(Mexico) Hasta la próxima Jacinto

Escrito a proposito de la muerte del historiador Jacinto Barrera Bassols realizado por Carlos (anemias), en el tenor de que lxs anarquistas escribamos nuestra propia historia.


El 21/07 alrededor del mediodía, la querida compañera Paola Avila me comunicó sobre el fallecimiento del amigo Jacinto Barrera Bassols.

Aprovecho estas líneas para externar mis sinceras condolencias para sus seres cercanos.

Mi intención con este texto es dejar constancia de como conocí a Jacinto y a manera de un homenaje sin idealizar y sin veladoras.

Corría el mes de septiembre del año 2004, fecha en el que un puñado de personas nucleadxs en el Centro Social Libertario-Ricardo Flores Magón, (local del colectivo autónomo magonista, C.A.M.A) nos dimos a la tarea de convocar-organizar lo que sería la 7ª. sesión de las Jornadas Magonistas (eventos iniciados en el año 1994). En este mismo año, pero en el mes de junio, Jacinto junto con Daniel Flores Magón, presentaron en el Palacio del Arzobispado la ponencia, Ni dios, Ni estado: Regeneración y la Prensa Magonista, esto me dio motivo para buscar a Jacinto y cuestionar sobre estos actos oficiales-académicos, alejados del pueblo y de los anarquistas, así que lo invité a participar con la misma ponencia a estas Jornadas Magonistas, cosa que aceptó gustosamente, pero cambiando el tema, pues en ese tiempo tenía poco de comenzar su proyecto denominado Regeneración Digital, que nos presentó en dichas jornadas un 30 de noviembre; una tarea ambiciosa que dio resultados hasta noviembre pero del 2007, pues se anunció en algunos medios académicos la salida de un CD con la totalidad del periódico Regeneración digitalizado, pero sin fecha de comercialización.

Jacinto me comunicó: Estimado, la edición ya está en manos de la burocracia, puedes imaginarte que la fecha (de que se comenzara a vender) es un misterio. En cuanto se realice el misterio con gusto te informaré.[i]

A principios del siguiente año, un día me llamó por teléfono la querida Paola Avila, (quien fuese colaboradora en este proyecto con Jacinto y a quien también tuve el gusto de conocer en la misma fecha de las jornadas) y para sorpresa mía, me dijo, “Ya tenemos el CD, tengo una copia para ti, ¿cuándo nos vemos?” una vez acordado el día y hora, Paola me entrego el disco e indicándome lo mismo que nos dijo Jacinto cuando la presentación del proyecto, “lo pueden piratear y mover libremente con la banda que le interese” ni tardos, lo hicimos para que no solo se vendiera oficialmente en las tiendas del INAH o EDUCAL, sino pirata pa´la banda, a un módico precio, solo el cobro del costo del disco. Esta decisión se suscitó porque como ya había mencionado, primero yo le cuestioné que este tipo de investigaciones solo quedara en el mundo oficial-académico, crítica que se externó durante su presentación en las jornadas y que Jacinto tomo a bien, pues en acuerdo con nosotrxs, nos dijo, que prefería que sus trabajos llegaran a los verdaderos interesadxs y no se quedara solo como una investigación meramente académica. Lo mejor estaría por venir, porque después el CD dejaría de estar a la venta, para estar disponible libremente desde un sitio web en el que comenzaron a trabajar en mediados del 2007 y es a principios de enero del 2008 que se inauguró este sitio llamado archivomagon.net

En la 3er Feria del Libro y Publicaciones Libertarias del 2008, Jacinto presentó de nuevo Regeneración Digitalizado, pero está vez como proyecto concluido y no como la idea que nos mostró en 2004, Jacinto colaboraría desde entonces en presentaciones, foros, jornadas, etc., con diferentes grupos libertarios.

En 2010 del 7 al 11 de junio, Jacinto organizó un coloquio internacional denominado Migración y Revolución a través de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Cosa que vi con malos ojos, porque una vez más algunos de los participantes de dicho coloquio que ya conocía con anterioridad, se asumían como libertarios, como Pietro Ferrua o el gran amigo David Doillon (a quien conocí por ahí del año 2000), incluso el comunista Jhon M. Hart (con quién ya mantenía comunicación desde hace tiempo de manera epistolar), así que le comunique a Jacinto que, aprovechando el viaje de estos compas (obviamente pagado por la instancia antes citada), los contactaría para realizar lo que se llamó Segunda Jornada de Luchas Libertarias de ayer y hoy, Jacinto me indicó: …en cuanto a los compas que vienen al Coloquio, la verdad es que no puedo contestarte por ellos. Yo creo que la invitación les corresponde a ustedes y no creo que sería prudente que yo interviniera en el asunto. Lo que haré es enviarte en estos días el programa del coloquio para que te ayude a hacerles una propuesta[ii], esta segunda jornada se realizó el 11 y 12 de junio y aunque invitamos a la mayoría de los participantes del Coloquio, solo confirmaron los ya mencionados: Pietro Ferrúa y David Doillon, así como el amigo Alfonso Torúa (con quién ya habíamos presentado con anterioridad sus obras: El Magonismo en Sonora y Las Rebeliones Yaquis en Sonora en el 2005), el mismo Jacinto y Jhon M. Hart (quién anteriormente me había puesto en contacto con Lina Devito, quien nos presentó en octubre del 2009 su proyecto de investigación sobre lxs Moncaleano), esta jornada fue videograbada por un grupo llamado Cronopios de lo que era La Ke Huelga Radio.

