(México) Reporte de disturbios contra la policia el 8 de junio y breve reflexión -Fotos y videos-

Unos días después de los actos de protesta vandálicos ocurridos en Guadalajara, San Luis Potosí, Ciudad de México y Xalapa con motivo de la brutalidad policiaca y el asesinato de Giovanni López, las movilizaciones vuelven a replicarse en Ciudad de México, Guadalajara y Xalapa.

GUADALAJARA TERCERA JORNADA DE PROTESTAS (6 DE JUNIO)

Una tercera jornada de protestas ocurrió en Guadalajara cerca de 400 personas se manifestaron en la glorieta de la Minerva en el centro de la ciudad y avanzaron en la avenida Vallarta-Juarez, se realizaron pintas y hubo algún conato de violencia al terminar el recorrido que no pasó a mayores. El gobierno del Estado Enrique Alfaro se ha caracterizado por su brutalidad policiaca y nos recuerda la brutal represión vivida el 28 de mayo en la lucha antiglobalización en el 2004 contra el ALCUE. La desaparición de detenidxs, los abusos sexuales y las torturas se mantienen.

DISTURBIOS EN CIUDAD DE MÉXICO (8 DE JUNIO)

Los ánimos incendiaros se recargaron luego de la paliza que recibió una compañera Melanie en los disturbios del 5 de junio durante el llamado a concentrarse en la Embajada de Estados Unidos. Quien no vio la madriza en vivo pudo ver las fotos en internet y acudió a la convocatoria de acción. Subiendo el tono anti-policial manifestantes marcharon armados con varillas, cohetones, desarmadores, martillos, latas de aerosol por Paseo Reforma derrumbando vallas, atacando monumentos, vandalizando instalaciones de KFC, del Hotel Fiesta Americana, Banco de México, cámaras de vigilancia tanto privadas como públicas (C5), provocando saqueos y dejando en la calle a libre acceso montones de productos que se extrajeron de las tiendas, una de las tiendas más afectadas fue la de la marca “adidas”, en el Hemiciclo Juárez se derribaron murallas, y fueron atacados y amedrentados diversos reporteros de la prensa.

Una nota escrita por el periodista Hector de Mauleón (atención con esto) fechada el 11 de junio del periódico Universal dio a conocer nombres y apellidos de varixs compañerxs e incluso enunciando el curriculum delictivo y político de cada uno, demostrando una vez el papel cómplice de la prensa con y porque se les debe de atacar durante y fuera de las manifestaciones.

DISTURBIOS EN XALAPA (8 DE JUNIO)

Se convocan dos marchas una pacífica y otra con insinuaciones de acción directa. La manifestación recorrió la avenida Avila Camacho hasta llegar al centro de la ciudad, destruyendo todo símbolo capitalista, estatal y religioso. Fueron atacadas por grupos de personas vestidxs de negro y encapuchadxs diversas sedes de bancos, tres iglesias fueron dañadas grafiteadas y destruidos sus vitrales, puertas y estatuillas de ídolos religiosos en su interior, las oficinas del Diario de Xalapa fueron atacadas con fuerza, diversos centros de especulación y tiendas de empeño fueron destruidos, al igual que el palacio de gobierno donde prendieron fuego a una puerta; un edifico de la policía (SSP) fue de igual manera rabiosamente vandalizado y en el punto final de la marcha, destruyeron en la plaza principal unas letras ornamentales de Veracruz y se prendió fuego a un muñeco representando a un policía. Se recordó a parte de a Giovanni López, de Carlos Andrés Navarro y George Floyd, a activistas veracruzanos asesinadxs como Nadia Vera, Rubén Gonzales, al anarcopunk oaxaqueño Salvador Olmos, así como reivindicaciones feministas y anarquistas.

BREVE REFLEXIÓN

Ante todas estas expresiones de violencia contra la policía y la normalidad es importante recalcar que una perspectiva anarquista consecuente no se puede limitar a luchar coyunturalmente y monotemáticamente por un hecho particular de brutalidad policiaca, como en este caso lo desencadeno la difusión por redes del asesinato de Giovanni López en Jalisco, ya que no es ni será la primera muerte perpetrada por el Estado y la policía, no es el único hecho que indigna; en México esto es el pan de cada día, y aunque la policía actuara con apego al estado de derecho la combatiremos, estamos en contra del Estado, el capital, su civilización y la nueva normalidad a la que nos quiere acarrear. Si los familiares que piden justicia a los mismos policías y gobernantes que asesinaron a uno de los suyos, solapandolos y repudiando los actos de vandalismo y el anarquismo violentamente propagado, esto nos debe de ayudar a quitarnos el velo de “héroes del pueblo”, para poder comprendernos como unxs verdaderxs vandalxs y delincuentes (muy a nuestra manera) desencantadxs del mundo y la sociedad actual, en busca de una dignidad negadora de lo existente que plante cara a lxs opresores. Estamos acostumbradxs a ser ninguneadxs y señaladxs, y mejor que sea así, el día en que las masas consumidoras nos comiencen a aplaudir algo estaremos haciendo mal. Ni las pugnas entre poderosxs ni la ignorancia ciudadana podrán salir de la narrativa conspirativa de la pugna entre partidos políticos: Que somos pagados por lxs conservadores para desestabilizar el gobierno del AMLO, que si somos porros, que si AMLO está detrás de las marchas, que esto es otra vez la mano negra del PRIAN, etc.…La estupidez vistiéndose de politólogo. Nunca llegaran a comprender la esencia de la vieja frase de «nuestros sueños no caben en sus urnas», ni mucho menos “el mundo que llevamos en nuestros corazones”, y aún menos “la negación de lo existente”.

