, pero a veces es necesario eso de quitar vidas, depende del contexto y por qué se hace, pero jamás la volveríamos un mandamiento, menos en estatuto moral de una “carta de buen gobierno” … y si, preferimos dar vida que quitarla, pero a veces para darla hay que matar a quienes asesinan a la Vida con esos proyectos industriales donde el Estado es el principal blindaje para que se lleven a cabo.

Esta carta ha sido escrita por anarquistas que amamos la libertad, por alegres saboteadores de gobiernos y empresas. Que critiquemos tan duramente al CNI y algunos aspectos del EZLN no quiere decir que nos opongamos en ningún momento a las luchas legítimas por la libertad y liberación de los pueblos originarios de América y del mundo, al contrario, somos cómplices de todos aquellos “indios” que se niegan al progreso, que se han saboteado maquinarias, que han realizado bloqueos y barricadas para frenar el progreso ecocida de los mega proyectos de muerte, somos cómplices de todos aquellos que se enfrentan directamente al poder, que resisten y más que resistir combaten golpe por golpe, muerte por muerte a los gobiernos y empresas asesinas, que al fin y al cabo son la cara de la misma moneda. Nosotros los anarquistas y otras individualidades y colectivos libertarios hemos sufrido amenazas de muerte, persecución. encarcelamientos, muerte de compañeros y por ello conocemos perfectamente lo que significa luchar sin treguas contra los verdugos que ejercen el poder desde la economía y la legalidad industrial y civilizada, más no por ello nos asumimos como víctimas o negociamos con el Estado y las empresas, al contrario, nos asumimos cada vez más como voluntades guerreras que atacaran en la clandestinidad, dando estratégicos, duros y letales golpes al sistema de muerte en los puntos donde más le duele … y en lo cotidiano seguiremos tejiendo redes de afinidad, llevando a cabo un sin fin de proyectos autogestivos, dando apoyo a todos los proyectos autonómicos y de liberación de las poblaciones que así lo hayan decidido. Esta crítica es porque vemos en la candidatura de Marychuy cosas que lejos de hacer avanzar la liberación, la retrasan; el apoyo hacia las comunidades indígenas de México y el mundo por parte de los anarquistas siempre ha estado ahí… y lo seguirá estando, porque uno de los problemas más graves de la humanidad ha sido el colonialismo y no cesaremos de luchar contra él hasta verlo arder en las llamas de la acción directa.

Algunos anarquistas por la Anarquía
28 de Noviembre 2017, desde algún lugar de México.

Notas

[i]  Proudhon, P.J. (1851), Idea general de la revolución en el siglo XIX.

[1] En el libro Magonismo: historia de una pasión libertaria 1900-1922 de Salvador Hernández Padilla se recopilan algunos datos que exponen las diferencias y conexiones que había entre  el zapatismo y el magonismo anarquista. Entre la información destaca la correspondencia personal  entre Emiliano Zapata y miembros de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.