Escrito por Kaio de Ya puso la puerka radio.
Pues nada. Siguiendo con el tema del “racismo” y de que las vidas de los negros importan y que los antifascistas (Atención: resulta que artistas, gente socialité, los mismos policías y presidentes se suman al movimiento “antifa”) y que defender a los débiles, y que revolución ciudadana, etcétera. Observo este río revuelto y recuerdo cuando siempre declaro a los cuatro vientos “ando del lado del lumpen”, del barrio y así, cuando digo que ese es otro de los motivos por los que ando de punk. El punk o lo punk, vocablo anglo que significa mugroso, grosero, vagabundo, insolente y claro: lumpen. Entre otras cosas, se gestó en contraposición a ese calificativo salido de la escuela marxista: lumpen proletario. O sea gente que no tiene “conciencia de clase”.
¿Y cual es esa conciencia de clase? La de creer que el obrero esta llamado a ser el sepulturero del capitalismo y la dominación, además como una vía al socialismo (al de deveras) y no a los vagos que no ven (vemos) en el trabajo el aliciente de la libertad, sino que, por el contrario, ven un yugo más para el individuo. En otra entrada ya había citado el “18 Brumario de Luis Bonaparte” para burlarme grotescamente de Kate del Castillo, y en este caso lo citaré porque el Barbas Marx tenía razón en una cosa: No por ser lumpen y barrio se es revolucionario, el lumpenaje puede llegar a lo mas bajo. Aquí la cita:
“Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y un general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda esa masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème”
¡Ja!. Recordemos que también dentro de los bohemios se encontraban los miembros de la contracultura, y por supuesto; los anarquistas. Esos que declaraban que no pertenecían a ningún partido ni a ninguna autoridad. Léase la biografía del Barbas Bakunin.
Y si se dan cuenta hay una contradicción que debemos asumir, el punk es parte del lumpen, pero del lumpen salen también los sepultureros de la revuelta. Del lumpen también salen los peones del poderoso.
Así que, hoy en día -tal vez, pero taaaaal vez en el siglo XVIII y XIX- no hay razón para mitificar al pueblo bueno, o los negros como “siempre oprimidos”. El problema de siempre es la voluntad avasalladora que pretende atropellarme e imponer su autoridad, y esa voluntad no tiene color: negro, latino, caucásico, amarillo, trans, gay, mujer, pobre o rico. Y como sabemos a esa voluntad corresponde oponer otra voluntad (mi voluntad de no ser avasallado por nadie. Oponerse de todas las maneras posibles. Incluida la violencia y la insurrección… y también la mala leche de destruir y molestar con vidrios rotos alguna posesión de algún burgués.
Así reparamos en algunos videos virales (sin contexto, hay que aclararlo) donde gente negra de barrios bajos “lumpenizados” golpea a inmigrantes latinos, chinos o lo que sea. No existe solidaridad de clase ni alguna de esas mamadas. Es gente que quiere pasar sobre ti. Igual que los chacas de mi barrio, gente que ¡¡¡por los clavos de cristo!!! merecen una bala en la cabeza. Esta gente siempre ha engrosado las filas de los grupos de choque del PRI, de la organización Antorcha Campesina, del PRD y en general de cualquier partido. En Estados Unidos, dicen los que saben, que los negros y la comunidad oprimida siempre han sido peones del Partido Demócrata. Vetúasaber. Pero ¿les parecería extraño que Kamala Harris sea la compañera de fórmula para la vicepresidencia de los EU de Joe Biden, candidato de ese partido a la presidencia? Yo digo que nel.
De cualquier forma, sigo reclamándome en el lugar que ocupan los lumpenes, los desheredados, los bohemios, los quínicos, porque de ahí también nace un genuino interés en liberarse ¿Por qué? ¿Pues resulta que sigo inmerso en un mundo donde la contradicción es la tónica?
Kaio