Así que:

¡Ninguna agresión sin respuesta!
¡Solidaridad y complicidad!
¡No nos sumaremos a sus suplicas de justicia, no lameremos botas!
¡Contra el reformismo y el ciudadanismo!
¡Por la propagación del ataque a la autoridad!
¡Frente a su nueva normalidad: nuestra eterna e irreductible anarquía!
¡Aprovechemos los disturbios para robar en beneficio de nuestros proyectos!
¡Contra el secuestro voluntario: salud y conspiración!
¡Que la pandemia no te encarcele ni física ni mentalmente!
¡Por la extensión del conflicto: No al tren Maya ni a cualquier nuevo emprendimiento del poder y la tecno-industria!
¡ACAB!

Guadalajara:

Ciudad de México:

-Videos-

https://www.youtube.com/watch?v=DZRpbycR9ks&feature=emb_rel_pause

https://youtu.be/DZRpbycR9ks

https://twitter.com/i/status/1270089679216324618

Xalapa:

-Videos-

https://www.youtube.com/watch?v=X7whRs8vkXM

https://youtu.be/XAG3v9GSnGI

https://www.youtube.com/watch?v=zdD1UnsnLFI

(Bs As Argentina) NI aislamiento ni sumisión: insurrección anarquista

«No me hables
Mas del fuego
Yo soy parte
Del incendio»

(A)nonimo…

No nos confinamos una mierda, a eso que ni lo sueñen… Queremos el fin de esta dictadura fascista planetaria. No esperamos nada y salimos a atacar nuevamente. Decidimos hacerlo, al cumplirse medio año de iniciada la revuelta salvaje, en el hermano territorio que ya no domina el estado $hileno. Y tambien fue para recordar a los 19 campesinxs -del MST- asesinadxs por militares del ejercito bra(ss)ileño el 17 de abril de 1996, por reclamar tierra y libertad. A partir del hecho se conmemora, en todo el mundo, el Dia Internacional de Lucha Campesina. La masacre aun hoy continua siendo impune.

Haciendo caso omiso a la «cuarentena», y desafiando la amenaza de ser encarceladxs por lxs esbirrxs del sistema, emergimos de las sombras (en una accion nocturna rapida y coordinada) pegandoles fuego a cuatro contenedores de basura en medio de una avenida desierta de un pueblo en provincia de Malos Aires. Teniamos planeada otra ofensiva mas contundente, pero debimos abortarla por cuestiones de seguridad. Ya se daran las condiciones!. Fue hermoso verlos ardiendo al unisono. De regreso a nuestras tiendas festejamos escuchando el nuevo disco de lxs compañerxs de la Lira Libertaria.

Se aproximan tiempos propicios para acelerar la destruccion, de todo lo que nos oprime y mata. Que no se diga tampoco -de este lado de la cordillera- que nos quedamos en casa «Esperando a Godot»: la Libertad, es algo que se conquista; no algo ya dado, por nada ni nadie. Es para quien la merece… Los motines en las carceles se extienden y comienzan las protestas en psiquiatricos. Los geriatricos son campos de concentracion y exterminio. Somos todxs prisionerxs de este gigantesco y horripilante panoptico, que se resquebraja dia tras dia. Se avecinan negras tormentas furiosamente anarquicas.

Cada año mueren de hambre, mayormente en Afrika, unas 9.000.000 de personas -tres cuartas partes son niñxs menores de 5 años- y no pasa nada. Ni hablar si contamos los suicidios, «accidentes» laborales, femicidios, civiles en guerras, sobredosis de drogas, gatillos «faciles» etcetera… Es decir que esto del famoso virus es una gran FARSA: el enemigo no es para nada invisible. El enemigo (la Pandemia) fue y es el estado y el capitalismo genocida que nos somete hace miles de años… La unica solucion real es la Revolucion Social Global contra todo poder, contra toda jerarquia: construyamosla…

ADELANTE CON LA INTERNACIONAL NEGRA
ARMATE Y SE (HERMOSAMENTE) VIOLENTX
DESTRUIR EL SISTEMA ES AMAR LA VIDA

CELULA PAMPA LIBRE – FRACCION FAI/FRI

(Perú-Ecuador) Ataque contra campamento minero

En la noche del 28 de marzo, el campamento minero de San Carlos – Panantza de la empresa EplorCobres (EXSA), ubicado en la provincia amazónica de Morona-Santiago, fue atacado con armas de fuego y dinamita. Los guardias fueron evacuados y todo lo que estaba al interior fue destruido (vehículos, equipos, edificios). Los medias hablan también de robo de material de valor.

Recordemos que desde hace quince años, la extracción minera en la región encuentra una oposición intransigente y determinada de una parte de la población local perteneciente en su mayoría al pueblo indígena Shuar. Varios proyectos mineros (sobre todo de cobre y de oro) se concentran en esta región fronteriza de la Cordillera del Cóndor, entre Perú y Ecuador, devastando la selva y sus habitantes con sus maquinas y venenos. En 2006, el campamento de San Carlos de Panantza ya había sido expulsado y ocupado por un grupo de Shuar. La comunidad Nankints, creada en el lugar del campamento, fue desalojada 10 años después por el ejército ecuatoriano. En noviembre 2016, un grupo de Shuar ataca con armas de fuego y vuelve a ocupar el campamento (se mató a un policía, y varios heridos de ambos lados). Pero esta vez la ocupación dura solamente dos días, por la intervención del ejército, la proclamación del estado de emergencia y la ocupación militar de la región. En esta ocasión, varias familias tuvieron que refugiarse en la selva y sus aldeas fueron ocupadas y saqueadas por los militares.

Hoy, con esta nueva acción, vemos que la lucha no se acaba, y que unosindividuos determinados pueden parar el avance de estos proyectos de muerte.

Para profundizar, aquí va el enlace de la video «Arriba las lanzas contra las minas» sobre las luchas contra las minas en la Cordillera del Cóndor, en los dos lados de la frontera Perú-Ecuador :

Más de dos meses de revuelta contra el Estado de Chile: Raudos balances, instintivas proyecciones y permanentes negaciones

Escrito contenido en la revista Kalinov Most.