Aquí entre nos, también me interesaba mucho que Jane-Dale Lloyd participará o me hiciera caso, pues según un par de compañeros de la federación anarquista de los 70s, (Fernando y Victor) me habían preguntado que si conocía a Jane, pues a ella la conocieron cuando llegó a México, jovencita como estudiante interesada en el magonismo y que se vinculó con la FAM, sobre todo con un par de elementos, Margarito Jiménez y Efrén Castrejón, de quienes dijeron estos compas, Jane se quedó con sus archivos, que le sirvió para sus investigaciones y pues la idea era que Jane nos confirmará esto y saber si podíamos acceder a dichos archivos, pero para mala fortuna, Jane nunca me hizo caso.[iii] En la actualidad, Jane es responsable de la materia de Historia en la Universidad Iberoamericana, lo comento por si alguien quiere molestarla para sacarle la sopa.

Notarán que, si yo criticaba el mundo académico, invitábamos a lxs académicxs a los eventos anarco-culturales, ¿una contradicción? Así es, reclamo que me hicieron los elementos del entonces primer colectivo Hormiga Libertaria, pues no solo participaron los antes mencionadxs, sino muchxs más, y aquí quiero dejar constancia de mi intención, que en ese tiempo no había investigadores anarquistas, sino solo historiadores, y lo que deseaba al invitar (ingenuamente) a estos historiadores era enfocado en dos vías, la primera era saber si estos eran compañerxs o por lo menos simpatizantes y comprometerlos a solidarizarse o colaborar con los anarquistas, y la segunda, motivar a los entonces jóvenes compañerxs estudiantes que se anarquizaron tras la huelga de la UNAM del 99-2000, a que fuesen los propios anarquistas a que recuperaran la memoria histórica de nuestrxs antecesores, considerando siempre uno de los factores fundamentales del anarquismo, el ser autodidactas.

Así que el primer invitado y simpatizante fue Jacinto Barrera, coincidiendo con el recién abierto local del C.A.M.A, Centro Social Libertario – Ricardo Flores Magón, donde se realizaron infinidad de eventos promotores de la memoria libertaria.

La última vez que vi a Jacinto personalmente fue en junio del 2016, cuando el amigo Walter Domínguez presentó su documental Weaving The Past: Journey of Discovery en México y la última comunicación virtual con él fue hace un par de años por una consulta que le hice sobre el caso Villavicencio del que escribió un libro en 1997, en estos dos encuentros, discutimos acaloradamente, pues teníamos opiniones distanciadas de algunos temas históricos y de algunas acciones, de estas, menciono dos:  su participación en el Foro Alicia en las jornadas Magonistas del 23 de noviembre del 2010 porque estaría sentado al lado de quien es hoy el vocero de la Prejidenjia, Jesús Ramírez Cuevas, motivo por el cuál realizamos una protesta llamada Regeneración Usurpado y, por su colaboración en aquella campaña de finales de 2013 denominada El Anarquismo no es un Delito,[iv] pero las discusiones siempre con cordialidad.

Hasta donde sé por la compañera Paola, Jacinto se enfrentaba a problemas del corazón y de artritis desde hace unos años, finalmente quien se lo llevó fue el COVID.

Carlos (Anemias)

Julio de 2021

 

[i] E-mail del 19-nov-2007.

[ii] E-mail del 11-mayo-2010

[iii] Varios años después, cuando Mónica Alcayaga presentó el sitio web https://www.libradorivera.com, intenté de nuevo contactar con Jane, vía Mónica, pues entonces supe que son amigas, pero tampoco tuve suerte.

[iv] Está de más explicar que el anarquismo y los anarquistas existimos, somos antisistema y no es un intangible de conmemorar románticamente o una pieza de museo o de la historia, como han hecho creer algunxs de estxs investigadores que participaron en diferentes momentos en el CSL-RFM, como Margarita Carbó, Anna Ribera, Clara Lida, entre otrxs.

A contracorriente —Los dilemas del «movimiento anarquista» contemporáneo frente al carácter instituyente de los «movimientos sociales»

Por Gustavo Rodríguez


A CONTRACORRIENTE

—Los dilemas del «movimiento anarquista» contemporáneo frente al carácter instituyente de los «movimientos sociales».1

«Vulgarmente se sostiene que la “gran masa” no podría quedarse sin religión; los comunistas extienden esa afirmación».

Max Stirner, Mi goce de Mí, en El Único y su propiedad.

«Ver lo que tenemos delante de nuestras

narices requiere una lucha constante».

George Orwell, In front of your nose.

Contrario a lo que afirma toda la diarrea verbal del neoleninismo posmoderno en torno a los llamados «movimientos sociales», la novedad de éstos no radica en el remplazo de los sindicatos y los partidos políticos tradicionales, sino reside en la estructura motivacional de los sujetos implicados; es decir, en la convergencia de percepciones alrededor de múltiples factores (económico-socio-culturales) que nutren la añoranza colectiva del Estado benefactor y la sociedad del trabajo y, constituyen, a través de procesos de movilización social, una nueva fuerza instituyente que sirve de plataforma a los diferentes fascismos —ya sean negros, pardos, rojos o, cuál sea el color que se den con el fin de persuadir a las «masas»— y allana el camino a los líderes populistas.

Mientras, los cientistas sociales (neomarxianos y/o proto populistas) hacen mil y un malabares para acomodar semánticamente la «institucionalización», dándole un giro de ciento ochenta grados al concepto para que gramaticalmente les sea instrumental; o sea, ocultando las intenciones de cooptación de las luchas e integración forzada a la «nueva» dominación.

