(México) Adjudicación de explosivo contra Banjército

Comunicado del atentado realizado por el Grupo Informal de Acción Anarca Feminista Insurreccional Lupe la Camelina.


DESPUÉS DE MEDIA NOCHE…

Justo unos minutos después de las 00:00 horas del 23 de mayo de 2021, colocamos un artefacto explosivo hecho con base en pólvora y gas butano, con el objetivo de destruir las instalaciones de BANJÉRCITO ubicado en CALZADA DEL HUESO 7700 COL GRANJAS COAPA DELEGACIÓN TLAPAN, DE LA CIUDAD DE MÉXICO, objetivo que cumplimos cabalmente.

Lo hicimos porque…

I.

Recordamos a Mauricio Morales, compañero anarquista chileno que muere trágicamente un 22 de Mayo del año 2009, al transportar un artefacto explosivo que aparentemente se dirigía a Escuela de Gendarmeria del Barrio Matta, Santiago. Estas presente compañero!

Atendemos al llamado a las acciones convocadas por los presos anarquistas en el mundo. Desde México, hasta Grecia, desde Montevideo, hasta Bélgica!! desde Argentina hasta Reino Unido, ¡Que el placer armado nos siga encontrando!!!

Condenamos las operaciones represivas contra lxs anarquistas en el Reino Unido y las redes mundiales de contrainformación. Nos solidarizamos plenamente con los que se enfrentan a la represión en el Reino Unido, así como con lxs compañeros de 325, Anarchist Black Cross Berlin, Northshore Counter-Info, Montreal Counter-Info y Act for Freedom Now.

II.

Repudiamos el militarismo mexicano. Hoy vivimos en México en un régimen militarista reforzado. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha profundizado la expansión de la influencia política, presencia y acceso a recursos de los cuerpos militares; incrementando su poder, duplicando su presupuesto y extendiendo su área de influencia: entregándole a los milicos áreas como la migración, puertos y aduanas, distribución de programas sociales, y seguridad publica. Esto, por supuesto, ha provocado una dolorosa profundización de la verticalización social, haciendo cada vez más rígidas las jerarquías sociales. ¿Y cuál es el resultado? más violencia contra las clases explotadas, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales,tortura sexual, aumento de los feminicidios; todo ello castigando, como siempre, con más énfasis el bienestar de quienes creamos la vida: las mujeres. O ¿Cómo, si no arrojándonos al ámbito de lo desechable y apropiándose de nuestros cuerpos pueden sostenerse estas jerarquías sociales? Y luego, cuando las madres, buscando a sus hijos desaparecidos arrojan gritos de horror, ¿Qué tiene para ellas el estado mexicano? !La burla y el desdén es lo único que han recibido de López Obrador! Pero, ¿Cuál es la causa de tanta indolencia? Pensamos que si este sistema es indolente ante nuestros gritos es debido a que es justamente nuestro dolor la condición de posibilidad de la continuación de este orden de explotación, !Es que la estructura de este monstruo se alimenta de nuestra sangre y de nuestros vientres! Sin el valor que creamos, sin la vida que damos, sin los cuerpos que cuidamos ¿Cómo podría reproducirse la vida que después succiona este orden? Por eso es que ni el estado ni el patriarcado ni el capitalismo detendrán por ellos mismos esta masacre, !Vamos a tener que pararla nosotras!

No nacimos mujeres, nos hicieron mujeres. Pues ahora lo reivindicamos! y desde esta mirada les decimos claramente: NO PERMITIREMOS SU EXPANSIÓN, NUNCA MÁS SERES DÓCILES ANTE SU ORDEN DE MUERTE Y MISERIA!

III.

La noche del lunes 3 de mayo se desplomó una «ballena» del Metro de la Ciudad de México, el número de muertos asciende a 26 y hay al menos 10 de los hospitalizados están graves. A todos los culpables, FUNCIONARIOS, CAPITALISTAS, Y ESBIRROS ASESINOS, les decimos: Tengan mucho miedo, porque vamos por ustedes, y puede ser que estemos más cerca de ustedes de lo que creen.

La mañana del 18 de mayo, un grupo de 95 estudiantes (74 mujeres) fue secuestrado por el estado mexicano, en un cobarde acto de criminalización de la protesta social. Exigimos su libertad inmediata. Abajo los muros de las prisiones! todos los prisioneros son políticos!

Próximamente se vienen las elecciones en México. Repudiamos al estado! No lo dejaremos dormir! Encenderemos la revuelta!

¡¡¡Prendamos la llama!!! ¡¡¡Vivamos su goce!!!

¡¡¡Destruyamos este orden!!!

¡Que viva la Anarquía!

Por el Grupo Informal de Acción Anarca Feminista Insurreccional
Lupe la Camelina
Ciudad de México, 23 de mayo, 2021

P.D. Los medios de comunicación burgueses en México callaron esta acción. Eso sólo nos confirma el consenso de clases por el poder. Y reitera nuestra convicción de desbordar el argumento y la acción. SI les incomodamos, si nos quieren callar, significa que vamos por buen camino. NO nos callarán!

(Cuba) Audio de compañero cubano sobre la represión que se vive + comentario

Nos hacen llegar un audio de un compañero cubano sobre la represión que se vive en Cuba, junto con un comentario del compañero Nihil, sobre la polémica que se ha generado con respecto al último Comunicado del Taller Libertario Alfredo López y la consiguiente crítica realizada por Gustavo Rodríguez en el texto “La insoportable levedad del anarquismo guarapero”.

Al respecto y para seguir contextializando la polémica dejamos un breve escrito de Octavio Alberola al respecto “Sobre el comunicado del Taller Libertario Alfredo López”.

Y el escrito de Daniel Pinós “Solidaridad para el Movimiento San Isidro”

Acontinuación el audio testimonio:

Comentario de Nihil:

“El ejemplo de este audio como testimonio, es a lo que le rehuyen lxs del TLAL cuando rechazan las explosiones sociales y peor aún queda en clara evidencia en su comunicado su alineamiento al discurso del gobierno cubano y condenan la disidencia artística y cualquier otra protesta, silenciando la represión actual.” “El comentario de Octavio (liga de portaloaca) también “sin querer” se suma al discurso oficial cubano, al mencionar que: “las explosiones sociales acaban trágicamente y son recuperadas por fuerzas políticas dentro del sistema cuando no por el populismo de derecha fascista”, lo que orilla a que se diluya el debate, cuando lo realmente importante y lo que se necesita debatir es ¿por qué el TLAL, rechaza la “explosión social” en estos momentos en que aumenta la represión? Lo cierto es que no se centra en el texto/respuesta del compañero Gustavo y en el necesario análisis de los puntos del Comunicado del TLAL, se le mire por donde se le mire, es un claro deslinde con los sucesos recientes de La Habana con el Movimiento San Isidro y la represión que ha desatado la dictadura contra lxs artistas disidentes. ¿Qué clases de presuntxs anarquistas son estxs que se oponen cínicamente a la explosión social y se prestan a reafirmar el discurso del Estado?”

Nihil

La insoportable levedad del anarquismo guarapero

Aporte de Gustavo Rodríguez.


Compas (A) en Cuba ¡palante y con ganas! Taller Libertario ...

—Carta abierta a los presuntos anarquistas cubanos

A Canek Sánchez Guevara, a seis años de su partida

«…en mi impenetrable noche

todo se desploma…»

está gritando lo imposible

Lo angélico y otros poemas,

George Bataille

Ante todo, quiero manifestar mi solidaridad con aquellas expresiones e individualidades anárquicas que, pese a las múltiples adversidades, abren brecha contra toda autoridad en el archipiélago cubano. A esos hombres, mujeres y otres que nunca han leído La insurrección que viene ni saben quién carajo fue Bakunin, pero confrontan día a día al Poder en todas sus presentaciones y repelen instintivamente todo lo que huele a autoridad (sea uniformada o civil, pública o doméstica, académica o iletrada, divina o secular). A esxs que –más allá de las razas y preferencias sexuales–, inundan las cárceles y manicomios del “Primer territorio libre de América” y alimentan el espíritu de negación contra todo lo que hace miserables nuestras vidas. A esxs que impulsan la indisciplina subversiva y propagan el ilegalismo, viviendo la Anarquía allende las ideologías, aspirando a la libertad por encima de los discursos retóricos y la verborrea políticamente correcta. Para ellxs, mi sempiterna adhesión.

Desde el primer momento que cobraron voz diversas pulsiones libertarias a lo largo y ancho del territorio dominado por el Estado cubano, dándole vida al Taller Libertario Alfredo López y, más recientemente, al Centro Social ABRA –con sus aciertos y tropezones, errores y prudencias–, he expresado mi solidaridad y respeto por estas iniciativas. Jamás he cuestionado su actuación ni he emitido un solo comentario crítico, pese a discrepancias de calibres varios. Sin embargo, permanecer en silencio hoy, tras la lectura atónita del Comunicado del Taller Libertario Alfredo López de La Habana,i implicaría un acto de complicidad cobarde frente a una desvirtuación flagrante.

De más está indicar mi reconocimiento ante las difíciles condiciones que enfrentan estas iniciativas bajo el nacionalsocialismo bananero que ostenta el Poder desde hace más de 60 años, pero igualmente identifico escenarios adversos para lxs compañerxs anárquicxs alrededor del mundo. Sobran ejemplos de afines en fuga o, sentenciadxs a largas condenas (e incluso asesinadxs) por asumir la lucha anárquica hasta sus últimas consecuencias en todos los confines del Planeta.

Ya me aburrió la perorata en torno a la pretendida excepcionalidad del “caso cubano”, no tanto por la inminente conveniencia de los argumentos sino porque ya no representa novedad alguna. Por el contrario, desde hace muchos años se ha convertido en un camino trillado, en lugar común, profuso de oportunistas y trepadores; motivo por el que considero inadmisible continuar alimentando la solidaridad acrítica con el Taller Libertario Alfredo López de La Habana.

Me pregunto ¿qué significado tiene el anarquismo para estos presuntos compañeros que rechazan a priori “la explosión social”? Tal como cínicamente señalan en su punto número 2, calificando de “trágico” ese probable estallido en “las circunstancias actuales de deterioro organizativo de las clases trabajadoras y los segmentos más precarizados de la sociedad”. ¿Acaso existe un lugar en la faz de la Tierra donde no se verifique ese “deterioro organizativo de las clases trabajadoras y los segmentos más precarizados de la sociedad”? ¿Consideran que la organización de las “clases trabajadoras” es más importante que la insurrección social?

Realmente, me resulta repulsiva esta suerte de anarcoliberalismo guarapero (o leninismo a la inversa), que privilegia abiertamente la forma sobre el contenido y le apuesta al desarrollo del movimiento ficticio de lxs oprimidxs, priorizando la forma de organización como factor virtualmente decisivo en el proceso de las luchas por la liberación total.