“La pasión por la destrucción es también la pasión creadora” -Mijail Bakunin-

“La insurrección es una fiesta. El ruido de su derrota nos divierte”- Fuerzas Autónomas y Destructivas León Czolgosz-

El avance de la revuelta: Días y meses en el combate

La revuelta que sacude a la región chilena sigue sin interlocutores válidos ni una dirección que la guíe. Continúa acéfala, autoconvocada, caótica y destructiva… imparable, a pesar de lxs muertxs, heridxs, mutiladxs y lxs casi 2.000 mil presxs que repletan aún más las cárceles de todo Chile. La chispa comenzada por una estrategia de evasión masiva al tren subterraneo en respuesta a una nueva alza del pasaje, cristalizó la continuidad de luchas y métodos contra el poder, desatándose con toda la fuerza y vitalidad un 18 de octubre.

Las constantes réplicas del terremoto que significó los primeros días de la revuelta se repiten diariamente en mayor o menor intensidad, expresadas en audaces ataques a comisarías, símbolos del capitalismo y en los duros enfrentamientos con carabineros. Aunque se perciba un cierto desgaste (normal y entendible después de más de 80 jornadas de combate), la violencia contra el poder goza de buena salud, legitimándose como la principal herramienta para quebrar con todo lo impuesto en sectores que hasta hace poco la condenaban. Esto último junto con la inexistencia de una conducción definida, creemos que representan, de una u otra forma, los ingredientes principales que han llevado a que la revuelta permanezca incontrolable.

La presencia anárquica en los distintos escenarios del enfrentamiento es clara y notoria desde el primer día, ¿cómo no serlo, si es la expresión desbordada y masiva de las prácticas transgresoras que se han llevado a cabo e intentado que se repliquen desde hace años? ¿Cómo no serlo, si es una revuelta incontrolada y sin una dirección centralizada? ¿Cómo no serlo, si está en directa sintonía con nuestros constantes llamamientos y acciones de propaganda? La revuelta es parte de nosotrxs porque somos parte de ella; nos sentimos completamente cómodos y felices en su vorágine destructiva intentando extenderla y agudizarla allí donde podamos y cómo podamos, alejadxs y contrarixs a cualquier expresión que pretenda domesticarla y/o conducirla.

Durante estos meses de revuelta, hacemos la pausa, respiramos tomando una gran bocanada del aire aun intoxicado con gas para sacar algunas cosas en limpio, colectivizar nuestras evaluaciones, proyecciones y por supuesto, nuestras negaciones.

Violencia callejera y represión

Esta revuelta ha mostrado ser un cambio, pero también una continuidad en las formas de expresión y desafío al mundo del poder. Hemos podido observar una masificación en el ejercicio de violencia contra estructuras del poder (instituciones financieras, partidos políticos o símbolos del poder) y por supuesto contra sus distintas fuerzas de choque (militares, carabineros, detectives e intentos de bandas parapoliciales representadas por los chalecos amarillos (1)).

Estas expresiones generalizadas han echado mano a la amplia trayectoria de combate que, si bien, no comenzaron un 18 de octubre, se han sabido innovar al calor del conflicto, modificando estrategias ofensivas. A modo de ejemplo, el uso sistemático y masivo de escudos solo fue necesario en respuesta a la enorme cantidad de perdigones y lacrimógenas disparadas a la cara y el cuerpo con el saldo ya conocido a nivel mundial de mutilados y heridos. Al mismo tiempo la multiformidad se ha vuelto a expresar en el aporte que cada cual hace según sus capacidades al combate. Ejemplos de estos son desde quienes utilizan punteros laser para cegar a la represión, quienes destruyen el pavimento para sacar piedras, hasta quienes entregan alimento y agua a lxs que llevan horas de enfrentamiento. Todo esto organizado de forma completamente informal y al calor de la lucha y la calle.

La violencia política que se ha adquirido está validada y completamente legitimada durante estos días, llegando incluso a un romanticismo a la “primera línea” que más de alguna suspicacia nos puede generar debido a la exaltación heroica de determinados roles al interior de la revuelta que podrían derivar en fetichismos y lógicas de vanguardia militarista.

Así se pasó de enfrentamientos descentralizados durante los primeros días a combates circunscritos principalmente en el centro de Santiago y distintas zonas centrales de poblaciones o plazas y ciudades a lo largo de Chile. Batallas que muchas veces se tornan en combates por terrenos ganados y/o perdidos a la represión.

Los protagonistas son diversos, no fantaseamos con un rol estelar, único y excluyente de la tendencia anárquica. En la calle hemos visto tras las capuchas, antiparras y máscaras antigases la variedad de quienes alimentan la revuelta, lo cual no va a contracorriente de la caracterización anárquica que hacemos de la revuelta: contraria al poder, sin líderes y forjando relaciones horizontales de apoyo mutuo y solidaridad. La sensación de protesta o denuncia petisionista claramente es superada por aquella sensación de querer cambiarlo absolutamente todo, un sentir que si bien puede ser efímero y no sabemos cuánto durará, es el oxígeno de la revuelta estos días.

La represión recoge parte de su propio hilo y memoria de la historia con prácticas y métodos desde la dictadura, mostrándonos la evidente continuidad. Ampliamente han sido difundidas varias tácticas represivas que van desde las detenciones, golpizas, torturas, violaciones, abusos sexuales, mutilaciones de ojos hasta las muertes en las más distintas circunstancias (desde balazos, golpizas, muertos que son lanzados a negocios incendiados para hacerlos pasar por “saqueadores” o atropellos y asfixiados por los gases).