De tal suerte, reconceptualizan la «institucionalización» y la definen como una «mediación» (entre la llamada sociedad civil y el régimen) que rediseña las formas de participación, los mecanismos de representación y los dispositivos de legitimización, potenciando el carácter «transformador» de la movilización social en total «recreación de la tradición movimientista»2. En palabras del merolico mayor Boaventura de Souza Santos: mostrando los horizontes emancipatorios que recrean como agentes de cambio social, al participar de la construcción de ideas hegemónicas que impulsan la politización de la realidad.3

Pese a esta evidencia, la crítica a la maniobra instituyente de los «movimientos sociales» ha sido muda en nuestras tiendas. Los silencios desvergonzados frente a estos recipientes instituyentes —que asfixian la respiración individual en los forzados jadeos del ritual movimientista—, han contribuido a la confusión teórico-práctica que hoy asecha en nuestros círculos, facilitando la imposición de programas ajenos y la adopción de la lógica del enemigo (diametralmente opuesta a nuestros deseos de emancipación total). En lugar de trazar una línea divisoria crucial, que establezca la separación definitiva de las luchas instituyentes y puntualice el accionar consecuente de la gramática anárquica contemporánea, se ha incentivado el discurso ambiguo, cargado de exposiciones vagas y exceso de positividad.

LA ESPECIFICIDAD DE LA GRAMÁTICA ANÁRQUICA

Durante la transición de siglo, los «movimientos sociales» irrumpieron en la escena como un «acontecimiento sociopolítico». Este advenimiento se enmarcó en el contexto de reafirmación de las «identidades excluidas» y la heterogeneización (en el sentido de gran «diversidad») de las demandas; asumiéndose como una forma activa de contestación que cobraba cuerpo ante contextos específicos de dominación a través de la «vinculación transversal» de las luchas, delimitando sus márgenes de acción mediante la asamblea y el consenso.

Fue en ese período de «irrupción movimientista» que esta estrategia instituyente llegó a influir de forma drástica en sectores de nuestras tiendas más próximos a las teorizaciones autónomas que a la praxis anárquica pero, también en probados compañeros que resultaron obnubilados por la «gramática de la movilización»4. Estas influencias sobre el anarquismo, aunque comenzaron a registrarse algunas décadas antes bajo el influjo del marxismo sesentayochero (léase situacionismo, marcuseanismo, dauvéismo, etc.), serían más palpables a partir de la movilización contra la «globalización» en Seattle (1999), la contracumbre de Génova (2001) y, la subsecuente reproducción ad infinitum de los «foros sociales altermundistas», manipulados por el leninismo (que a penas ejecutaba la metamorfosis necesaria para situarse camaleónicamente en el nuevo escenario) y, la socialdemocracia, mediante tapaderas como la Asociación Internacional para la Tasación de las Transacciones Financieras para la Ayuda al Ciudadano (ATTAC), Global Exchange, etc.

Por esas fechas, los camuflajes del leninismo posmoderno asumieron las tonalidades que exigía el «clima» político de cada región, diseñando uniformes a la medida acordes al teatro de operaciones e, imponiendo nuevas «gramáticas políticas» (altermundistas, neozapatistas, autonomistas, antifascistas, comunacionistas y, otros tantos «istas» que van apareciendo según requiera la ocasión) que renovaban sus repertorios de acción y activaban dispositivos de legitimidad; introduciendo un giro pragmático a la sazón que les permitía «acumular fuerzas» hacia la concreción de su objetivo: la toma del poder mediante la institucionalización de los movimientos sociales.

La gramática de la movilización va a articular un conjunto variopinto de actuaciones antagonistas —cada una con su propio lenguaje—, conformando un ramillete de discursos y modalidades de confrontación que, en realidad, responden a las motivaciones de los implicados («trabajo para todxs», «vivienda digna», «educación gratuita» o, en el caso de los más «politizadxs», «socialización de la economía», «fin del neoliberalismo», por citar algunos ejemplos aglutinadores); quedando subsumidos en un sustrato destituyente genérico («Movimiento piquetero» en Argentina, «Movimiento de los indignados» en el Estado español, «Movimiento de Regeneración Nacional» en México, «Black Lives Matter Movement» en Amérikkka o, «Mouvement des gilets jaunes» en Francia, Bélgica y los Países Bajos) que les atrapa en la dinámica cotidiana de la construcción interna de la movilización y les impide establecer diferencias entre las diversas gramáticas y, profundizar en la incompatibilidad de estilos organizativos, métodos de lucha y, a la postre, de objetivos. Con esta perspectiva pragmática, el melting pot movimientista queda apresado —en las formas de construcción política y los modos de distribución del poder— en tres gramáticas: clasista, populista y autonomista. Todas ajenas a la gramática anárquica contemporánea, indisolublemente vinculada al implacable ejercicio de nuestros deseos de liberación total y destrucción de lo existente.

La especificidad de la gramática anárquica excede con creces la gramática movimientista —y por ende, a las gramáticas clasista, populista y autonomista— al no reducirse a las formas de construcción política ni ceñirse a las intervenciones públicas orientadas a «transformar» o «ratificar» (según el caso5) la dominación.

La gramática anárquica contemporánea —con sus emulsiones espontáneas—, debe concebirse como la praxis que nos constituye como anarquistas y nos confiere nuestra personalidad distintiva e intransferible en el enfrentamiento radical e inclaudicable del sistema de dominación, dotando de inteligibilidad nuestro accionar cotidiano; poniendo de manifiesto la tensión que encarna la concreción de la praxis en los procesos de elaboración de un supuesto crítico que ratifique las líneas de fuga y las rupturas necesarias con los discursos sociales hegemónicos que intentan delimitar la especificidad de nuestra lucha.