Eso que ustedes denominan “clases trabajadoras”, han quedado atrapadas –por su identificación con el trabajo– entre el paro y la precariedad, abandonando la pretendida “función histórica” que el mayor de los hermanos Marx les había asignado por decreto. Hoy, la más viva imagen de esas “clases”, la topan ejemplarmente retratada en el largometraje Parásitos, del surcoreano Bong Joon-ho. Esta fotografía se repite desde La Habana a Tombuctú, escenificando esa revolución que el “proletariado” nunca produjo e invariablemente concluye en la restauración del capital.

Empero, la ruina del viejo movimiento obrero –una vez trascendida su “función histórica”–, lejos de afligirnos nos alegra, porque nos indica la necesidad de lo nuevo y, nos impulsa a extender la lucha real; o sea, nos induce a ensanchar la insurrección permanente, dando paso a la anarquía inmediata (aquí y ahora), como único horizonte, tirando por la borda la tediosa espera por la acumulación de fuerzas y la fe en la sociedad utópica (donde se preserva la condición obrera en lugar de superarse).

Como anarquistas, concebimos nuestra lucha como la destrucción inmediata del Estado y las relaciones capitalistas de producción, y esto solo se concreta a través de la extensión del ilegalismo y la explosión social (que tanto repudian).

La buena noticia es que las “explosiones sociales” no requieren la autorización ni el visto bueno de estos anarcoliberales para producirse. Por lo general, ocurren de manera impredecible y casi siempre les pasan por encima. Se generan a partir de situaciones específicas que se exacerban –como por arte de magia–, sin el consentimiento de estos “arquitectos sociales”, eternamente comprometidos con el recogimiento cotidiano y el acomodo político.

La “explosión social” que cimbró el territorio controlado por el Estado chileno –sin dirección política ni programas revolucionarios–, de octubre de 2019 a febrero del 2020, no estaba “programada” en la calendarización de “acciones revolucionarias” de alguna organización de masas. Surgió de repente; en “las circunstancias actuales de deterioro organizativo de las clases trabajadoras y los segmentos más precarizados de la sociedad”. Comenzó con las inocuas protestas de un puñado de estudiantes secundarios que realizaron una evasión masiva en el Metro de Santiago, a modo de protesta pacífica contra el alza en la tarifa del sistema de trasporte público. Pero esa pequeña chispa, cuando fue auxiliada por la gasolina necesaria, fue suficiente para incendiar la pradera, provocando en cuestión de horas el “estado de emergencia” en dieciséis capitales regionales.

A los compañerxs anarquistas en la región, poco le importaron las motivaciones originales del conflicto. Pronto salieron a incinerar iglesias y a confrontar a los pacos en sus propias madrigueras. Como era de esperarse, inmediatamente la izquierda fungió de apagafuegos, recuperando la revuelta y facilitando la continuidad del Estado-capital. Para entonces, la lucha anárquica callejera se había replegado conscientemente, retomando el ataque selectivo en la oscuridad de la noche.

Sin duda, la vitalidad de los acontecimientos siempre es más potente que cualquier proceso de acumulación de fuerzas. Esas situaciones espontáneas nos brindan la oportunidad (única) de poner en práctica lo que aún está por ensayarse, alejados de las “alternativas” que, sin excepción, aseguran la continuidad de lo existente.

Los acontecimientos insurreccionales ocurren sin pedir permiso y rebasan (afortunadamente) a los organizadores. Así aconteció en París del 23 al 25 de febrero de 1848. Todo inició con la prohibición de un banquete, motivando manifestaciones reformistas en la Plaza de la Concordia. Los ánimos se exaltaron y la “explosión social” se salió de control. Se levantaron más de un millar de barricadas por toda la ciudad. El vandalismo insurreccional cobró presencia. Quemaron edificios públicos, expropiaron armas, asaltaron tiendas. Miles de estudiantes y artesanos, junto a la pequeña burguesía y la naciente “clase obrera”, marcharon iracundos al Palacio de las Tullerías. Pronto se incendió la mecha insurreccional por el resto de Europa: Viena, Pest, Buda, Bucarest, Berlín, Milán… Aquel acontecimiento se conocería como la “Primavera de los Pueblos” pero los nacionalismos supieron recuperar la revuelta y afianzar la dominación.

En 1871 las “explosiones sociales” desatarían nuevamente las pasiones insurreccionales. La Comuna de París resistió dos meses en pie de guerra estremeciendo al mundo, sin el auxilio de líderes ni programas revolucionarios, hasta que estos se impusieron convirtiéndose en su límite. Después vendrían las revoluciones programadas. Es decir, las revoluciones de octubre (la de 1917 en Rusia y, la de 1922 en Italia), imponiendo el fascismo rojo y pardo.

Tras el levantamiento nacionalsocialista del 17 y 18 de julio de 1936, las “explosiones sociales” en la península ibérica animaron el último y más singular de los proyectos revolucionarios en la historia de occidente. Sin embargo, la contrarrevolución esta vez sería administrada por las propias organizaciones obreras y ejecutada a través del frentismo, el militarismo y los llamados a alcanzar el “máximo rendimiento productivo” y a “establecer el orden”, reprimiendo la expropiación de bancos, el asalto a las instituciones y la destrucción de la economía.

Después de este escueto resumen, podríamos definir –grosso modo– las “explosiones sociales” como una práctica de lucha de lxs excluidxs, bastante recurrente en su impulso hacia la liberación total. Desde la muy particular perspectiva anárquica, las “explosiones sociales” merecen definirse como una suerte de trampolín que nos permiten llevar aún más lejos estas luchas, extendiendo la insurrección hacía experiencias todavía sin ensayar.

Las “explosiones sociales” están intrínsecamente relacionadas a la contradicción entre dominados y dominadores; por consiguiente, son el oxígeno imprescindible del fuego liberador. Consecuentemente, nos corresponde a las y los anarquistas facilitar todo el combustible necesario para evitar su extinción. Ese es nuestro propósito específico.

Entonces, reitero la pregunta pero ahora con más ahínco: ¿qué significado tiene el anarquismo para estos presuntos compañeros que rechazan a priori “la explosión social”? Y agrego nuevas interrogantes: ¿quién les dicta el punteo? Y ¿qué pretenden consolidar?

Por si fuera poco, el lapsus cálami antes mencionado; en el punto número 3, exigen “que el marco institucional del país dé prioridad a entidades auto-organizadas, como por ejemplo promover la creación de cooperativas y otros proyectos colectivos de producción y servicios de tipo autogestionario por encima de las micro-empresas capitalistas y otros emprendimientos con base en las asimetrías sociales, en especial el autoritarismo, la burocracia y la desigualdad económica.

Obviando el paradójico interés de estos presuntos anarquistas en jugar dentro del “marco institucional”, es realmente asombroso el catálogo de malabares que emprenden con la intención de fomentar la cogestión y darle continuidad al capitalismo bananero que impera en el archipiélago bajo regencia castrense.

Este tópico específico, aunado a los puntos subsiguientes (4 y 5), nos muestra a bote pronto el posicionamiento teórico-práctico de los abajofirmantes que, sin mediar miramientos, abogan por el desarrollo de nuevos gestores del capital, anticipando el fracaso anunciado de esta farsa.

Evidentemente, confunden el modo de producción con la forma de gestión. El capitalismo es un modo de producción y esto no se inmuta en función de quién o quiénes lo administren. Que lo gestionen (cogestionen o autogestionen) capitalistas, tenócratas, burócratas, militares, sindicalistas o cooperativistas, es completamente intrascendente: no interrumpe el movimiento de la ley del valor (San Carlitos de Tréveris, dixit).

En definitiva, la emancipación no se encuentra donde ustedes insisten en seguir hurgando. Solo alcanzaremos la liberación total destruyendo el modo de producción capitalista; es decir, echando abajo la economía, destruyendo el trabajo y las relaciones sociales que lo determinan.

Pero, dejando a un lado estos exabruptos “inocentes”; lo que aún me alarma más es el discurso subyacente en los puntos 6 y 12:

6. Si ha resultado posible reconocer la legitimidad de representantes de tendencias liberales dentro de la oposición política estatista cubana, nos consideramos portadores de la plenitud de legitimidad en tanto socialistas libertarios y parte de la organización de las clases trabajadoras en Cuba; si no ha sido posible tal reconocimiento, lo exigiremos para todas las opiniones políticas.

12. Estamos en guardia contra cualquier movida que, desde colectivos, procesos o esfuerzos que aspiran a la liberación, pudiese propiciar el emerger de nuevas y peligrosas dominaciones.”

La exigencia de reconocimiento “dentro de la oposición política estatista cubana” por parte del Estado y de “todas las opiniones políticas” como “portadores de la plenitud de legitimidad en tanto socialistas libertarios y parte de la organización de las clases trabajadoras en Cuba”; esboza los lineamientos de un “anarquismo” MUY sui géneris, por decir lo menos, y alumbra las verdaderas intenciones de estos presuntos compañeros, no solo encaminadas al auxilio de la cosmetología sistémica (que pretende presentar al régimen bajo el nuevo maquillaje de la tolerancia democrática) sino que deja ver las ansias participacionistas de los firmantes, mendigando las moronas del pastel.

Para rematar, en el último punto de este patético comunicado, se erigen como policías voluntarios “contra cualquier movida que, desde colectivos, procesos o esfuerzos que aspiran a la liberación, pudiese propiciar el emerger de nuevas y peligrosas dominaciones”. Aquí, no únicamente se revelan como aventajadas pitonisas sino se suman al culto de la continuidad, alimentando el “miedo al Coco”. Ese mítico personaje que siempre amenaza con aparecer si nos portamos mal y del que constantemente echa mano el nacionalsocialismo cubano para preservar el Poder.

No cabe duda que a estos presuntos anarquistas les urge una profunda reflexión en torno al Poder.

El anarquismo no puede definirse si no es a partir de un estado permanente de confrontación con el Poder. La crítica anárquica contemporánea, se funda necesariamente en el reconocimiento de la historicidad presente del Poder, lo que está intrínsecamente vinculado tanto con su distribución institucionalizada (a través de las relaciones de dominación) como con su condición de estrategia, siempre asociada a ciertos regímenes de producción de verdad.

La posibilidad de “nuevas y peligrosas dominaciones” jamás ha sido una limitante para la lucha anárquica. Estamos conscientes que el Poder constantemente se transforma, lo que nos impone la necesidad de reubicar el problema: no se trata de estar “en guardia” contra las movidas, “procesos o esfuerzos que aspiran a la liberación” sino de estar en guardia y confrontar una y cada una de las distintas estrategias del Poder, sabedores que nuestra lucha es permanente.

A mediados de la década de los años cincuenta del siglo pasado, el anarquismo cubano se sumó enérgicamente a la lucha contra la dictadura del general Fulgencio Batista, dejando constancia –en incontables declaraciones y documentos impresos– de los riesgos evidentes “de nuevas y peligrosas dominaciones” próximas a emerger, señalando las características del futuro dictador, así como sus reconocidos vínculos y compromisos con la Iglesia Católica, su militancia ultranacionalista y, la paulatina penetración stalinista en el Movimiento 26 de Julio. Sin embargo, todos estos peligros implícitos no impidieron darle rienda a sus aspiraciones de libertad. Consecuentemente, lucharon por deponer a Batista mientras se preparaban para confrontar al dictador en ciernes.