Desde el Estado observamos angustiosos y desesperados llamados a la paz y la unidad de los chilenos. Una estrategia de pacificación que hasta ahora no ha dado resultado alguno de forma masiva, sin conseguir imponerse a la rabia y la negación de la normalidad resquebrajada. Una campaña de paz continuamente ridiculizada por todxs, donde simplemente ya nadie cree ni espera algo de los poderosos. Por su parte todos los partidos políticos llegaron al consenso absoluto para despachar una serie de leyes represivas que ya están siendo aprobadas en la maquinaria administrativa.

Aprendiendo de la historia, esperamos desde la izquierda una estrategia de recuperación de la revuelta, llevándola a demandas negociables, a líderes o protagonismos de organizaciones. Esta estrategia se ha intentado fraguar sin éxito desde el conglomerado de “Unidad Social”, grupo que reúne a distintos sindicatos y organizaciones políticas. A pesar de sus tristes intentos de ponerse a la cabeza de las manifestaciones, la calle sencillamente hace oídos sordos y se mueve con indiferencia. Hoy, si Unidad Social llama al desarme de la revuelta y volver a la normalidad, sencillamente nadie escuchara. Lo que no quiere decir que lxs revoltosxs, no aprovecharan cualquier llamado a paro u otra convocatoria para congregar las fuerzas en más y más combates.

Al calor del combate y vinculado directamente con la revuelta han surgido formas de asociarse en los territorios. Polémicas y contradictorias, las asambleas territoriales se han vuelto un lugar común para discutir nuestras proyecciones, formas de vida y de asociarnos en la ruptura con el viejo mundo.

¿Nuevo germen en la revuelta? Asambleas territoriales

Las asambleas territoriales, nacidas en la revuelta, hoy se presentan, por un lado, como interesantes iniciativas donde es posible llevar a cabo experiencias de autoorganización en diversos ámbitos, iniciando y fortaleciendo procesos de autonomía territorial en muchos sectores, poblaciones y barrios de todo el país. Sin embargo, por otro lado, dichas asambleas, en su gran mayoría, demandan la creación de una asamblea constituyente que de origen a una nueva constitución que reemplace a la existente desde 1980. Grupos políticos, movimientos sociales y sindicatos que desde hace años vienen abogando por la asamblea constituyente, aprovechándose de la coyuntura, intentan posicionar dicha demanda como la única y la principal, lo que, evidentemente, representa una salida pacífica y ciudadana a la revuelta que se traduce en la refundación y, por lo tanto, el fortalecimiento del Estado.

De igual forma nos encontramos con algunas tendencias políticas que buscan transformar las asambleas en consejos autónomos donde recaiga el poder a la hora de organizar (o suplantar) la “nueva sociedad”, como también otras líneas que buscan transformarlas en instancias de transición antes de un gobierno de los trabajadores.

En esto punto es necesario aclarar y señalar con vehemencia que ningún grupo, asamblea, federación u organización anarquista se encuentra levantando o apoyando la demanda de la asamblea constituyente. Ni una expresión del mundo anárquico percibe en la actualidad que una nueva constitución represente una salida válida o un triunfo de la revuelta, como equívocamente se ha esgrimido en un escrito difundido en las últimas semanas. Es más, todas éstas se han posicionado explícitamente en contra de la vía constitucional.

Si compañerxs anarquistas se encuentran participando activamente en asambleas territoriales (como efectivamente lo hacen) es para levantar iniciativas de satisfacer nuestras necesidades y autoorganización en diversos sentidos con el propósito de intentar prescindir del Estado y del capitalismo para la resolución de las necesidades, teniendo claro que nos encontramos en una situación de opresión donde es imposible escapar de los tentáculos del poder. Es para propagar y llevar a cabo dinámicas antiautoritarias allí donde se pueda, y no para demandar una nueva constitución, un nuevo colegio o un nuevo consultorio. En definitiva, la participación en las asambleas territoriales se enmarca en la búsqueda permanente de apropiarnos de nuestra vida, de tomar el control de ésta, experimentando con otrxs, sean o no afines, maneras de relacionarnos alejadas y contrarias a las impuestas. En este sentido, como anarquistas nos involucramos desde nuestra posición basada en la conflictividad permanente y la búsqueda de la libertad individual, por lo que no vamos a remolque de las asambleas ni nos confundimos con caminos que no son los nuestros, entendiendo también que estas instancias no son algo acabado y que, con el transcurso del tiempo, pueden adquirir ribetes autoritarios e institucionales, momento en el cual nosotrxs estaremos en la vereda del frente.

No está la última palabra dicha: Los escenarios están abiertos

Este álgido, masivo y dinámico panorama sin líderes, sin petitorios concretos y aún no recuperado por el sistema, ha sido el escenario en que nos hemos movido y vivido estos últimos meses. Continúa ininterrumpido aunque su intensidad varíe según los acontecimientos y el desgaste provocado por la represión.

Intentando no acomodar los hechos a concepciones preestablecidas, es que cuestionamos constantemente nuestras conclusiones confrontándolas con visiones de otrxs compañerxs, de otras tendencias subversivas y con lo que está ocurriendo en la calle. Por ningún motivo queremos caer en fantasías autocomplacientes o ridículas teorías conspirativas que ven montajes en todas partes. En este sentido, resulta necesario señalar que dentro de la revuelta no todo es rechazo y destrucción de lo establecido, existiendo en ella grupos y movimientos sociales que son parte de la institucionalidad y muchos otros que, si bien no lo son, buscan ser parte de ésta. Sin embargo, a pesar de sus múltiples y constantes intentos, las expresiones ciudadanas e institucionales no han logrado conducir, centralizar y/o pacificar la revuelta. Fracaso que se evidencia de manera permanente y se pretende extender hasta un punto de no retorno por parte de diversos grupos anarquistas mediante expresiones propagandísticas – de todo tipo y en diferentes ámbitos – que apuntan al poder y sus tentáculos como el enemigo a destruir.