Pese a que algunas tendencias trasnochadas al interior de nuestras tiendas (anarcosindicalistas y anarco-comunistas), comparten la óptica economicista de la gramática clasista y, le apuestan a la concreción de una Revolución Social que reorganice las relaciones entre las clases y trasforme —mediante la «gestión directa de los medios de producción»6— al régimen de acumulación capitalista en un sistema productivo al servicio de los desposeídos, esta gramática carece de puntos de encuentro con la gramática anárquica contemporánea que ha roto definitivamente con la visión utópica del anarquismo y ha asumido la Anarquía como tensión dis-utópica, poniendo en práctica su voluntad destructora.

La gramática clasista, parte del estructuralismo determinista y asume el dogma del desarrollo inexorable de la «lucha de clases», posicionándose como «vanguardia revolucionaria de la clase explotada», a la que asegura estar llamada a conducir hacia la victoria. Su obsesión con la «conciencia clasista», la ha llevado a subsumir, sin miramientos, al resto de las luchas, obstinada en demostrar la veracidad del programa comunista.

Por su parte, la gramática populista —que inexplicablemente también tiene fans en los sectores más retrógradas de nuestras tiendas— ha cobrado un papel protagónico en las últimas décadas como «gramática de articulación» o «integración» al interior de la gramática de la movilización, impulsando la (re)construcción del «sujeto político popular» bajo la premisa de «la inclusión de lo excluido en el orden social», la defensa de la «soberanía popular» y, la producción de «esperanza». La gramática populista, a su vez, se identifica con la ideología nacionalista y sus reivindicaciones culturales, étnicas, clasistas y/o religiosas, encaminadas a la construcción de «identidad»; lo que propicia el desarrollo de liderazgos carismáticos que invocan la emotividad de las masas y promueven el fortalecimiento de dicha «identidad» como vehículo de transformación del orden social.

La gramática autonomista, centrada en los mecanismos asamblearios como «espacio de deliberación y búsqueda de consenso», igualmente resulta incompatible con la gramática anárquica contemporánea; sin embargo, su apego al «trabajo territorial» vinculado a la construcción del poder popular como «proceso de acumulación de fuerzas de abajo hacia arriba», resulta atractivo para algunos círculos «anarquistas» muy peculiares (neoplataformistas, anarcozapatistas y autonomistas libertarios), que hacen hincapié en la necesaria reconstrucción de un «proyecto social», enaltecimiento la «miseria» y la fe en «los de abajo» como ingredientes cardinales de esa gramática de integración con vocación instituyente —opuesta a la Anarquía—, obviando que ambas variables han constituido históricamente la esencia del fascismo.

Nada más ajeno a la gramática anárquica contemporánea que las gramáticas clasista, populista y autonomista. Empero, no podemos soslayar el peligro inminente que significa que aquellos elementos simbióticos (residuales) que habitan nuestras tiendas bajo rótulos genéricos («subversivos», «rebeldes», «revolucionarios», «anticapitalistas», «antagonistas» y/o «contestatarios»)7 , terminen al servicio de la cultura del Poder, seducidos por estas gramáticas instituyentes.

TENSIONES Y PENDIENTES EN LA GRAMÁTICA ANÁRQUICA CONTEMPORÁNEA

Miradas en conjunto, y ahora en perspectiva, las tensiones rupturistas que se concretaron a comienzos del siglo XXI en el seno de la guerra anárquica contemporánea, fueron demasiadas y demasiado profundas como para permanecer atrapadas en las gramáticas instituyentes. Una nueva potencia, decididamente antisocial y anticivilizatoria, reclamó por esos años la proyección teórico-práctica de su esencia negadora y su caos primigenio, rompiendo definitivamente con una concepción utópica de la sociedad, de la historia y del «cambio revolucionario» excesivamente atada a las nociones economicistas del siglo XIX y, a la constelación de entendimientos, metodologías, proyectos, organizaciones y prácticas propios del anarco-comunismo.

Fue ahí que dejamos de vivir obcecados en la defensa conservadora de nuestro pasado para pasar a la conquista transgresora de nuestro presente, abandonando el ordenamiento teórico-ideológico del anarquismo clásico para emprender la necesaria reorientación de la guerra anárquica en el contexto que nos ha tocado actuar, conscientes de la necesidad de empezar de cero (abandonando el «linaje» y el lastre de la tradición), emancipados de pasado y, ajenos a los intentos resucitadores que anhelan repetir hasta el cansancio las trasnochadas revoluciones.

Esa fue la propuesta original de la Conspiración de las Células de Fuego (CCF) en Grecia8. Resistiéndose a ser subsumidos en los moldes tradicionales, no solo ponían punto final a la inacción en nuestras tiendas, sino destinaban tres balas al anarco-comunismo: le daban un tiro de gracia a toda la verborrea economicista, otro a la exaltación populista y, el tercero, a la organizacionitis aguda con sus métodos asamblearios y su corrección política. De esa guisa, se abría la posibilidad de construir un paradigma anárquico renovado, que hacía posible reunir fluida y armónicamente nuevos desarrollos teórico-prácticos que comenzaban a tonificar su músculo e invitaban a replicarse a lo largo y ancho del planeta.

Pero, en medio de esta trama rupturista, reaparecieron los recuperadores de ocasión empuñando la UNIDAD de las luchas y esgrimiendo cierto milenarismo utópico que —producto de una mala digestión de los planteamientos de Furth9 y la anacrónica lectura de las teorías de Joachim de Fiore y/o, las disquisiciones apocalípticas del predicador Thomas Müntzer,10 le apostaba (y apuesta) a la fusión del mito y la utopía, a estas alturas del partido.