Lxs anarquistas amamos la libertad e intentamos procurárnosla, aún sabiendo que es un espacio efímero en la interminable secuencia entre tiranía y Anarquía. De ahí la propuesta de insurrección permanente. Cuando renunciamos a esas ansias de liberación total abandonamos la esencia de la lucha anárquica.

Un “anarquismo” que rechaza la “explosión social”; que exige el reconocimiento de su “legitimidad” ante el Estado; que aboga por la cogestión y la continuidad del modo de producción capitalista; que se apresta a maquillar al régimen; se posiciona “en guardia contra cualquier movida que, desde colectivos, procesos o esfuerzos que aspiran a la liberación”; y renuncia a luchar por miedo a las “nuevas y peligrosas dominaciones” que pudiesen emerger; es un “anarquismo” desdentado, sin garras ni corazón, que le apuesta a la sobrevivencia política, sin riesgos ni sobresaltos, al margen del acontecer y de espaldas a la lucha. Un “anarquismo” así no merece esa denominación.

Gustavo Rodríguez,

Planeta Tierra,

A 18 de enero de 2021.


Posdata (de aclaración anticipada): Tras la publicación de esta crítica, no me extrañaría escuchar algunas voces defendiendo lo indefendible desde las penumbras de la ambigüedad, en una especie de acto de expiación; de tal suerte, solo se verificaría la insoportable levedad del anarquismo guarapero y sus lamentables alcances en nuestras tiendas.

Posdata (de consolación): Estoy consciente que nada está determinado de antemano. De ustedes depende –de ahora en más– que las iniciativas del Centro Social ABRA, se enlacen con el ciclo actual de la lucha anárquica y se aboquen a darle vida a la Anarquía o, degeneren, sin pena ni gloria, en el Lawton Social Club y, concluyan sus días entonando “Cuba, qué linda es Cuba” (bajo el sello World Circuit) en cada aniversario luctuoso del empedrado.


(Chile) Soldando cadenas en tiempos de quiebres. Perpectiva anárquica ante el proceso constituyente en Chile.

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“A un año de la revuelta que sacudió octubre nos rebelamos contra todo inicio y fin, rechazamos la idea de una fecha conmemorativa disuelta en las aguas de la Historia y de la cual hacer uso periódicamente, cual trofeo que se desempolva para recordar y vivir, siempre en pasado, la supuesta puntualidad de la subversión y la segmentación de un antagonismo real. Lejos de las opciones del poder y su camino institucional para volver a legitimarse, lo único que queda, lo impagable e incuantificable es la experiencia de proyectar y proyectarse en caminos de negación antagónico a un mundo de falsedades, dominación, miseria y leyes”.

Ante la revuelta, el plebiscito y la situación judicial: Comunicado de prisionerxs de la guerra social por la destrucción de la sociedad carcelaria Octubre 2020/Carcel de Alta Seguridad, Carcel de Santiago 1, Carcel de San Miguel.

UNA PINCELADA DE CONTEXTO

El 18 de octubre del año 2019 en el territorio dominado por el Estado chileno, comenzó una de las revueltas más extensas y categóricas que se haya visto en las últimas décadas. Todo se inicia dentro del contexto de un conjunto de protestas en contra del alza del pasaje del Metro, estas movilizaciones llevadas principalmente por estudiantes secunadarixs, fueron brutalmente reprimidas desde el primer momento.

Quizás las imágenes de las golpizas de lxs guardianxs del poder en contra de estxs jóvenes fue el factor que faltaba para desencadenar la tormenta perfecta, o tal vez fue el hartazgo antes las condiciones de miseria impuestas por décadas agudizadas con la subida del pasaje fue lo que hizo que esa noche muchxs salieran a las calles. La noche del 18 de octubre marco el inicio en el que miles de personas osaron atacar diversos símbolos, estructuras del capital y la autoridad. La destrucción iconoclasta se expandió imparablemente por todos los rincones.

Mientras caían las mamposterías de lxs poderosxs, comenzaban también a configurarse nuevas formas autónomas de relacionarse entre lxs oprimidxs. La revuelta llenó de vida insurrecta y de colores las grises calles; tomó diversas formas explotando sin límites la creatividad individual y colectiva.

El terrorismo estatal durante los primeros días de revuelta asesinó, torturó, violó y mutiló a cientos de personas y seguiría haciéndolo durante meses. La policía no bastó para desplegar toda la furia represiva estatal, necesitaron sacar a los militares, y al igual que en dictadura nos quisieron quitar las noches.

En un intento de apaciguar los ánimos, los mismos de siempre, a puerta cerrada, firmaron el 15 de noviembre un “acuerdo por la paz social” que daba la posibilidad de reescribir la constitución del 80 y fijaba una fecha tentativa para un plebiscito en pos de decidir el cambio a una nueva constitución. Acuerdo de paz que cimentaría en los meses venideros un nuevo acuerdo entre todas las fuerzas políticas que daría curso a las primeras leyes represivas cuyo fin era sofocar la revuelta. La paz de lxs poderosxs huele a muerte y a cárcel, el paquete de leyes represivas (ley antisaqeueo, antibarricadas y varias más) aprobadas el 13 de enero engrosaría aún más el paso de tantxs por los calabozos del capital.

Rápidamente se conformaron dos opciones electorales “Aprobar” el cambio de la nueva constitución o “Rechazar” y mantener la actual, en la misma línea se discutiría la modalidad de dicha modificación: convención constituyente o convención mixta. Todo apunta a transformar la rabia de la revuelta en la fiesta de la democracia, mediante un par de votaciones.

EL CAMINO RECORRIDO

Por todxs lxs que fueron asesinadxs, por los ojos mutilados, por nuestrxs compañerxs encarceladxs.

El plebiscito del 25 de octubre y el proceso constituyente que se deriva a partir de éste, a todas luces es la salida institucional a una revuelta de atisbos insurreccionales; es la respuesta de la cúpula opresora frente a un momento de ruptura radical a un orden impuesto, bajo un claro objetivo: Salir lo mejor “parados posible” ante una crisis que les reventó en la cara. Si bien es cierto que esto no nos sorprende ya que el poder siempre busca perversamente como readecuarse y reajustarse ante los puntos críticos que el mismo poder genera, lo que, por sobre todo, nos provoca una crítica severa es hacia todxs lxs seudxs detractorxs del sistema que a sabiendas de las triquiñuelas que cocina el poder para perpetuarse, avalan irrestrictamente un proceso viciado bajo la conformista lógica del “mal menor”, la cual, al fin y al cabo, ha sido la lógica de la traición histórica en momentos cruciales de la lucha por una transformación radical de lo existente.

Bajo este argumento, quienes siguen el juego de la elite dominante nos dicen que tras la revuelta y los altos costos humanos que conllevó la lucha -muertos, mutilados por cientos, violaciones, innumerables presxs- debemos sacar algo en limpio, debemos conformarnos con una nueva constitución para así romper con una herencia dictatorial que sustenta el experimento neoliberal chileno. Como anarquistas nos oponemos ferozmente a estos placebos que solo buscan aplacar la vorágine de la lucha que se desató tras el 18 de octubre, por tanto, seguiremos apuntando al corazón del enemigo y no comulgaremos con cambios cosméticos gatopardistas. Precisamente por nuestrxs compañerxs asesindxs, por todos los cuerpos mutilados y por todxs los secuetradxs en los centros de exterminio del Estado, es porque debemos continuar y agudizar el conflicto al margen de cualquier vía institucional y siempre renegando del Estado, reforzando nuestras praxis e ideas hasta la liberación total.

El verdadero error histórico.

En este escenario institucional al que quiere ser conducida la revuelta, quienes nos situamos desde posiciones revolucionarias antiestatales en contra del plebiscito y el proceso constituyente, debemos escuchar una serie de caricaturescos reproches por parte de quienes se autoconvencen que este es el mejor escenario posible “por ahora” (un “por ahora” que transita desde el auto engaño a la complicidad oportunista). Una de estas impugnaciones recurrentes es que no votar el 25 de octubre es desaprovechar una oportunidad histórica. Efectivamente vemos el error histórico, compartimos ese argumento pero desde una perspectiva diametralmente opuesta: El error radica en permitir que la esencia radical y acéfala de la revuelta de octubre se re canalice en prácticas movimentistas miopes, determinadas por los tiempos y objetivos que la escritura de esta nueva carta magna marque; el error sería cederles el espacio nuevamente a lxs que se sienten llamadxs a “conducir los procesos” y a generar interlocuciones que atentan contra el carácter autónomo y complejo de la lucha desatada desde octubre; el error en definitiva es permitir que la intensidad y potencialidad de la revuelta sean absorbidas por un devenir institucional que busca “domesticarla” y que dista del sentido original que alimentó la revuelta misma durante meses.

Nuestras ideas antiautoritarias nos colocan por definición en una trinchera que debe negar cualquier salida institucional/constitucional, pero también deben realizar una mirada histórica de la lucha reciente la cual necesariamente refuerza nuestra posición. Al referirnos al carácter o particularidad de la revuelta debemos necesariamente remitirnos a la tensión confrontacional previa al 18 de octubre ya que si bien es cierto que toda revuelta tiene un elemento de espontaneidad , lejos de cualquier planificación, es también cierto que no es casual, no surge de la nada. Evidentemente, por una parte, se explica por la intensificación de un modelo de explotación, de abusos y de injusticia que acumuló una rabia generalizada que se desató en octubre. Por otra parte, es evidente también que es resultado de décadas de resistencia y de lucha ofensiva en la calles; de las acciones directas acontecidas; de la radicalización de individualidades y grupos de afinidad. Si bien es claro que estas tensiones no fueron sostenidas exclusivamente por anarquistas, es innegable que el carácter ácrata de la lucha ha estado presente. Es este carácter que busca otras formas de “hacer” -tanto en la lucha como en proyectualidades de vidas- donde no hay ningún tipo de lugar para constituciones y pactos.

A no perder la experiencia ganada

El falacioso y repudiable argumento de lxs defensorxs del “apruebo” de que hay que “desbordar las instituciones desde las institución misma” solo son un reflejo del engaño y la paradoja a la que apuntan. Un verdadero camino de liberación debe siempre apostar a la negación de las instituciones que se han forjado para reproducir un mundo de control, dominación y explotación. En este sentido, es importante resaltar las experiencias de conciencia y organización que se vivieron tras la revuelta de octubre ya que de alguna manera surgen como una forma de poner en entredicho la institucionalidad existente. Sin duda, el rechazo a toda la clase política (sin excepción) es un reflejo de esto, da cuenta que mucha gente percibió como obsoleta la función nefasta de estos iluminados que rasgan vestiduras en su discursillo de la búsqueda del bien común y que en el fondo solo anhelan el beneficio de sus intereses sectoriales Esto ha permitido avanzar en un camino, sin duda de forma aún incipiente, a formas más autónomas de organización. Dentro de estas experiencias, la consolidación de organizaciones territoriales, que no solo se expresan en las asambleas territoriales, son un claro reflejo del terreno ganado tras la revuelta, donde diferentes formas e iniciativas de acción han buscado desmarcarse de una institucionalidad centralista.