Construyendo caminos de destrucción: Evaluaciones, proyecciones y negaciones

Este periodo de revuelta ha sacado a la luz nuestras debilidades, las cuales llevan manifestándose hace varios años pero que en el actual contexto se hacen notar con mayor claridad. Por un parte, la falta de articulación, coordinación y comunicación entre grupos y entornos anárquicos, especialmente entre los que apostamos por la informalidad y la confrontación permanente, provocó, entre otras cosas, que no se lograran llevar a cabo interesantes iniciativas de envergadura, especialmente en los primeros días de la revuelta (18, 19 y 20 de octubre). Una coordinación sólida, que se viniera forjando previamente, hubiera podido abrir nuevos caminos de enfrentamiento en un contexto de desborde generalizado donde todo era posible, donde todo se encontraba a la mano. El Estado se caía y había que ayudar a darle el golpe de gracia. Agudizar la ofensiva, ocupar espacios, entre otras muchas cosas eran posibles de haber realizado y potenciado, y para ello, pensamos, resulta indispensable generar canales efectivos de comunicación y articulación entre quienes luchamos por la destrucción de poder.

Relacionado con lo anterior, la falta de espacios anárquicos donde nos podamos reunir y levantar actividades agravó dicha inconexión. El contar con lugares estables no solo podría haber ayudado a intentar generar instancias de reunión (a pesar de la poca y débil comunicación que existe) sino que también hubiera servido para llevar a cabo acciones de propaganda, acopio de insumos, etc. En fin, las posibilidades de incidir y transgredir en los territorios se hubieran ampliado considerablemente de haber existido dichos espacios, aun existiendo la incertidumbre sobre el comportamiento de la represión para con esos hipotéticos espacios.

No obstante, en la revuelta hemos visto una reafirmación de las prácticas y planteamientos que desde hace años venimos propagando y por las que muchxs compañerxs han pasado y aún se encuentran en prisión. Nos referimos a la apuesta por la destrucción aquí y ahora de lo que nos oprime, a la confrontación incontrolada y permanente, a la extensión y cualificación de la lucha callejera, en definitiva, a todo lo que hemos podido vivir y apreciar en estos últimos meses de manera masiva e ininterrumpida. Creemos que la conflictividad anárquica constante ha dado frutos, percibiéndose en la lucha callejera y salvaje que han dado lxs estudiantes secundarixs en los últimos años, la cual se ha caracterizado por el innegable sentido anárquico reflejado en sus discursos y prácticas. Esta lucha de lxs secundarixs, sin pausas y cada vez más álgida, fue el antecesor directo del estallido del 18 de octubre y en eso, creemos, no hay dudas. Las evasiones convocadas, alentadas y protagonizadas por éstxs fue el desencadenante inesperado de la revuelta que estamos viviendo, evasiones que, por cierto, fueron precedidas por meses de enfrentamiento con la policía, principalmente por parte de los estudiantes del Instituto Nacional, liceo emblemático ubicado en el centro de Santiago.

Que la revuelta continúe caótica y acéfala se debe a múltiples factores y circunstancias que de ser analizadas excederían por mucho los límites de este texto, sin embargo la fuerte presencia anárquica que apuesta por la extensión y la agudización de la revuelta, ha jugado un importante papel en la fracaso de los sectores que intentan pacificarla y conducirla. Los planteamientos ácratas expresados y materializados en la lucha callejera y en los demás escenarios de esta revuelta, han cuajando casi de forma armónica con la espontaneidad destructiva de las turbas enardecidas, lo que, en parte, ha impedido que se logre conducir este desborde.

En relación a lo anterior, vemos como una fortaleza el que la totalidad de los entornos anárquicos informales no se hayan obnubilado con pretensiones vanguardistas ni con ridículos intentos de formar una gran organización que sea capaz de conducir la revuelta, como lo plantean transnochados ex militantes de grupos político miliares de extrema izquierda que añoran un pasado en donde ellos eran los conductores y los canalizadores absolutos de las voces transgresoras. Lxs anárquicxs, creemos, hemos entendido muy bien que somos uno más dentro de esta revuelta, ni por debajo ni por encima del resto y que el luchar por extenderla no significa que la queramos dirigir, por el contrario, significa, entre otras cosas, combatir a quienes intentan conducirla porque sabemos que de ser así sería el fin de la revuelta.

La situación de lxs compañerxs en prisión antes de la revuelta se encontraba agitada por posibles traslados e imposición de leyes que obstaculizaban aún más su salida a la calle. Es real que durante la revuelta las prisiones no fueron escenarios de levantamientos, pero también es real que sacar a nuestros presxs siempre ha sido una prioridad en todas las revueltas, esta no tiene que ser la excepción, por la sencilla razón que son quienes nos faltan en la calle.

Los aprendizajes y las interrogantes son múltiples y se suceden en cada jornada de enfrentamiento, en cada descanso al calor de las barricadas o caminatas a lo largo de la ciudad. Las discusiones y especulaciones sobre los posibles escenarios pareciera que no paran y se reproducen en cada conversación entre lxs compañerxs durante algún fortuito encuentro o en medio de alguna actividad en los distintos territorios. Son estas apresuradas lecciones las que nos interesa colectivizar a compañerxs de todos los territorios y contextos, lecciones que se transforman en nudos de discusión sobre las posibilidades del conflicto aun en curso.
Desde las tendencias informales de la anarquía hemos venido levantando desde hace años la necesidad de la libre asociación y los grupos de afinidad, los hemos llevado a la práctica en distintas dimensiones del conflicto, por parecernos ésta la forma de organizarnos más coherente y cómoda con nuestros planteamientos permitiéndonos potenciar nuestras individualidades en el colectivo, sin estructuras que nos limiten o fuercen, uniéndonos en la sincera voluntad.