En esta urdimbre recuperadora, reanudó fuerzas la gramática unitaria y volvimos a llamarle «compañeros» a los comunistas y, nuevamente le dimos cabida a esos discursos trasnochados que todavía observan el mundo desde la proa del acorazado Potemkin e incitan a la repetición, solo que ahora se promueve la ortodoxia y el dogma en nombre de lo «nuevo». De tal modo, se ha ido abandonando la impronta rupturista que animaba «la nada creadora» y aquellos grupos de afinidad (mínimos y efímeros) y, esas individualidades anarco-nihilistas (furtivas y fugaces), se fueron apagando o quedaron subsumidas en una gramática ajena que impone estrategias de la guerrilla urbana y propone pomposos Frentes Revolucionarios, con cierta reminiscencia estalinista.11

Esta lamentable regresión a estrechado el diámetro de nuestras arterias en el campo de la reflexión anárquica, lo que impide afrontar la propia vastedad de nuestra praxis. Es ostensible que, de nueva cuenta, no hay claridad alguna en la gramática y, por ello se posponen los intercambios «ideológicos» o, en su defecto, se reemplazan por la descalificación, la sospecha y el agravio, en apego al viejo manual del buen bolchevique.

Por eso urge el debate reflexivo al interior del informalismo insurreccional anárquico. Apremia impulsar un sustrato mínimo que reafirme nuestra especificidad distintiva e intransferible; rompa definitivamente con gramáticas ajenas y; nos ayude a emprender un viaje de confirmación ácrata, reorientando los pasos de nuestra guerra. En el marco de este itinerario, tenemos que plantearnos nuevas preguntas generadoras pero, sobre todo, trataremos de darnos nuevas respuestas que contesten —desde la praxis— las necesidades del anarquismo contemporáneo.

Hoy, no solo es preocupante sino obsceno, encontrar en tiendas «anarquistas» convocatorias que demandan la excarcelación del entrañable guerrero Gabriel Pombo Da Silva y, la del estalinista Abdullah Öcalan. Con idéntica desfachatez, aquí en Norteamérikkka, se exige en portales «ácratas» la liberación de líderes fundamentalistas religiosos, espías y, nacionalistas furibundos, en detrimento de nuestrxs presxs. O, desde Chile, nos venden la moto —como nos informan lxs compañeros de la web Anarquía Info12— con una lista de presos que todos estos años hemos dado por «afines» y, en realidad, entre lxs enlistadxs solo se asumen orgullosamente ácratas, lxs compañerxs Mónica Caballero, Javier Solar y, Joaquín García; los demás, se camuflan con trajes genéricos («subversivos», «rebeldes» y «antiautoritarios»), pero nunca han roto con los principios marxianos-leninistas de las orgánicas paramilitares en las que militaron.

Desde luego, cada vez que hacemos estos señalamientos y se critican tales desvirtuaciones, no faltan los sermones disciplinadores. Siempre se nos tilda de «puristas» y «sectarios» e, inmediatamente, se nos apunta con el dedo flamígero. Decía el Negro Fiorito —y decía bien—, que cada vez que se nos acusa de «puristas» o «sectarios» es porque estamos reafirmando en palabras y actos nuestra esencia anárquica, nuestra exigencia de libertad absoluta y, el reclamo del espacio donde el individuo pueda optar por lo que determina su voluntad. Además afirmaba —sin el menor temor a las palabras—, que realmente somos «sectarios», «puristas», «intransigentes» y hasta «totalitarios», porque la Anarquía sostiene en principios totalitarios (la totalidad de los atributos y las partes de algo) su razón de ser: el rechazo y la negación absoluta del Estado y de cualquier autoridad (desde la más evidente a la más tenue). Y esto, lo declaraba en los años sesenta, setenta y, ochenta del siglo pasado, en el contexto de lo que hemos denominado «anarquismo de transición»; es decir, en esos años de confusión teórica y retroceso de la praxis anárquica, feraz en desvaríos socialdemócratas y/o guevaristas, donde algunos presuntos «anarquistas» (en realidad, liberales saturados de esteroides), besaban el dogma de la «lucha de clases» abrazando el foquismo guevarista como «senda luminosa» al Comunismo libertario y, otros, influenciados por Arendt, se asumían «antitotalitarios».

Hoy, tenemos que cuidar los riesgos de repetición. Es inaceptable retroceder a la ignominia. Por eso la urgida necesidad de puntualizar un sustrato mínimo e imprescindible, que potencie nuestra gramática y fomente el ensanchamiento de la Anarquía negra en estos días; un objetivo, un deseo o, tal vez, un anhelo esencial que, en algún momento impreciso pero, preferiblemente próximo, nos gustaría compartir con todas aquellas individualidades anárquicas que muestran una inocultable proximidad teórico-práctica que les convierte en compañerxs de ruta de una conspiración internacional que base su causa en Nada. De no ser así, ya no nos quedaría hoy ni nos quedará mañana, nada de lo que alguna vez fuimos. Nada de lo auténticamente substancial y definitorio que nos constituye como anárquicxs: el enfrentamiento radical a toda Autoridad y, a todas y cada una de las formas y estrategias de Poder (incluidos los movimientos instituyentes).

Gustavo Rodríguez,

Planeta Tierra, 3 de julio de 2021.

1. Para sustentar esta contribución, echo mano de la Latinoamérica contemporánea como referente, a pesar de que los temas que intento explorar también afectan actualmente a varias regiones del mundo. Sin embargo, no profundizaré en las particularidades de la situación actual de los territorios latinoamericanos «sacudidos» recientemente por la movilización social; en cambio, sí abordaré algunas de sus características desde la perspectiva de los componentes definicionales de las gramáticas políticas que dominan el movimientismo social y le imponen (invariablemente) un sello informalmente instituyente, orientado hacia la toma del poder.