Otro terreno crucial en el cual se ha avanzado de forma categórica ha sido que a partir del 18 de octubre se entendió de forma amplia que solo a través del uso de la violencia es posible poner en jaque la realidad que se nos ha impuesto; que es legítimo el ejercicio de la violencia como una herramienta que puede hacer temblar los cimientos en los que se ha erigido este mundo de dominación; que lxs rebeldes tras las capuchas, hoy la llamada, por algunxs, primera línea, han sido, son y serán protagonistas de la ofensiva que busca romper con lo existente.

Todo proceso institucional que se nos quiera imponer, llámese plebiscito, proceso constituyente o elecciones, en última instancia buscarán mermar la experiencia ganada a partir de la revuelta, buscarán recomponer una servidumbre voluntaria que ha sido cuestionada de forma clara y categórica en este último tiempo, ante lo cual solo nos queda seguir robusteciendo las prácticas y tensiones contra todo poder y autoridad.

SOBRE LA CONSTITUCIÓN Y SUS IMPLICANCIAS.

La Constitución es el marco legal que regula el funcionamiento de la sociedad, es, como se dice de forma reiterada, el manual de convivencia que determina lo que se puede o no hacer. Ya sea elaborada por una persona, por un consejo de expertos, por el congreso o por una asamblea ciudadana, la Constitución es un documento que pretende abarcar cada aspecto y dimensión de la sociedad, a la cual entiende como un todo homogéneo. Incluso aunque contemple grados de diversidad y autonomía para ciertos territorios dentro del Estado como puede ser el reconocimiento de la plurinacionalidad, es la encargada de fijar los criterios generales, constituyendo la base de la articulación estatal.

El Estado, sea del tipo que sea, requiere de una Constitución para ejercer su poder en la medida que es el fundamento y respaldo de su accionar. De más esta decir que viéndose amenazado, el Estado, como ha quedado demostrado, no tienes problemas en pasar por alto la Constitución si ésta resulta ser un impedimento para llevar a cabo medidas represivas o de exterminio que aseguren su supervivencia. No obstante, por lo general, las constituciones contemplan la labor represiva del Estado, por lo que solo basta echar mano de algún artículo para justificar y validar masacres y asesinatos.

ESTADO, PUEBLO Y CONSTITUCIÓN

Como se apuntó, la Constitución es elaborada para el funcionamiento de la sociedad entendida como un conjunto, como un organismo vivo que divide sus funciones para desarrollarse y salir adelante. La sociedad, en definitiva, es una institución en la medida que pasa de determinar y controlar la vida de los individuos que la componen, situándose por sobre estos, a quienes les coarta su iniciativa y voluntad. El todo pasa a cobrar más importancia que sus partes y adquiere vida propia e independiente que necesita de un orden para funcionar. Ese orden que supuestamente otorgaría armonía al conjunto, no es más que el sistema opresor encargado de vigilar, controlar y reprimir cualquier atisbo de desobediencia o conducta que salga del marco establecido. Al estar ideado y planificado para toda la sociedad, el orden requiere de un poder centralizado que lo lleve a cabo, el cual se erige como una figura sagrada que, por lo tanto, adquiere características trascendentales. Dicha institución es el Estado.

Creemos innecesario exponer en este breve documento todas las críticas y los argumentos que fundamentan nuestra aversión hacia el Estado, sin embargo resulta importante señalar que lo entendemos mucho más allá que ser el encargado de velar por el orden público y la vigilancia, cual gendarme que custodia los intereses de los capitalistas. Su labor y alcances son bastantes más extensos y complejos, abarcando prácticamente la totalidad del comportamiento individual y colectivo de quienes viven bajo su influencia. En cada conducta delegacionista, paternalista y/o autoritaria, entre otras muchas más, podemos ver la presencia innegable del Estado naturalizada con el paso de los años.

El Estado necesariamente debe dotarse de instrumentos que lo sustenten, instrumentos que también adquieren connotaciones sagradas que les otorgan la calidad de incuestionables. Dentro de éstos se encuentra la Constitución, la cual sería fruto de la “voluntad del pueblo”.

Ahora bien, ¿qué es el pueblo? ¿es la mayoría de la sociedad que se pone de acuerdo en algo? ¿es la opinión de uno u otro partido político?. La definición de dicho concepto nunca queda clara y siempre es utilizado para justificar alguna decisión o acción de algún sector político que se arroja el derecho a su representación.

Al igual que el concepto de “Dios” o “Estado”, el “Pueblo” corresponde a una abstracción alejada de la realidad. Es un término o idea que se ha instalado y validado en el imaginario colectivo como un conjunto homogéneo que de ser analizado y desgranado salen a relucir de inmediato sus inconsistencias.

Entonces, la Constitución emanada de la voz del pueblo viene a validar y servir de soporte al Estado, figura sagrada por excelencia. De ahí la importancia de la Constitución. Es, al igual que las tablas de la ley con sus 10 mandamientos, el dictamen impuesto por una entidad superior – en este caso el pueblo soberano – que deberá ser ejercido y ejecutado por un poder centralizado: el Estado.

Así, el Estado y la Constitución son inseparables. No se entiende el uno sin el otro, y, como señalamos anteriormente, aunque el Estado sea plurinacional, dicha particularidad tendrá que estar especificada y permitida en una carta fundamental.

PROYECCIONES

Luego de las franjas, las papeletas, los constituyentes y su nueva constitución.

Sabemos que las ilusiones no cesarán luego del plebiscito del 25 de octubre, sino se intensificarán en las nuevas etapas de lo que se ha denominado como “proceso constituyente”. Nuevos paraísos terrenales ofrecerán para la elección de constituyentes, y luego para validar la redacción de la carta magna. Cual repetida campaña presidencial las promesas abundan con la tonada de que es efectivamente el cambio en la constitución el que tendría la capacidad transformadora de nuestra realidad.

El espejismo juega con la propia limitancia de este mundo: La única forma de ser libre es cambiar el estilo de las cadenas, su color, el tamaño y forma de sus eslavones. Nuestra realidad y orden social solo estaría constituido por aquel conjunto de reglas, por lo que nuestra máxima aspiración es reescribirlas, modificarlas o incluso refundarlas. ¿Libertad?¿El fin de la opresión? Imposible, mejor luchar por nuevas leyes, nunca pensar en destruir este orden completamente, ni sus instituciones y relaciones.

En la constante lucha por la libertad, somos descarados y ambiciosxs: Apostamos por la liberación plena, por la destrucción del Estado y, por lo tanto, de su Constitución entendida como uno de sus principales instrumentos de control y opresión. Aún siendo emanada por alguna asamblea ciudadana o por un otra entidad más o menos representativa, su indivisibilidad con el Estado es incuestionable, constituyendo uno de los elementos principales de su perpetuación. Defender la constitución es defender al Estado, refundar la constitución es refundar al Estado.

La libertad no vendrá de algún nuevo conjunto normativo ni de nuevas leyes, eso no solo lo sabemos, sino que nos lo repite la historia de forma incansable. No se trata de que solamente el proceso constituyente sea una estafa, se encuentre “mal” diseñado o este consensuado y manchado de sangre, mutilados, huesos rotos, agendas represivas y presxs tras el llamado acuerdo por la paz social, que le dio origen. La Nueva Constitución forja un armatoste para reforzar la unidad y un pacto social, amarrando a todos los individuos a sus leyes y a una legalidad determinada, la cual refuerza el conjunto social, conjunto que es contrario y elimina toda individualidad y su capacidad de liberarse de la opresión.

“Los derechos” suenan como algún logro posible dentro del sistema, pero aquello no es más que la comida que el amo da al esclavo. ¿Queremos mejores condiciones de esclavitud o arrojarnos para abolir de una vez por toda la explotación y opresión? Octubre del 2019 abrió una grieta en el muro de los poderosos, una trizadura en sus relaciones y mundo que debemos profundizar si queremos aventurarnos a vivir de verdad. La posibilidad de arrancar de esta realidad de explotación, opresión, trabajo asalariado, mercancías, fronteras y cárceles se encuentra precisamente ahí. Arrancar para adelante al desconocido camino de la libertad. Cuando podemos soñar y alcanzar todo, destruir todas las estructuras de dominación, algunos quieren repintar sus murallas, remodelar sus oficinas, hacerlas más amigables, remodelar las cerámicas y cañerías de los hornos crematorios.

¿QUÉ CONTEMPLA Y QUE NO LA NUEVA CONSTITUCIÓN?

Una Nueva Constitución, con diversidad y colores o con los grises trajes significa un nuevo pacto para el Estado, una nueva legitimidad para nuestros opresores, revalidar las balas policiales, el orden del dominio y su opresión.

Lejos de los jingles musicales y caras coloridas, el proceso trae nuevas cárceles, nuevas leyes, policías, rejas, explotación, depredación medioambiental, aburrimiento y la acostumbrada monotonía del capitalismo. Algunos dirán que se buscará limitar o incluso sancionar los “abusos”, una nueva fantasía ofrecida por lxs opresores: Es el poder, el Estado en si mismo el que trae en su esencia la relación de dominación. El Estado y su constitución los completos enemigos de la libertad.

¿Qué elementos quedan afuera de la nueva constitución? Como lo hemos señalado en reiteradas ocasiones, esta reformulación no contemplará el fin de la asfixiante realidad de opresión, sino que la fortalece dándole nuevas coartadas de legitimidad. Lxs compañerxs en prisión seguirán en las cárceles, los carros blindados de la policía no se marcharan, la dictadura del trabajo asalariado permanecerá intacta al igual que el mundo de las mercancías y las relaciones de autoridad.

Al canalizar la revuelta a un terreno institucional, esta inmediatamente se encuadra en sus límites, los refuerza, los fortifica y los vuelve a legitimar. Claro está, quien lo cuestione o no acepte someterse al juego democrático, recibirá toda brutalidad del Estado con sus viejas y nuevas constituciones.

¿QUÉ PROPONEMOS? ¿QUÉ VIENE? ¿HAY SALIDAS AL “MAL MENOR”?

Un acuerdo para legitimar a nuestros opresores, un nuevo pacto y paz social fue la desesperada salida que toda la clase política, la elite empresarial y la casta de los poderosos se fijaron en un acuerdo básico: Hay que salvar las instituciones y al Estado como sea.

Las posibilidades de una insurrección o incluso una revolución estaban al alcance de la mano en aquel octubre, pero lo que vemos ad portas del plebiscito no es una nueva discusión, sino una bastante antigua y repetida durante la década de los 70, luego a finales de la dictadura y ahora el 2020. Hoy volvemos a enfrentarla: ¿Vía institucional o insurreccional?