Durante el desarrollo de la revuelta, múltiples son las iniciativas territoriales de propagar tanto el conflicto como la autonomía, desde barrios, poblaciones, villas o comunas donde han tomado cuerpo dichos empujes. La dimensión territorial adquiere una importante fuerza tanto para enfrentar al Estado y su control como también para levantar iniciativas de sobrevivencia antagonistas al viejo mundo. Entonces, nos queda la pregunta ¿Cómo conjugar la afinidad con las perspectivas territoriales donde la unión radica principalmente en la ubicación geográfica? ¿En qué punto se intersectan y en cuales se distancian? ¿Podemos desentendernos de las iniciativas territoriales o entregar todas nuestras fuerzas únicamente en estos espacios? Estas son algunas preguntas que no se encuentran encapsuladas en discusiones teóricas, sino que se transforman en dudas sumamente prácticas del día a día durante la revuelta.

En ese sentido, preguntas como éstas o las posibilidades de autogestión y autonomía cuando el Estado se resquebraja, nos llevan a los debates de fondo sobre las proyecciones anárquicas. Es en la revuelta que nos hemos dado cuenta que aquellos debates que muchas veces rehuíamos, ya que nos parecían cargados de promesas de revoluciones futuras, son en realidad vigentes cuando los vemos en la óptica del conflicto permanente. El pulso de la revuelta y el conflicto lo dice, lo pide.

Entre quienes buscamos la efectiva destrucción del poder y no solo una dinámica de protesta rutinaria, surge la necesidad de experimentar las posibilidades reales de vivir antagónicamente al Estado, destruyendo al Estado. Cuándo todos los supermercados del sector están saqueados; Cuando gran parte del transporte se encuentra saboteado; Cuando los servicios del Estado-Capital simplemente no funcionan; Cuando la estructura de la ciudad está destruida y su funcionamiento es a penas intermitente ¿Cómo satisfacemos nuestras necesidades?¿Con quiénes?¿Entre quienes? ¿De qué forma?

Es en este punto que volvemos a la esencia de la lucha anárquica con la praxis destructiva/creadora. Entendemos que la destrucción y creación simplemente ocurren al unísono, no pueden ser comprendidas como dos etapas distintas, sino que se desarrollan como un ejercicio simultáneo. A más profundidad, el/la joven que decide destruir una sucursal financiera no solo está rompiendo un par de vidrios o reduciendo a cenizas aquel local, sino que también de forma paralela, además de destruir el símbolo, construye una forma distinta de entender la violencia, la normalidad, la urbanización, la vida y la forma de enfrentar la opresión. Somos clarxs, no se trata de vidrios más o vidrios menos, sino de relaciones sociales y estructuras de dominación, pero en ese sentido la revuelta genera disposiciones, voluntades, creatividades, imaginación y una vitalidad desconocida en el mundo del poder. Lo hemos sentido y vivido en carne propia, en conversaciones, en diálogos y en vínculos.

Desde el acto individual hasta el desarrollo de una revuelta generalizada, la destrucción de estructuras materiales y el resquebrajamiento de las relaciones de autoridad, traen en sí misma la creación, casi instintiva, la negación del presente y las posibilidades de nuevas formas de entender el mundo. Es en este terreno que necesitamos fortalecer las posibilidades que de ahí emanen llevándolas a la praxis, a la materialización para sobrevivir y atacar.

Siempre hemos realizado una crítica destructiva a las burbujas de libertad, y ésta no será la excepción. Aun así entendemos que en los escenarios de revuelta generalizada, de fractura y trizadura del Estado, es el propio enfrentamiento el que nos devuelve la pregunta sobre ¿Cómo resolver nuestra vida en el cotidiano de forma antagónica al poder? Sabemos que la respuesta no se encuentra en una vida alternativa y en coexistencia, sino que en la gestación de experiencias combativas y en abierta oposición al mundo del poder. Discusiones sobre apostar por el control territorial de pequeñas comunidades multiplicables y en enfrentamiento con el poder, son parte de algunas conversaciones al calor de la revuelta. Aprendemos de experiencias pasadas, pero necesitamos actualizarlas.

Siempre hemos apostado a que nuestros medios se encuentren directamente acorde a nuestros fines, pues entonces, desde las proyecciones anárquicas informales y negadoras, nos permitimos soñar despiertos mirando el presente ¿Cuáles son nuestros fines? Apostamos por la asociación entre pequeñas comunidades, que se apoyen y aporten entre sí, sin estructuras estables por sobre los individuos manteniendo la tensión permanente y el cuestionamiento permanente sin nunca creer en una realización ni final ni finalizada. Nuestras prácticas en el presente tienen que saber ir direccionadas en aquel sentido.

La revuelta nos abre continuamente nuevas discusiones, no son diálogos cerrados, ya que estamos viviendo el proceso de forma vigente y viva. Nos volvemos a preguntar cuáles son los límites de la revuelta y cómo transformarla en el colapso total del Estado y el régimen de autoridad, cómo echar por tierra lo establecido. La revuelta nos refleja nuestros propios límites, no aquellos que hablan de la falta de una organización específica, estructura, planteamientos y formas de funcionar, sino los que se refieren a nuestras capacidades de derribar el viejo el mundo, como también a la expansión y defensa de expresiones antiautoritarias.

¿Qué más podemos hacer? ¿Qué más podemos dar? La calle no ha dejado de arder y el conflicto adquiere un ritmo propio donde se cualifica y masifica. Lejos de querer o añorar partidos armados para devolver los golpes, descansando en esas estructuras, creemos que las revueltas tienen fuerzas y ritmos propios, y quizás las revueltas en pleno siglo XXI, tengan dinámicas que estamos recién explorando y conociendo. Punto aparte se merecen aquellos que tristemente ven la mano estatal detrás de los inicios y el desarrollo de la revuelta tildando la realidad que vivimos como un “simulacro de insurrección”, posturas cargadas de derrotismo y una visión higiénica y estructurada del desarrollo de una revuelta. Análisis que simplemente quedarán recordados como anecdóticos y perdidos entre el fuego de la revuelta, la destrucción a símbolos del poder en uno de los procesos políticos e históricos más importantes de los últimos años bajo el dominio del Estado Chileno y a nivel mundial en cuanto a la experiencia anárquica.