2. Tales son las maromas que implementa el Grupo de Acción Colectiva y Protesta Social del Instituto de Investigaciones Gino Germani en la Universidad de Buenos Aires, liderado por Germán Pérez y Ana Natalucci, al servicio del neoperonismo kirchnerista. A efectos ampliatorios, debe consultarse el libro Vamos las bandas. Organizaciones y militancia kirchnerista, Nueva Trilce, Buenos Aires, 2012, coeditado por Germán Pérez y Ana Natalucci.

3. Santos, B. De Souza, De la mano de Alicia. Lo social y lo político en la posmodernidad, Ediciones Uniandes, Bogotá, 2006.

4. El empleo de la noción de «gramáticas», evidentemente apunta a la obra del lingüista y matemático Ludwing Wittgenstein, en torno a la filosofía del lenguaje; mientras que el concepto de «gramáticas de la movilización», ha sido desarrollado por el sociólogo Danny Trom, a partir de los aportes de la «pragmática de la acción» de Charles Wrigh Mills y su aplicación en el estudio del dominio de la movilización. La teoría millsiana, inspirada en los filósofos pragmatistas norteamericanos «sitúa la motivación en el centro de la articulación entre el presente de la acción y la situación». Vid., Trom, Danny, Grammaire de la mobilisation et vocabulaires de motifs (Gramática de la movilización y vocabularios de motivos). Disponible en: https://books.openedition.org/editionsehess/10888?lang=es (Consultado 1/7/2021).

5. En el contexto latinoamericano vale señalar a Chile, Colombia y Perú, por citar tres ejemplos de impulso instituyente «transformador» y, al kirchnerismo, el evismo y, el obradorismo, como ejemplos de «ratificación» en Argentina, Bolivia y México, respectivamente.

6. Sin dudas, se continúa confundiendo el «modo de producción» con la «forma de gestión». El capitalismo es un modo de producción y esto no cambia en función de quién o quiénes lo administren. Que éste modo de producción se gestione (cogestione o autogestione) por capitalistas, tecnócratas, burócratas, militares, sindicalistas o cooperativistas, es completamente intrascendente: no interrumpe el movimiento de la ley del valor.

7. Aquí quiero dejar constancia que considero conceptualmente imperfectas y poco definitorias todas estas «categorías clasificatorias», motivo por lo que las he denominado «rótulos genéricos», ya que son asumidas tanto por el nacionalsocialismo, como por el fascismo rojo, indistintamente.

8. Y la de sus homólogos en tierras mexicanas y en la región chilena.

9. Vid., Furth, René, Formas y tendencias del anarquismo, Campo Abierto Editores, Madrid, mayo 1977.

10. Vid., Cohn, Norman, En pos del milenio. Revolucionarios milenaristas y anarquistas místicos de la Edad Media, Pepitas de calabaza Ed., Logroño, 2015.

(Cuba) Lanzamos esta botella al mar (Primera declaración del GAI)

Persisten restricciones en acceso a Internet en Cuba tras ...

Frente a un país que incrementa el control social; con la invasión policiaca y militar de nuestros pueblos y ciudades; frente al asedio de los esbirros en nuestros barrios; frente al colapso de la mentira discursiva; en medio de la impotencia y la rabia anti-sistema de la juventud que ha perdido el miedo; bajo la amenaza de ser debut y despedida pero sin auto-victimización, nos presentamos en el ámbito cubano, latinoamericano y caribeño, y en general ante nuestrxs hermanxs anarquistas en el mundo.

El GRUPO ANARQUISTA DE INTERVENCION (GAI), lo conformamos cuatrx gatxs que nos hemos asociado libremente. Venimos caminando hace algunos meses. Huyéndole al aislamiento pero también desmarcándonos de toda la muela política y del optimismo democrático pagado que habita en algunos rincones disidentes. Este recorrido ha sido solxs, sin líderes ni dirigentes. Huérfanos de toda tutela o subvención, con la intención de promover acciones de intervención junto a la gente que ha perdido el miedo y de quienes aún sueñan con perderlo. No pretendemos hacerle el juego a ningún grupo político, ni de adentro ni de afuera. Somos apolíticxs. Nuestra propuesta de intervención es crear espacios amplificadores de lucha, conformando una lucha diferente a la actual polarización dicotómica de “izquierda-derecha”, “gusanos-revolucionarios”, “mercenarios-patriotas”, “comunistas-anticomunistas”.

Para nosotrxs todas esas palabras son palabras huecas a disposición del discurso del poder, de cualquier poder. Para nosotrxs todxs son la misma mierda demagógica.

Por eso proponemos una revuela generalizada contra todo poder, contra cualquier autoridad, mediante la practica creativa de la lucha y el impulso libertario de todxs lxs espíritus rebeldes que están dispuestos a ponerle punto final a esta dictadura pero que también están dispuestos a no dejar que nadie se encarame en el poder. No luchamos por sustituir a nuestrxs malos opresores por buenos opresores. No queremos malos gobiernos ni buenos gobiernos. Luchamos contra este gobierno y lucharemos contra el que venga. Luchamos por la destrucción del poder; luchamos por la anarquía.