Algunos levantaran un relato idílico que muestra ambos caminos como formas diferentes para un mismo fin, lo cierto es que aun cuando en ocasiones se hayan utilizado métodos insurreccionales para refundar institucionalidades, en una revuelta desbocada como la comenzada en octubre, existen fines completamente antagónicos.

Hoy como en aquella primavera, nos seguimos encontrando en aquel dilema: ¿o vamos por todo, o destruimos completamente la institucionalidad y su mundo para construir y crear nuevas posibilidades o nos volvemos a enfrascar en sus limitaciones, mejoradas, adornando con flores los alambres de púas? Optar por el mal menor, optar por “la pequeña mejora” es optar por el mundo del Estado y la opresión.

Ante nuestra completa oposición al plebiscito y a todas las constituciones ¿Que podemos proponer? Nuestra afirmación es que sabemos exactamente lo que traerá el proceso constituyente, detalles más o menos. Sabemos en qué termina y sabemos cómo es el mundo del orden, del domino, del Estado, del capital y el patriarcado, lo conocemos perfectamente.

En este sentido, nuestra apuesta – que va de la mano con la destrucción del Estado – es por la desintegración de la sociedad y por la formación de comunidades autónomas en lucha. No pretendemos sentar las bases o señalar cómo sería un mundo sin Estado ni autoridad, por cuanto dichas especulaciones corresponden a ensoñaciones que solo tiene el propósito de engañar y establecer certezas como lo hacen religiones y partidos políticos. Sin embargo, creemos necesario caminar y experimentar desde formas de relacionarnos que tengan a la libertad individual como centro y que contemplen la confrontación permanente contra la autoridad como práctica indispensable.

Las comunidades autónomas en lucha, al ser la negación de la lógica totalizante de la sociedad, quiebran de raíz con la Constitución, destrozándola desde el momento en que optan por una autonomía contraria a cualquier amarra del Estado.

Así, la lucha por la apropiación de nuestras vidas implica necesariamente alejarnos y combatir cada instrumento y expresión del Estado, construyendo caminos que, sobre la marcha y en la lucha, generen espacios de autonomía y libertad.

A “lxs compañerxs” que vayan a votar, quienes coquetean con ideas anárquicas y se lanzan rabiosos a defender la nueva constitución, los rituales de la democracia, la delegación y votación. Solo nos queda recordar su inminente complicidad con los futuros asesinatos, los encierros, la represión y la miseria de vida que se mantendrá si no apostamos por la completa destrucción del Poder, el Estado y toda autoridad.

Contra el plebiscito y su acuerdo por la paz social, contra todas las leyes y constituciones
¡Que la revuelta destruya el Estado y toda institucionalidad para abrir caminos de liberación!

-Algunxs persistentes antiautoritarixs-

(Chile) A un año del 18 de octubre seguimos propagando la insurrección anárquica contra el poder

La propagacion de la acción anarquica insurrecional, a modo de propuesta teorica y práctica de liberación sin lideres, jefes ni dirigentes, se ha propagado en Chile y el mundo como una praxis de acción ofensiva contra el estado y como forma de resistencia y ataque contra toda forma de autoridad.

En Chile, con el paso de los años, la tendencia anárquica insurreccional evidencia un planteamiento anárquico siempre en continuo avance. Previo a la revuelta masiva iniciada el 18 de octubre, en las calles existía ya una atmosfera de lucha: grupos minoritarios de acción, manifestaciones y jornadas de protesta que daban cuenta de un escenario siempre fértil para enfrentamientos y ataques a la dominación y los simbolos del capital.

Así, a lo largo de las décadas recientes se ha forjado una continuadad insurreccional desde diversas individualidades y grupos que apuestan por la lucha confrontacional, siempre desmarcándose de partidos y plataformas, avanzando sin tregua por la liberacion total, sin tranzar ni pactar con el poder y marcando una abierta distancia con el peticionismo conyuntural que siempre termina por ser sofocado cuando la protesta tiene limitantes reformistas que solo fortalecen la existencia del estado.

En la evolucion combativa del ciclo de lucha iniciado a mediados del 2000, la ofensiva anárquica ha ido generando a pulso su propia historia de lucha antiautoritaria, separada de la lógica jerárquica del partido, del etapismo del sindicato y del autoritarismo del grupo de vanguardia. Con aciertos y errores, lxs anarquícxs insurrectxs en este territorio hemos desarrollado nuestros propios planteamientos y elementos de lucha, tejiendo con un hilo negro nuestras dinámicas teóricas, valoricas y prácticas que nos conectan con otrxs hermanxs y cómplices en el mundo.

Hoy, en un contexto de una revuelta generalizada y amplia en sus matices, ideas y fines, seguimos propagando la anarquia aquí y ahora contra toda forma de autoridad, con el horizonte insurrecto apuntando siempre a intervenir en la realidad de manera multiforme y sin ambigüedades en la lucha contra el estado-carcel-capital.

Por todo esto, nos parece fundamental revitalizar la idea y acción antiautoritaria de la tendencia anárquica informal. La memoria es nuestra arma y nuestra propia experiencia es el terreno de experimentación para encender la mezcla incendiaria de nuestras certezas, apuestas y convicciones materializadas en la ofensiva contra toda forma de poder.

Profundizar nuestras raíces, preparar nuestro terreno, cuidar los nuevos brotes, endurecer nuestro tronco y extender nuestras ramas y hojas para que florezca la anarquía y la libertad atacando al dominio a pesar de su poder y de su control, saboteando su sistema y propagando la horizontalidad y las relaciones de afinidad lejos de cualquier intento ciudadano o izquierdista de cooptar la revuelta. Ese es el desafío que hoy asumimos en el actual escenario de lucha.

Por la conflictividad permanente con cualquier orden social.
Ni Estado ni ciudadanismo.
Ni dictadura ni democracia.
Contra todas las leyes y constituciones.
Solidaridad activa con lxs presxs en lucha.

POR LA LIBERACIÓN TOTAL
PROCURA QUE VIVA LA ANARQUÍA

(Chile) El triunfo de la democracia y lxs falsxs críticxs

Notas al Galope sobre la revuelta popular en Chile ...

Mientras miles de chilenxs celebran el triunfo electoral para cambiar la Constitución, nosotrxs seguimos en pie de guerra contra toda forma de poder.

Hoy el Estado chileno, los partidos políticos y la prensa oficial celebran junto a la ciudanía el nauseabundo triunfo de la democracia, de la vía institucional y de la cultura cívica y republicana, como si del triunfo de un campeonato mundial de fútbol se tratase.

¿Cómo sostendran lxs «revoltosxs», hoy devenidxs en orgullosxs votantes, esta contradicción? No lo sabemos.

Lo que sí sabemos es que lxs que ayer denunciaban la «brutalidad» de la represión, hoy fueron amablemente recibidxs en las urnas escoltadas por policías y militares.

Lo que también sabemos es que sobre la sangre fresca del pavimento que vio caer asesinado por balas policiales hace tan solo tres días al joven Anibal Villarroel, hoy lxs tan idealizadxs pobladorxs bailan y cantan ebrixs de democracia.

Ganó Chile, ganó el Estado, ganó la sociedad y su deseo de vivir bajo un nuevo pacto social con el dominio, ganó la volutad mayoritaria de generar nuevos consensos sociales. Al final de día, con barricadas más o barricadas menos, ganó el mismo viejo guion escrito y reescrito históricamente en los palacios del poder para frenar las revueltas, para desviar las rebeliones hacia causes institucionales y partidistas.

Y el poder ríe, ríe y ríe. Ríe porque se validan las instituciones. Ríe porque ahora tendrá a su disposición más ciudadanxs «concientes» y democráticxs que ayuden voluntariamente a señalar a lxs refractarixs, a lxs divergentes, a lxs insurrectxs, a lxs «descolgadxs», a lxs «violentxs» que interfieran en sus procesos de cambio llenos de repugnante civilidad. El poder ríe, porque sabe que aun con culposa esperanza incluso algunxs cuantxs autodenominadxs anarquistas acudieron a las urnas a rendirse oficialmente ante el enemigo, a renegar de sus ideas, a capitular en sus convicciones tan líquidas y volátiles como la memoria del tan romantizado «pueblo».

Nosotrxs, orgullosa minoría de sediciosxs, seguimos en guerra contra el poder sin confusiones, multiplicándonos y fortaleciendonos en el caos.

Porque nuestra revuelta no empezó el 18 de octubre ni finalizará con un asqueroso plebiscito.

MUERTE AL ESTADO Y AL CARNAVAL DE LA DEMOCRACIA.
LA ANARQUÍA VIVE EN EL ATAQUE CONTINUO A LA DOMINACIÓN.
POR LA INSURRECCIÓN PERMANENTE SIN LIDERES NI DIRIGENTES,
CON NUESTRXS MUERTXS EN LA MEMORIA Y NUESTRXS PRESXS EN LA LUCHA,
SEGUIMOS EN GUERRA CONTRA TODA FORMA DE PODER.

Anárquicxs no pacificadxs del sur de Abya Yala ($hile).
26 de octubre 2020.

(México) Consecuencias inesperadas de la anarquia frente al feminismo en Méxicofe

Frente Ni Una Menos anuncia salida de ocupación en CNDH ...

Consecuencias inesperadas de la anarquia frente al feminismo en México – PDF con fotografías de referencia y notas al pie

La multiplicidad de formas que en las últimas décadas han tomado los anarquismos, nos lleva a replantear  las  tendencias  y  estrategias  que  están  reconfigurándose  o  emergiendo  dentro  de  estos y de su influencia en otras luchas. Aquí,  se  vuelve  necesario distinguir, un principio que se  mantiene  en  los  anarquismos  y,  que  les  mantiene  fuera  de  la  fauna  liberal  o  de  izquierda  que se asume como ácrata. Tal principio lo pudiésemos definir como una ética que, deviene en una   afrenta   a   cualquier   forma   de   poder   jerárquico,   construida   desde   lo   común   en   la   individualidad. Por lo tanto, entender hoy en día al anarquismo como una ideología sería una miopía que lleva a concebir aberraciones como el “anarcocapitalismo” o al entendimiento del zapatismo  y  de  muchas  formas  de  feminismo  como  anarquistas.  Pensado  en  estos  últimos,  valdría la pena recordar a Emma Goldman quien despotricó    contra las mujeres sufragistas de su  época  (primera  ola  del  feminismo),  bajo  el  entendido  de  que  la  libertad  no  se  podría  alcanzar  en  las  urnas.  Hoy  día  los  feminismos  son  tan  diversos,  los  hay  reformistas  con  simpatía por el Estado, con visiones autoritarias y esencialistas sobre el cuerpo, así como otros totalmente liberales, unidos bajo el manto de la ausencia de una crítica contundente  contra el poder, pero también dentro de ellos hay algunos que se articulan bajo una ética anarquista.