Hoy las calles siguen ardiendo, cientos de ojos continúan siendo cegados por los sicarios de uniforme, la sangre sigue tiñendo las murallas de las comisarías y cientos de prisionerxs enfrentan por primera vez la cárcel. El olor a bencina, gas lacrimógeno, el ruido de los estallidos, el color del fuego entre los laser se sabe mezclar con restos de estatuas y monumentos regados por el suelo. Cada día, en cada lugar es una nueva jornada de revuelta aun cuando el agotamiento muestra sus efectos y los combates son más episódicos. Hoy el poder no consigue imponer el orden ni la normalidad absoluta, mientras que lxs insurrectxs tampoco hemos conseguido dar vuelta completamente el tablero. Los escenarios siguen abiertos y desarrollándose en este mismo momento, mientras escribimos estas palabras van surgiendo nuevas iniciativas de insubordinación e insurrecta desobediencia.

Seguimos con todo y apostando por el todo
Porque la revuelta está viva: ¡Viva la revuelta reproducible y contagiosa!

-Kalinov Most/Región chilena.
Enero 2020

(1) Chalecos amarillos que nada tienen que ver con los franceses. Como se señala, grupos de ciudadanos organizados han decidido proteger las infraestructuras del capital y del Estado en sus barrios, y como distintivo han utilizado dicho atuendo.

México: Somos malas y seremos peores. Llamado urgente a la acción anárquica.

SOMOS MALAS Y SEREMOS PEORES: ¡SOMOS SU PEOR PESADILLA!

Llamado Urgente a la Acción Anárquica

El próximo lunes 25 se conmemora el Dia Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y no nos quedaremos en casa. Volveremos a salir con toda nuestra rabia antisistémica y esperamos volver a contagiar de furia a los sectores adormecidos del llamado “movimiento feminista”.

No permitiremos que mientras nos violan y nos matan el Estado mexicano convierta este día en un acto oficial y nos presuma su Cuarta Transformación como el fin del Patriarcado. Tampoco toleraremos la presencia policial ni permitiremos que lxs reporterxs y periodistas nos tomen fotos o videos de nuestras caras: la prensa apunta y el sistema dispara! Menos soportaremos la presencia de políticas y dialogueras en la marcha sean del partido que sean.

En su circo mañanero el pejeganso ha decretado “el fin del machismo en México” y ha ordenado a su subordinada Sheimbaum que declare la Alerta por Violencia de Género en lña Ciudad.

Si el peje emplumado piensa que nombrando ministras en la SCJN y haciendo declaraciones nos agarra de pendejas se equivoca. Como hemos expresado antes: somos conscientes de la presencia en palacio nacional de un fascista misógino y sexista, pro-vida, ultraconservador y evangélico al que se ha aliado la izquierda en su constante oportunismo para “tomar el poder” a toda costa.

A NOSOTRAS NO NOS ENGAÑAN!

Aunque nos acuse de “conservadoras” sabemos quienes somos. SOMOS GUERRERAS ANÁRQUICAS EN LUCHA CONTRA EL PATRIARCADO.

Por eso no queremos diálogo, por eso no ponemos límites a la revuelta.

En el espíritu de guerra de nuestras hermanas chilenas volveremos a salir y seremos su peor pesadilla.

¡La plaza del metro Insurgentes será la Plaza de Las Insurgentes!
Si algún día no volvemos a casa: No prendan velas, prendan barricadas!
¡Ni Dios, ni Estado, ni Amo, ni Marido!
¡El Estado-Capital, con AMLO o sin AMLO, patriarcado es lo que teje!
¡Destruyamos todo lo que nos domina y condiciona!
¡Solidaridad anárquica con todas las compañeras y compañeros presos alrededor del mundo!
¡Contra la civilización patriarcal!
¡Por el control de nuestras vidas!
¡Por la destrucción del género!
¡Por la tensión anárquica insurreccional!
¡Por la Anarquía!
¡Fuego a todo lo existente!

Fenoménicas Brujas e Insurreccionalistas (F.B.I), antes Féminas Btujas e Insurreccionalistas.
Ciudad de México, jueves 21 de noviembre de 2019.

México: Acciones solidarias con las revueltas de Chile y Ecuador

ACCIONES DE SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON LOS PROLETARIOS EN GUERRA CONTRA EL ESTADO CHILENO, ECUATORIANO O CUALQUIER OTRO DESDE EL TERRITORIO BAJO CONTROL DEL ESTADO MEXICANO

El llamado es claro, al estallido de la huelga general, la acción y lucha directa, asambleas territoriales, ollas comunitarias, saqueos y sabotajes; acciones que si bien no exentas de sus limitaciones, imponen las necesidades humanas sobre las del capital y la dictadura del valor. El estallido social que resulta de medidas y reformas económicas e incrementos en el transporte o bienes básicos, que precarizan la vida en las distintas regiones del cono sur, así como consecuencia de la miseria generalizada; impulsan al proletario a constituirse como clase revolucionaria y decidirse a tomar las riendas de su vida en lucha directa y antagónica a las normas mercantiles del Estado-Capital o reventar de hambre.

Los proletarios más conscientes de nuestra condición de clase sabemos la importancia de compartir y asumir su lucha como nuestra, acompañarlos en esta guerra de clases superando toda barrera nacional, sabemos que como sujetos históricos nos desenvolvemos bajo la misma dominación con distintas facetas y fronteras, compartimos la impotencia y las lágrimas, así como los breves momentos de victoria que de cualquier modo nos dejan una lección de vida para las futuras generaciones. En ese sentido una cantidad no definida de proletarios salvajes decidimos mandar nuestro gesto de solidaridad fraterna cortando las vías de comunicación y circulación mercantil en distintos puntos de la Ciudad de México, en el marco de una convocatoria global en apoyo a la causa de inicio.