A 48 horas de la explosión social, todxs cuentan su “verdad” de las revueltas, y lxs que no la inventan, tratando de sacarle partido a la lucha de lxs excluidxs. Unxs dicen que fueron unxs cuantos “mercenarixs violentxs”, manipuladxs y pagadxs por el gobierno de los Estados Unidos, que agredieron en las calles a los “revolucionarixs”, incluso con armas blancas. Otrxs hablan de millones de cubanxs en las calles tomando instalaciones gubernamentales y edificios de radio y televisión, a lxs que se unían en masa militares y policías que se quitaban el uniforme para abrazar al “heroico pueblo”. Unxs dicen que lo que nos hizo salir a las calles fue el “bloqueo genocida” impuesto por el gobierno americano.” Otrxs que fue la Covid; la falta de medicamentos y vacunas; los apagones…

La verdad la conocemos lxs protagonistas. Lxs miles de mujeres y hombres de todas las edades, pero mayoritariamente jóvenes, que el domingo pasado nos tiramos para la calle en las 14 provincias, con un grito claro y terminante: “¡libertad!”, y “abajo la dictadura”, hartos de tanta mentira y demagogia. También muchxs gritaron con gran expectación “Patria y Vida”, anticipando el mundo que quieren y disputándole el terreno al nacionalismo necrológico que domina. Otrxs cantaban la vieja consigna chilena que alienta las manifestaciones cotidianas de la izquierda en América Latina.

Las protestas fueron pacíficas. Casi todxs lxs manifestantes estaban dispuestxs a poner primero una y luego la otra mejilla. Casi todxs querían demostrar que la violencia solo la ejercería la policía y los agentes de seguridad del estado. Cuando fuimos atacadxs por los esbirros del régimen, muchxs seguían pidiendo no caer en la provocación de la violencia y se conformaban con gritarle a los verdugos “abusadores” y “asesinos”. Pero lxs jóvenes enfrentamos la represión. A las balas respondimos con piedras. Y viramos patrullas y tuvieron que mandarse a correr los pnrs. Por primera vez sintieron el mismo miedo que nos infunden.

En los barrios más calientes salieron a confrontar al estado lxs habitantes de las cloacas del país; lxs pobladores de las franjas marginales que no se ven en el noticiero ni en los afiches turísticos ni en las portadas de cds; lxs que habitan las calles en la noche y malviven acinadxs; los más pobres de los pobres; lxs excluidxs del sistema. Salieron a recuperar su dignidad pero también a satisfacer el hambre. Asaltaron las tiendas en MLC donde nunca han podido comprar. Esa catarsis colectiva se transformó en un potencial libertador porque todxs habían perdido el miedo.

Ahora vivimos una calma chicha. Pueblos y ciudades están militarizados. Se desconoce el número de muertos y heridxs que dejó la represión; el gobierno sólo reconoce un muerto entre lxs manifestantes. Hay miles de detenidxs y cientos de desaprecidxs pero tampoco se conoce la cantidad exacta. Las organizaciones independientes de Derechos Humanos indican que sólo en La Habana hay más de 3000 detenidxs, y que rebasan los 15 000 en toda la isla. Aún no han sido trasladadxs a las prisiones sino se encuentran en los calabozos de las estaciones de policías y en algunas unidades militares mientras los procesan por “vandalismo” y “contra-revolución”.

Lxs comunistas son tan cínicxs que acusan “qué mal agradecido son los negrxs con tanto que les hemos dado y todavía protestan”; y desde las altas esferas del partido, hablan del “populacho reaccionario”, de la “chusma”, lxs “delincuentes”, “desadaptadxs sociales” y “sectores marginados”, todxs pagados por el imperio.

Nuestro anarquismo hermanxs, lo aprendimos en la calle confrontando el único bloqueo que tenemos; el que los esbirros imponen y nos lo jamamos a pulso en el cotidiano represivo. Nuestro anarquismo nos llegó con el punk y el hiphop latinoamericano. No tuvimos tiempo de leerlo en los libros. Nos nació de las entrañas y desde las entrañas continuaremos promoviendo la anarquía; procurando mantener la guardia en alto; aprendiendo de nuestrxs hermanxs anarquistas chilenxs que nos enseñaron que la lucha no es de un día y que todo los días podemos hacer que viva la anarquía.

Gracias a nuestrxs hermanxs chilenxs, italianxs y españoles que nos han acompañado en el camino y nos han oído, ayudándonos a romper el mito del bloqueo y toda la mierda comunista que también consumen algunxs que se auto titulan anarquistas.

GAI

Julio, 2021

Lista parcial de los presxs de la revuelta:

Abdiel Cedeño Martínez (Santiago de Cuba)
Abel Lescay (Cruces, Mayabeque)
Adonis Abilleira (Cruces, Cienfuegos)
Adrian Portieles (Trinidad, Sancti Spíritus)
Alejandro Mejías Guerra (San Antonio de los Baños, Artemisa)
Alejandro Rodríguez Gelin (Jovellanos, Matanzas)
Alejandro Criado González (detenido en Zanja, La Habana)
Alejandro Rojas Calzadilla (La Habana)
Alexander Fabregas (Trinidad, Sancti Spíritus)
Alvaro Otero Rodríguez (Trinidad, Sancti Spíritus)
Amalia Portieles (ICRT, La Habana)
Amanda Hernández (La Habana)
Amaury Pacheco (La Habana)
Anyelo Troya (detenido en 100 y Aldabó, La Habana)
Ariadna Pérez (Camagüey)
Ariel González Falcón (detenido en la estación de Cerro, La Habana)
Arley Leandro Mejías (San Antonio de los Baños, Artemisa)
Armando Escobar Saldivar (Trinidad, Sancti Spíritus)
Armando Abascal (Jagüey Grande, Matanzas)
Beatriz Valdés García (La Habana)
Camila Acosta (La Habana)
Carlos Chaviano (Cruces, Cienfuegos)
Carlos Ortega (Batabanó, Mayabeque)
Ceimara Carcasés Lobaina (La Habana)
Celina Osorio Claro (Guantánamo)
César Domínguez (Sancti Spíritus)
Coco Fariñas (Villa Clara)
Dairon Labrada Linares (Santiago de Cuba)
Dairon Cuellar González (Encrucijada, Villa Clara)
Dayanne VictoriaSosa Rivas (Camagüey)
Dayris Ruth del Sol (Isla de la Juventud)
Denis Reyes (Artemisa)
Denis Turcaz Guilarte
Edel Carrero (La Habana)
Eduardo Machado Arocha (Santiago de Cuba)
Eliezet Sesma Diago (La Habana)
Emmanuel Hernández Hernández (Unión de Reyes, Matanzas)
Enrique Ferrer Hechevarría (Santiago de Cuba)
Eros Greck (Colón, Matanzas)
Ezequiel Rafael Hermida Rodriguez (detenido en PNR El Capri, La Habana)
Francisco Rangel (Colón, Matanzas)
Frank García Hernández (detenido en Zapata y C, La Habana)
Frank David Suárez Cabrera (Palma Soriano, Santiago de Cuba)
Fredy Gregorio (Cienfuegos)
Gabriela González (detenida en Marianao, La Habana)
Gretchen Santiesteban (detenida en Sancti Spíritus)
Gretel Medina (detenida en Vivac, La Habana)
Hairo Labori (Isla de la Juventud)
Henry Constantin Ferreiro (Camagüey)
Iris Mariño (Camagüey)
Isaac Blanco (Cienfuegos)
Ismael Molina Rodríguez (Trinidad, Sancti Spíritus)
Iván Alcaraz (detenido en Zapata y C, La Habana)
Iván Arocha Quiala (Santiago de Cuba)
Jaime Mantilla Peña (Camagüey)
Javier González (detenido en Artemisa)
Javier Delgado
Javier Pérez Rodríguez
Javier Sánchez (Nuevitas, Camagüey)
Javier Alejandro Urquias Dumas (Santiago de Cuba)
José Bolaños Rodríguez (detenido en La Habana Vieja)
José Daniel Ferrer (Santiago de Cuba)
José Luis Acosta (Camagüey)
José Manuel Sánchez Zerquera (Trinidad, Sancti Spíritus)
Juan Carlos Saenz (detenido en Vivac, La Habana)
Juan Carlos Chillón Paizan (Santiago de Cuba)
Julio César Santos (Trinidad, Sancti Spíritus)
Julio Rolando Castañeda
Kender (La Habana)
Larisa Castillo Rodriguez (detenida en Zapata y C, La Habana)
Lázara Naidelys Rodríguez (detenida en 100 y Aldabó, La Habana)
Lázaro Díaz (Colón, Matanzas)
Leandry González Capote (Artemisa)
Leonardo Romero Negrín (detenido en La Habana)
Leonardo Fernandez Otaño
Liam Sánchez (La Habana)
Luis Manuel Otero Alcántara (La Habana)
Luis Mario Niedas Hernández (Sancti Spíritus)
Luis Raúl Ibarra (Santiago de Cuba)
Maykel González Vivero (La Habana)
Manuel Díaz (Bauta, Artemisa)
Manuel Cuesta Morúa (La Habana)
Manuel Alejandro Rodríguez Yong (detenido)
Marieta Martínez Aguilera (La Habana)
Mario Miguel Pérez Valdés (detenido en Zapata y C, La Habana)
Mario Miguel Pineda (Bejucal, Mayabeque)
Marisol Peña Cobas (Camagüey)
Michel Góngora (La Habana)
Michel Suárez Peña (San Antonio de los Baños, Artemisa)
Nadir Martín (San Antonio de los Baños, Artemisa)
Neife Rigau (Camagüey)
Nelvys Ismaray Ortega (Santiago de Cuba)
Néstor Vega (La Habana)
Niober García Fournier (Guantánamo)
Noel Ramírez
Omar Planos Cordoví (Santiago de Cuba)
Orelvis Cabrera (Cárdenas, Matanzas)
Óscar Antonio Escobar Fernández (La Habana)
Pedro Albert Sánchez (detenido en Guanabacoa, La Habana)
Pedro Rafael Aslan (La Habana)
Pedro Rognis Puig Murgado (Santiago de Cuba)
Rafael Cruz
Rafael Fajardo Cardenas (La Habana)
Rafael Cruz Debora (Unión de Reyes, Matanzas)
Ramón Samada Suárez
Rangel Randy Aragón Carmenate (La Habana)
Ricardo Barrios (detenido en Zanja, La Habana)
Richard Zamora “El Radical” (detenido en su casa en Matanzas)
Richard Berra (Unión de Reyes, Matanzas)
Roberto Carlos (Cienfuegos)
Rodmelis Nuñez (Batabanó, Mayabeque)
Rolando Rodríguez Robaina (Guantánamo)
Ruth Campos
Santiago Aldama Torres (detenido en Zapata y C, La Habana)
Saúl Pérez Taño (detenido en su casa en Santa Fé, La Habana)
Sergio Santana (Sancti Spíritus)
Solveig Font (detenida en Vivac, La Habana)
Tania Delgado
Víctor Manuel Rodríguez (Unión de Reyes, Matanzas)
William Echevarria Sayu (Unión de Reyes, Matanzas)
Yarian Sierra (Matanzas)
Yeremi Blanco (Matanzas)
Yilian Flores
Yilian Lorena Medinilla Pérez (Trinidad, Sancti Spíritus)
Yoan Carlos López (Encrucijada, Villa Clara)
Yoandry Benguria
Yolanda Carmenate Fernández (Granma)
Yumey Besu
Yusniel Pérez Montejo (Songo La Maya, Santiago de Cuba)
Zusely Echavarria Gregorio (Cienfuegos)
César Alejandro Gattorno (Santa Clara, Villa Clara)
Jorge Naranjo
Yilian Lorena Medinilla Perez (Sancti Spíritus)