Breve cronología del movimiento

 

Las  movilizaciones  feministas  en  diferentes  partes  del  mundo  se  han  agudizado,  en  América  Latina, se han hecho más evidentes tras la irrupción de la denominada “marea verde” que, en 2018 pedía la despenalización del aborto en Argentina. En México, su influencia se hizo notar rápidamente. Las marchas y los performance feministas (como “un violador en tu camino” [2]) se volvieron  tendencia  en  redes  sociales  y  espacios  públicos.  En  centros  de  trabajo,  en  centros  educativos,  dentro  de  instituciones  e  incluso  dentro  de  espacios  izquierdistas  o  anarquistas,  emergiendo la denuncia anónima como herramienta política, para exponer cualquier forma de agresión entendida como “violencia de género”. Hecho que hizo endeble los posicionamientos de  anarquistas,  pues  algunas  veces  se  llegó  a  recurrir  a  la  justicia  del  Estado  para  arremeter  contra los agresores e incluso muchos de estos, se volvieron ávidos legitimadores del proceso de   justicia   exigiendo   pruebas   o   demandas   oficiales   para   reconocer   o   no,   su   agresión.   Mermando  la  posibilidad,  de  pensar  o  crear  vías  para  dar  resolución  a  estos  procesos  sin  la  necesidad del Estado.

Bajo este contexto, es que ahora vemos una vinculación bastante estrecha entre anarquismos y feminismos, no podemos determinar que posturas, colectivos o individualidades se deben de reconocer  como  anarcofeministas,  pues  se  encuentran  en  un  proceso  de  consolidación  y  reformulación  constante.  El  16  de  agosto  de  2019  en  la  Ciudad  de  México  se  convocó  a  una  movilización por parte de diferentes grupos, colectivos y colectivas para pedir justicia por una joven  que  fue  violada  por  policías,  la  cual  terminó  con  una  insurrección de  mujeres  que  vandalizó inmobiliario público y con la quema de una estación de policía.

 

En  ella,  el  Estado  hizo  gala  de  una  represión  con  “enfoque  de  género”  propia  de  la  agenda  progresista que mantiene. En los primeros días de julio de 2020 se montó un plantón frente al palacio  nacional  por  parte  de  los  familiares  de  mujeres  asesinadas  que  no  han  encontrado  justicia  en  las  instancias  correspondientes.  En  plena  pandemia  los  casos  de  feminicidio  y  de  violencia  intrafamiliar  aumentaron,  ante  esto,  el  presidente  se  mantuvo  con  una  actitud  machista y conservadora negando estos hechos de manera rotunda y promocionando la venta de  boletos  de  la  rifa  del  avión  presidencial,  como  era  de  esperarse  diversos  sectores  se  sintieron agravados. Así pues, a un año de la quema de la estación de policías un bloque negro de  menos  de  200  mujeres  se  manifestó  nuevamente  el  16  de  agosto,  siendo  cobijadas  por  el  calor de 1600 granaderas quienes arremetieron contra ellas de manera sutil. Eventualmente el plantón  frente  al  palacio  nacional  se  retiró,  pues  estuvo  bajo  un  constante  hostigamiento  de  las autoridades además de que las inclemencias del tiempo no ayudaron.

 

El  2  de  septiembre  de  este  mismo  año  en  las  oficinas  de  la  Comisión  Nacional  de  Derechos  Humanos (CNDH) ubicada en el centro histórico a unas cuadras del palacio nacional, se dio cita María  Isela  Valdez  quien  se  había  arrodillado  ante  el  presidente  para  pedirle  justicia  por  la  desaparición de su hijo en 2014. En esta ocasión, María Isela junto con Marcela Alemán y Silvia Castillo,   madres   de   una   niña   víctima   de   violación   sexual   y   de   un   joven   asesinado,   respectivamente,  se  presentaron  ante  Rosario  Piedra  titular  actual  de  la  CNDH,  quien  no  les  atendió  por  no  traer  bien  formulada  su  carpeta  de  investigación.  Ante  esta  negativa,  Silvia  amenazó con suicidarse y Marcela decidido encadenarse a la silla.

 

Rosario Piedra,  la CNDH y los tentáculos del poder

 

hora  bien,  ¿Quién  es  Rosario  Piedra?,  ella  es  hija  de  la  activista  Rosario  Ibarra una  de  las  primeras  madres  en  emprender  la  búsqueda  de  su  hijo,  Jesús  Piedra,  quien  fue  detenido  en  1974 por  estar  vinculado  supuestamente  en  un  asesinato  perpetrado  por   la  “Liga  comunista  23  de  septiembre” [3].  Desde  entonces  a  la  fecha,  ha  encabezado  una  búsqueda  por  su  hijo,  fundando  el  Comité  Pro  Defensa  de  Presos,  Perseguidos,  Desaparecidos  y  Exiliados  Políticos  (Comité  ¡Eureka!).  Actualmente  la  hermana  de  Jesús  Piedra  se  encuentra  como  titular  del  organismo  que  supuestamente  procura  se  respeten  los  derechos  humanos,  ungida  por  la mano del presidente, es que llega a este puesto. Ante esto, debemos de preguntarnos ¿Cómo el  dolor  de  la  pérdida  de  un  hermano  en  manos  del  Estado  se  trasforma  en  el  deseo  de  un  puesto de gobierno? Si bien, se nos podrá increpar diciéndonos que busca una mejoría social esperando que su  dolor  no  se  repita  en  alguien  más,  esta  mejoría  jamás  saldrá  de  los  parámetros  que  le  convengan  al  Estado  o  a  las  manos  del  capital,  por  lo  tanto,  no  podemos  esperar más que, una buena administración y gestión sobre nuestras vidas por parte de ellxs. Como  anarquistas,  ningún  funcionario  público  o  gobierno  nos  podrá  ofrecer  la  libertad  que  anhelamos y mucho menos la justicia que aclamamos.

 

La Okupa “Ni una Menos” una aguja en el corazón del Estado

 

Tras  el  encadenamiento  de  Marcela  Alemán,  fueron  llegando  a  las  instalaciones  de  la  CNDH  feministas  a  apoyarla  hasta  que  el  día  4  diversas  colectivas  entraron  y  tomaron  el  edificio  proclamándolo  como  una  “Okupa”,  más  adelante  las  primeras  mujeres  que  iniciaron  la  protesta  se  retiraron  de  las  instalaciones.  En  los  días  posteriores  renombraron  el  lugar  llamándolo  “Okupa  ni  una  menos”,  interviniendo  las  paredes  y  las  pinturas  de  personajes  históricos como Francisco I. Madero o Morelos, hecho que enardeció al presidente.

 

Este  hecho  alentó  a  más  mujeres  a  que  accionaran  contra  otras  instalaciones  de  la  CNDH  en  otros  estados.  Una  de  ellas  fue  la  toma  de  la  sede  de  la  Comisión  de  Derechos  Humanos  del  Estado  de  México  (CODHEM)  en  Ecatepec  el  10    de  septiembre,  buscando  repetir  la  acción  llegaron a irrumpir a las instalaciones, sin embargo, en la madrugada del día siguiente llego la policía  a  sacarlas  del  espacio  de  forma  violenta  y  en  vehículos  no  oficiales,  llevándoselas  detenidas [4. Ante estos hechos, la Okupa Ni una Menos se pronunció repudiando la actuación del  gobierno,  por  otra  parte,  algunas  individualidades  decidieron  ir  a  las  instalaciones  ese  mismo día para vandalizarla y terminar quemándola.

 

Bajo  esta  coyuntura  el  sábado  12  un  grupo  de  mujeres  encapuchadas  toman  la  estación  del  metro chabacano, exigiendo el cese al hostigamiento policial a los vendedores informales que hacen entregas en el metro de sus productos [5].

 

El  14  de  septiembre  la  “Manada  Periferia”  realiza  una  acción  en  un  puente  peatonal  en  Valle  de Aragón, Nezahualcóyotl, Estado de México. A la par, en la Okupa Ni Una Menos se realiza la “Antigrita”  con  un  programa  artístico  cultural  y  un  mitin  con  algunas  madres  agraviadas,  en  este  evento  la  señora  Yesenia  Zamudio  quien  encabeza  el  frente  “ni  una  menos”  se  muestra autoritaria y al día siguiente se hacen públicas algunas fricciones que posteriormente llevaron a una ruptura interna entre las facciones dentro de la toma. Una de ellas, denominada “Okupa Bloque Negro [6]” fue quien se deslindó principalmente de Zamudio por dar nombres de algunas nompañeras exponiendo su integridad y por el señalamiento de un mal uso del dinero que se ha recolectado y, respaldando a Erika Martínez madre de una niña de 7 años que fue violada. Y aunque pareciera una decaída del proceso, en la madrugada del 18 manifestante tomaron las entradas  de  Ciudad  Universitaria  e  incendiaron Inmobiliario  del  lugar,  dañando  dos  vehículos  de  vigilancia  y  realizaron  pintas  en  respuesta  por  la  detención  de  Elis  Hernández  quien  fue  detenida  en  abril  pasado  por  su  supuesta  participación  en  la  quema  de  un  edificio  de  la  FES  Acatlán  (actualmente  ya  fue  dejada  en  libertad).  A  la  fecha,  la  Okupa  “Ni  una  menos”  se  encuentra  aparentemente  afianzada,  siendo  habitada  por  mujeres,  niñxs  y  algunas  personas  de  la  tercera  edad.  A  lo  largo  de  este  mes,  se  han  mantenido  abierto  el  espacio  a  público  en  general  ofreciendo  talleres  diversos  y  realizando  eventos  como  “la  mercadita”  (donde  las  mujeres pueden vender productos varios), pero manteniendo un posicionamiento separatista.

 

Represión policial bajo el seno de las Ateneas

 

El 27 de este mismo mes, en una marcha que no reunía a más de cincuenta mujeres salidas de la Okupa ni una menos, con motivo por la despenalización del aborto en el país, varias decenas de  mujeres  granaderas  principalmente,  las  encapsularon  por  al  menos  un  par  de  horas,  para  que finalmente fueran replegadas hasta la Okupa. Cabe señalar, que varias cuadras de la zona del centro de la Ciudad de México se encuentran amuralladas y protegidas por escuadrones de policías  en  diversos  puntos,  esto  debido  a  las  movilizaciones  que  se  esperaban  por  la  conmemoración de lo acontecido en Ayotzinapa hace 6 años y del 2 de octubre. Desde el 2019 la llamada de granaderas por parte del Estado para contener o amedrentar a las movilizaciones feministas,  se  ha  vuelto  una  estrategia  sutil  para  apaciguar  a  los  ojos  de  la  ciudadanía  la  represión que se mantiene principalmente sobre las mujeres.

 

Para  ello,  en  la  capital  del  país  se  encuentra  la  agrupación  Atenea,  perteneciente  a  la  Secretaría  de  Seguridad  Ciudadana  (SSC)  encabezada  por  Itzania  Otero,  quienes  han  sido  las  encargadas  de  tomar  la  batuta  a  la  hora  de  hacer  frente  a  las  protestas  de  mujeres,  siempre acompañadas de policías hombres, que se encuentran detrás de ellas a forma de refuerzo. En otros  estados,  esta  misma  estrategia  se  comienza  a  observar,  se  tendría  que  ser  bastante  ingenux  para  pensar  que  una  mujer  policía  es  un  mal  menor,  sin  embargo,  incluso  dentro  de las  propias  movilizaciones  hay  quienes  ven  con  buenos  ojos  que el  garrote  se  empuñado  por  una mujer y no por un hombre.

 

En  la  jornada  llevada  a  cabo  al  siguiente  día,  por  el  Día  de  Acción  Global  para  el  Acceso  al  Aborto Legal y Seguro, se vio opacada por el circo mediático montado por los medios oficiales por el altercado entre manifestantes y las Ateneas, pues un medio presentó la imagen de una mujer  de  este  agrupamiento  llorando.  En  lo  dicho  por  las  autoridades  este  destacamento  no  utiliza gas lacrimógeno ni otros medios para la contención de las manifestaciones, no obstante, en   decenas   de   fotos   se   ve   como   lo   utilizan,   además   del   testimonio   de   las   propias   manifestantes.  Así  pues,  esta  Atenea  se  encuentra  llorando  como  resultado  del  propio  gas  lanzado por sus compañeras y no por haber sido agredida por una feminista.

 

Replicas en otros estados

 

El 5 de septiembre alrededor de 40 mujeres que protestaban fueron detenidas en el estado de Chihuahua,  mientras  se  manifestaban  pacíficamente.   El día  10  del  mismo  mes,  mujeres feministas tomaron y vandalizaron la sede de la CNDH en Michoacán en apoyo a las colectivas de  la  CDMX,  ese  mismo  día  en  Tabasco  y  Aguascalientes  se  hicieron  tomas  simbólicas  en  las  sedes  de  la  CNDH,  de  igual  forma,  en  Puebla  se  manifestaron  afuera  de  la  sede  de  este  organismo.  Al  día  siguiente  mujeres  toman  las  instalaciones  de  la  CNDH  en  el  puerto  de  Veracruz  en  apoyo  a  la  Okupa  Ni  Una  Menos.  El  13  de  septiembre  en  Monterrey   se   manifestaron  en  las  instancias  de  la  Comisión  Estatal  de  Derechos  Humanos  (CEDH). A la  par, de la antigrita en la capital del país en Tijuana se realizó un evento similar en el Centro Cultural de   Tijuana   (CECUT)   donde   se   manifestaron   y   pintaron   consignas.    Un  día  después   en Guadalajara  fue  convocada  una  concentración  y  realizar  una  Antigrita  en  la  Rotonda  de  los  Jaliscienses Ilustres. Finalmente, en la madrugada del 18 en la ciudad de Xalapa se vandalizó elInstituto Veracruzano de las Mujeres. A la fecha se han registrado más actos de esta índole en más punto del país.

 

Rutas a la deriva: Anarquismos,  feminismos o anarcofeminismos

 

La influencia de las diferentes corrientes del anarquismo en el siglo XXI, se han hecho notar en diferentes  procesos  y  movilizaciones  sociales,  lo  cual  no  quiere  decir  necesariamente  queestos, sean por antonomasia anarquistas. David Graeber, el “antropólogo anarquista” fallecido a  principios  del  mes  de  septiembre,  comentaba  esto  mismo,  sin  tomar  en  cuenta  el  lado  contrario,  las  posturas  e  influencias  de  los  movimientos  que  articulaban  dentro  de  su repertorio de actuaciones estrategias anarquistas. En consecuencia, es necesario no perder de vista este punto, pues diferentes grupos sociales de la izquierda progresista, se han apropiado tanto  de  discursos,  prácticas  e  incluso  de  una  estética  ácrata,  sin  en  verdad  formular  y  proponer algo concreto contra el poder, siendo que su intensión real es formar parte de este. Generando  un  pseudoanarquismo,  falto  de  un  ethos  antiautoritario  que  en  aras  de  una  pretendida   transformación   revolucionaria   genere   concesiones   al   poder   a   través   de   la   institucionalización  de  las  demandas  y  la  canalización  de  la  rabia  al  patíbulo  de  la  legalidad,  extendiendo las arcas del Estado y criminalizando a quien trascienda su lógica.

 

Partiendo  de  esto,  en  las  movilizaciones  feministas  en  México  se  han  vestido  de  negro  con  pañuelo  verde  o  morado,  exigiendo  derechos  y  clamando  justicia.  Muchxs  le  dan  a  este  proceso  una  lectura  anarquista  y,  si  bien,  hay  una  influencia  directa  de  ideas  anarquistas  también  hay  ideas  ciudadanas.  El  clamor  por  ver  a  mujeres  enfrentándose  a  las  Ateneas  no  debe  volvernxs  ciegxs  a  lo  que  ocurre.  Por  otro  lado,  la  historia  del  anarquismo  nos  muestra  como  anarquistas  de  diferentes  momentos  y  latitudes,  se  han  vinculado  a  movilizaciones  sociales  que  carecen  de  idéalas  anarquistas.  Aquí  nos  encontramos  con  una  apuesta  en  común,  la  mejoría  del  individuo  dentro  de  un  estado  de  opresión  y,  aquí  mismo,  es  donde  reside  una  diferencia  fundamental,  cómo  llevarlo  a  cabo:  siguiendo  los  parámetros  de  la  civilidad y jurídicos de la época o desafiándolos y asumiendo los riesgos, no pidiendo migajas, sino  arrebatándole  a  lxs  detentorxs  del  poder  su  paz.  Entonces  la  pregunta  sería  ¿Cuáles  son  los parámetros en que buscamos esas mejorías? ¿No es acaso que esas mejorías servirán para mantenernos felices dentro de los marcos del dominio?

 

En  pleno  siglo  XXI,  es  claro  que  muchxs  anarquistas  se  han  vinculado  a  procesos  de  corte  ciudadano,  pero  ¿Por  qué  ocurre  esto?  Y  ¿Por  qué  lxs  anarquistas  gustan  de  accionar  en  procesos   reformistas?,   tales   respuestas   son   complejas,   pero   retomando   el   ejemplo   del   anarcosindicalismo [7], podemos decir que siempre como anarquistas buscaremos la libertad de alguna u otra forma, ya sea abandonando la vida que nos ofrecen o mejorando las condiciones de vida en donde nos encontramos, con lxs nuestrxs y a partir de nuestras afinidades, esto no es  tajante  pues  habrá  momentos  en  nuestras  vidas  donde  nos  inclinemos  más  hacia  un  lado,  según lo sintamos necesario. Ser estudiante, es un proceso por el cual muchxs anarquistas han atravesado,  momento  de  aprendizaje  o  pérdida  de  tiempo  para  algunxs,  en  el  sentido  de  la  puesta en acción de los idearios anarquistas; sumarse a un conflicto social, es una experiencia que  ha  servido  para  vitalizar  nuestros  posicionamientos,  replantearlos,  ajustarlos  o  quizá  olvidarlos.  Entonces,  ¿que  nos  dejan  las  movilizaciones  feministas  actuales?  ¿En  donde  las  ubicamos   y   sobre   todo   en   donde   nos   posicionan   a   nosotrxs,   como   anarquistas,   que descalificamos o aplaudimos sus luchas?

 

Quienes  conforman  el  Colectivo  Bloque  Negro,  se  encuentran  en  un  escenario  peligroso  que  podría vulnerar su autonomía y su perspectiva anti-autoritaria, pues  a  la  fecha  se  encuentran pidiendo  donaciones  de  todo  tipo,  pero  una  donación  económica  realizada  por  la  empresaria  Beatriz  Gasca  puede  poner  en  tela  de  juicio  su  calidad  como  anarquistas,  ya  que  esta  intervención    difumina  toda  la  crítica  al  poder  que  conllevan  los  anarquismos,  puesto  que  su  sororidad,  no  conlleva  a  confrontar  la  totalidad  del  régimen  de  dominación,  pues  incluso  la empresaria  pidió  a  la  Jefa  de  Gobierno  de  la  CDMX  Claudia  Sheimbaum  respondiera  a  las  demandas de las okupantes. [ ] No creemos necesario que aquí tengamos que explicar por qué una  empresaria  no  puede  ser  considerada  dentro  de  una  lucha  anarquista. Mientras  algunxs  salen de estos procesos sociales convencidxs de que nuestra propuesta más contundente es el conflicto  a  la  autoridad,  recreando  nuestras  vidas  en  esa  tesitura,  escapando  al  control  y  proyectando una alegría negadora, otrxs emprenden un viaje sin retorno en la nave estatal. Así veremos (y hemos visto) una y otra vez repetirse ejemplos, como el de Rosario Piedra, camino que Erika Martínez pudiese emprender sino abre bien los ojos o si sus conclusiones no logran concretar la ruptura anti estatal.

 

Si  como  anarquistas  no  somos  conscientes  de  los  límites  de  nuestras  intervenciones  sociales,  las  narrativas  que  no  buscan  una  ruptura  contra  el  poder  en  sí,  terminaran  por  señalarnos  e instrumentalizarnos. Esto   queda   muy   claro   con   la   narrativa   de   la   criminalización   y   estigmatización   del   aborto   clandestino   por   parte   de   importantes   sectores   feministas,      afirmando que esa “libertad” o “derecho” debe de ser practicado a través del Estado, bajo una rigurosa vigilancia con perspectiva de género, encaminando la defensa de la conquista a través de  vías  burocráticas,  asumiendo  a  priori  que  todo  aborto  fuera  del  marco  de  la  legalidad  “feminizada” no es deseable, es insalubre e inseguro hasta llegar al punto de volverlo de nueva cuenta  “ilegal”.  Desde  una  perspectiva  anarquista,  la  criminalización  debe  ser  combatida,  sea  ésta proyectada en forma positiva o negativa. Legal o ilegal, con o sin recursos del Estado (y lxs contribuyentes)  el  aborto  será  practicado  y  así  lo  defenderemos.  No  podemos  limpiarnos  el  sudor  de  la  frente  y  terminar  con  un  suspiro  vencedor  al  ver  legalizado  el  aborto,  ya  que  su  legalización está adscrita a las circunstancias político-sociales del momento, la cual en un abrir y   cerrar   de   ojos,   puede   desmoronarse   en   la   medida   que   las   posturas   patriarcales   y   conservadoras den frente a esto.

 

Es  por  ello,  que  es  importante  en  estas  aguas  revueltas  vislumbrar  la  manera  de  no  verse  atrapadxs en las redes de “lxs pescadores” del poder. La capacidad negadora, destructiva y de revuelta  de  las  movilizaciones  de  mujeres  (y  no  solo  en  las  movilizaciones,  sino  también  en  otro  tipo  de  intervenciones  como  las  parteras,  los  círculos  de  mujeres,  la  recuperación  de  la  medicina natural, etc.) son las que han puesto en jaque el sistema de valores patriarcales, es la tensión generada lo que molesta al poder. Convertir en un “hecho” más que en un “derecho” la libertad de elección en cualquier ámbito de la vida es una tarea que debe partir de nuestra cotidianidad,  la  solidaridad  entre  mujeres,  la  complicidad,  el  combate  al  machismo  y  la  violación   a   través   de   la   acción   directa      es   lo   que   en   realidad   transformará   nuestra   individualidad y  lo  que  hace  que  el  miedo  cambie  de  bando.  ¿Esto  quiere  decir  que  no  se  utilicen las clínicas de aborto del Estado? ¡No! Serán utilizadas con desfachatez y a necesidad,sin  agobio  por  la  eterna  contradicción  a  la  que  nos  somete  la  realidad,  sin  por  ello  asumir  el  proyecto estatal y capitalista, sin dejar de proyectar por los medios necesarios la autogestión de   nuestras   luchas   y   abandonando   la   búsqueda   del   consenso   social   generalizado.   El   capitalismo  nos  venderá  el  aborto  como  una  mercancía  más,  como  lo  ha  hecho  con  el  feminismo,  el  queer,  el  veganismo  y  una  larga  lista  de  posturas  y  actividades,  de  nosotrxs  depende que la navaja anárquica no pierda su filo.

 

¡Que el miedo cambie de bando!

¡Sin liderezas ni dirigentas!

¡Sin mundos rosas para camuflar la autoridad!

¡Seamos tan libres que ni su legalidad nos pueda controlar!

¡Seamos libres y salvajes!

 

México a 16 de octubre del 2020

Afinidades Conspirativas

(Chile) Acciones directas en solidaridad con Monica y Francisco en la semana internacional de solidaridad con presxs anarquistas

Prisiones, cámaras, policías, soplones, drones, deudas e hipotecas, contratos de trabajo han sido algunos de sus aparatos y mecanismos para reducir nuestras vidas al triste imperativo de producir y consumir. Aún en este desolado paisaje, rodeadxs de cemento, smog, edificios y bocinazos, hay cuerpos que resisten. De las resistencias y sublevaciones, de las disidencias y deserciones de los órdenes constituidos, hemos construido y ganado amistades en todos los territorios y todos los tiempos, desde los más remotos hasta los más cercanos. Heredamos la convicción de quienes han hecho de sus vidas un conflicto permanente, siempre desobedientes a las lógicas del poder y el capital. La coherencia de vivir y luchar es una llama que se propaga y que nos anima a seguir.

Desde hace algún tiempo sabemos que unx de lxs enemigxs internxs predilectxs de las democracias capitalistas han sido lxs anarquistas. Estamos al tanto de los estudios que nos dedican, de los perfiles que construyen para identificarnos, de los irrisorios artículos de sus expertxs que intentan dar con nuestras ideas, de las patéticas cátedras universitarias llevadas a cabo, que lo fijan como la nueva amenaza internacional. Aún así sólo seguirán conociéndonos por nuestras acciones, nuestras explosiones, nuestras confrontaciones, que continuarán desbordando su aparataje legal y policial. Seguiremos rompiendo sus cálculos y previsiones, su seguridad será asediada constantemente. Para ustedes, defensores del orden, desde la opacidad que nos cubre, nuestros ataques cargados de un profundo odio. Para nuestrxs amigxs y compañerxs, todo el amor.

Ante cada golpe enemigo nos lamemos las heridas y volvemos a compartir la risa y la osadía de vivir con la frente en alto, aun dentro de sus jaulas. Hace ya un mes que encarcelaron a lxs compañerxs Mónica y Francisco, como un saludo a ellxs y enmarcado en la semana internacional de solidaridad por lxs presxs anarquistas decidimos realizar una acción coordinada que consistió en un corte de ruta con neumaticos en la autopista y el despliegue de un lienzo desde una pasarela próxima (con el mensaje: MÓNICA Y FRANCISCO A LA CALLE! y un símbolo de anarquía gigante al medio) junto con el lanzamiento de artificios. Desde este modesto gesto mandamos fuerza y coraje a lxs compas recién caídxs en las garras del poder, a lxs que cayeron en la revuelta y a lxs que ya hace años continúan su lucha desde la prisión.

FUEGO A LA CÁRCEL Y A LA SOCIEDAD QUE LAS NECESITA

(Chile) Palabras de la cpmpañera Mónica Caballero desde la cárcel de San Miguel

Dibujo de la compañera Mónica Caballero en la semana ...

Para lxs antagonistas a este sistema de terror el ingreso a la cárcel siempre es un trago amargo y siempre duele.

La prisión y yo somos viejas conocidas, en mas de una ocasión me han sentado en su mesa, con los años hemos cambiado y ambas hemos aprendido la una de la otra… pero por mas tiempo que pase escencialmente la cárcel y yo seguimos siendo las mismas. La cárcel aun es el monstruo fagocitador de poderes que crece con la sumisión y el arrepentimiento, yo continuo con los mismos deseos sediciosos de antaño.

Lxs poderosxs lograron encerrar mi cuerpo inquieto, trataron de custodiarlo por muchos años, pero aunque esté enjaulada, mi corazón sigue afuera lejos de alambrados, altos muros y ojos vigilantes… el gris de este lugar solo me toca superficialmente.

El presidio es otro escenario mas de lucha en el camino de la confrontación, el enfrentamiento antiautoritario para mi no ha terminado, solamente ha cambiado de forma.

Queridos Juan Aliste, Joaquín García, Marcelo Villarroel y Dinos Giagtzoglou sus palabras son una bocanada de aire fresco en esta celda.

 

¡Queda mucho por construir y destruir!
Solidaridad activa con los presos politicos mapuche en huelga de hambre.

Viva la Anarquía!

Monica Caballero S.
Presa anarquista.
Santiago Chile
Septiembre 2020.

(Publicación) Bolivia: Como vivimos desde la anarquía los disturbios y la lucha por el Poder en Bolivia -Libro-

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El presente libro, está dedicado al guerrero anarquista Gabriel Pombo Da Silva, secuestrado por el Estado español. Querido compañero, te queremos pronto en las calles, la libertad vino hace tiempo a por ti.

Como vivimos desde la anarquía la lucha y los disturbios por el Poder en Bolivia, es el grito furibundo de una recopilación de textos germinados por la sed de lucha contra la dominación, en un escenario tramoyado por la pugna interburguesa por el Poder, en el que sencillamente los ácratas no intervenimos. Ese forcejeo por la silla presidencial no nos incumbe, pero sí la ofensiva constante contra toda autoridad, sin desperdiciar la crítica que nos señala el camino de la praxis. Es necesario enfocarnos en el encandilamiento feligrés-social, que conduce a los ciudadanos a buscar su presente (y futuro) en las urnas de la dominación, con la intención de elegir a su nuevo amo, lo cual atenta contra cualquier expectativa de libertad individual y colectiva. La insurrección es permanente. Quienes luchamos contra toda forma de autoridad no necesitamos esperar por una fecha específica en el calendario para reaccionar contra las imposiciones. No necesitamos quien nos gobierne ni nos dirija; sabemos organizarnos, elegir a nuestrxs afines en la lucha y avanzar hacia la liberación total sin recular.

Mientras los partidos de izquierda y derecha se quitonean la silla presidencial, nosotrxs plantamos el pecho cara a cara con el enemigo, con nuestros pies firmes en la informalidad y, la insurrección, libres de todo mando y jerarquía que nos someta. Vivimos en un territorio que no es ajeno a la imposición civilizatoria, al extractivismo, a los pactos Estado-Capital. El surgimiento del Estado nacional en este continente, es el resultado de una imposición colonial que fue mutando en guerras y “revoluciones” dirigidas por las elites criollas.

Entre lxs anarquistas, también estamos lxs que hemos sido racializadxs como indixs y aprendimos a luchar contra la supremacía racial; sin embargo, eso nunca nos ha motivado a sentar a un indio en el trono presidencial. Cuando llegó la izquierda de Evo a tomar las riendas de la dominación, inexplicablemente muchos “ácratas” e izquierdistas libertarios quedaron severamente confundidos y, se pusieron la camiseta del “masismo” –como sucedió en Venezuela con los “anarco” chavistas, en México con los “anarco” zapatistas, y también en Brasil con los “anarco” lulaistas–, probablemente porque solo se dedicaron a acompañar a los llamados “movimientos sociales” y nunca hicieron de la Anarquía una búsqueda individual hacia la libertad total que no se perdiera a la primera tormenta.

La izquierda se hizo cargo del Poder en Bolivia, en una suerte de seguidilla de gobiernos populistas y socialistas a lo largo y ancho de “Latinoamérica”, y como todo régimen de dominación, se fue pudriendo y fue contaminado con su putrefacto aliento a grandes sectores de la servidumbre, a pesar de eso, nunca se produjo una conciencia reflexiva que asumiera el camino de la insurrección contra todo Poder; por el contrario el ciclo continúa y la colectividad ciudadana, sigue eligiendo vivir esclavizada entronando a nuevxs amxs.

No nos limitaremos a denunciar el “golpe de Estado” para criticar al gobernante en turno, con el argumento de que fue depuesto por la fuerza un régimen “indio”, más democrático y parlamentarista –frase que expresa la ética ciudananista que normaliza la sumisión– como lastimosamente han hecho desde algunos espacios libertarios de izquierda. Para nosotrxs, lxs anárquicxs insurrecionales e informales, no existen “gobiernos buenos” y “gobiernos malos” sino un mismo sistema de dominación a confrontar.

“No es a favor de Evo sino en contra de Jeanine”, es el grito que expresa el fin de la creencia en un gobierno salvador, y suscita en la lucha la necesidad de vivir sin Estado, la necesidad de revuelta, y propaga la potencia incontenible engendrada por la ira insurrecta, contraria a los acomodos cobardes del neoplataformismo anquilosado y el pachamamismo local.

¡Qué viva la anarquía!

Índice

Introducción

PALABRAS PREVIAS A CARGO DEL COMPAÑERO GUSTAVO RODRÍGUEZ

PARTE I UNA MIRADA ANÁRQUICA SOBRE LAS PROTESTAS Y LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE INDÍGENA EVO MORALES EN BOLIVIA

  • Primer Momento de las protestas
  • ¿Y la derecha?
  • Otro momento
  • Sobre las Constituyentes y la Constitución
  • Siempre es el momento

PARTE II NO ES A FAVOR DE EVO SINO EN CONTRA DE JEANINE

    • 12 de noviembre de 2019
    • 14 de noviembre de 2019

PARTE III NI DICTADURA NI DEMOCRACIA, NI MASISMO NI FASCISMO: INSURRECCIÓN PERMANENTE

  • Antes de las elecciones
  • Luego de las elecciones presidenciales: cambio de un gobierno autoritario “indígeno”-fascista a otro “blancoide”-fascista e igualmente autoritario
  • Quema de la Wiphala
  • Masacres
  • El gobierno “transitorio” de Jeanine Áñez
  • Cronología desde el inicio de los conflictos
  • Qué es de los otros animales en los conflictos
  • Ascenso y desplome de Evo Morales
  • Una mirada a las luchas indígenas desde la prespectiva insurreccional anárquica

PALABRAS NO FINALES