Se sabe que las mismas acciones ejecutadas de forma aislada no representan nada más allá de un acto inmediatista o caprichoso de tal o cual grupo, que de ninguna manera suponen un “paso previo” para “construir la insurrección”, por el contrario, se reconoce en este acto la necesidad de comprender y cuestionarse la paz social en la que se ha hundido el proletariado de la región en México una vez que la socialdemocracia tomó control del Estado, aun así podemos afirmar que más temprano que tarde volverá a vislumbrarse la flama que incite a la acción una vez que se desmonte el mito del progresismo, es decir, que el endurecimiento de las condiciones de supervivencia y el agotamiento de alternativas devuelva a nuestra clase la capacidad de romper con todo tipo de programas que pretendan encuadrar la rabia.

Finalmente compartimos el llamado de los proletarios en guerra en aquellas regiones de convulsión social a no bajar la guardia, a imponer la dictadura de las necesidades humanas contra la dictadura democrática del capital, a combatir el ciudadanismo y el pacifismo anteponiendo la consciencia de clase y la violencia proletaria.

La paz social es momentánea y la insurrección puede estallar de forma inesperada para lo cual debemos estar más preparados que nunca. Estamos en guerra, sí, contra el Estado-Capital, su policía y milicia, sus partidos e iglesias, sus leyes y reformas. Estamos en guerra, una guerra de clases.

¡La guerra por el Comunismo y la Anarquía!

-Proletarios Salvajes contra el Estado Mexicano, 24 / Octubre / 2019.

México: Nos portamos mal pero muy mal. Más llamados a la acción anárquica.

¡Nos portamos mal, muy mal y podemos portarnos peor!

El Estado mexicano en su lógica dominadora, continúa acusándonos de “provocadores” e imponiendo el pacifismo ciudadano del “pueblo bueno”. Y ahora trata de ir más lejos…

Desde el púlpito mañanero AMLO intenta invisivilizarnos, exterminarnos, desaparecernos, es por eso que tergiversa el sentido de la lucha anárquica, de nuestra historia y hasta el mismísimo significado de la palabra ANARQUÍA. Por eso nos denomina “conservadores” mientras imparte “lecciones” a sus mascotas felices, con el consentimiento de las focas aplaudidoras que fingen ser periodistas cada mañana en palacio nacional.

Para AMLO, al igual que para todos los presidentes anteriores (y para todos lxs jefes de Estado en la historia), el/la mejor anarquista es el que está muertx o el oportunista que renuncia a las ideas y le lame las botas, como es el caso del estalinista converso Paco Ignacio Taibo.

Esa es la razón por la que AMLO miente y nos señala como “conservadores”. Todxs sus enemigxs, somos “conservadores”, incluixs lxs anarquistas.

Como señalaban las compañeras de Féminas Brujas e Insurreccionalistas, en su comunicado del 17 de agosto de 2019 por la insurrección de las mujeres anárquicas del viernes 16 de agosto contra lxs puercxs policías de la Ciudad de México: “reconocemos lo que el resto calla, la presencia en palacio nacional de un fascista misógino y sexista, pro-vida, ultraconservador y evangélico al que se ha aliado la izquierda en su constante oportunismo para tomar el poder a toda costa”. Sin embargo, desde palacio se acusa de “conservador” a todx adversario, cambiando el sentido de las palabras y ocultando el verdadero conservadurismo que rige desde las alturas del poder.

De igual forma todas las mañanas se trata de cambiar la historia. Así se usurpa la figura de Ricardo Flores Magón y se presenta como el “ideólogo” de la Cuarta Transformación, mientras en paralelo se asume el “legado” de Benito Juárez y Francisco I. Madero.

Sino conociéramos el truco del viejo priismo ahora reciclado en MORENA, pensaríamos que se trata de ignorancia o que AMLO sufre esquizofrenia orgánica. Pero no, todo este revoltijo ideológico es intencional o, más bien, muy malintencionado.

Para quienes conocemos la historia del anarquismo en la región mexicana, nos queda claro que durante el largo período de gobierno de Juárez, fue cuando más anarquistas se asesinaron por fusilamiento en la historia de México. Y durante el gobierno de Francisco I. Madero la historia no fue diferente, deportando, encarcelando y asesinando anarquistas quienes siempre se negaron a reconocerlo como gobierno. El propio Ricardo Flores Magón planeó junto a compañerxs anarquistas la ejecución de Madero.

También tergiversa el significado de la Anarquía. Una visita rápida a Wikipedia nos indica que:

El término anarquía deriva del griego «ἀναρχία» («anarkhia»), y está formado por el prefijo a –privativo an– (en griego αν, o sea «sin» o «privado de») yuxtapuesto a la palabra arkhê (en griego ἀρχή, o sea «poder», o «mando»). La etimología del término designa pues, de una manera general, lo que está desprovisto de principio rector y de autoridad. Esto redunda o implica «ausencia de normas», «ausencia de jefatura», «ausencia de autoridad», y «ausencia de gobierno», y sirve para designar aquellas situaciones donde se da (o se busca) la ausencia de Estado o poder público. Por eso nuestro grito de guerra es Ni Dios Ni Estado Ni Patrón, quedando explicita nuestra enérgica oposición a todo gobierno, a toda autoridad y a todo poder, dándole sentido a la guerra anárquica.

La Anarquía no es ni puede ser de “izquierda” ni de “derecha” simple y sencillamente porque tanto la llamada izquierda como la derecha aspiran a ser poder y a conservar el Estado y nosotrxs luchamos por destruirlo. Así que es imposible excomulgarnos de la “izquierda” porque nunca hemos compartido sus aspiraciones y mucho menos sus fines.

Que ahora desde las alturas del poder se nos acuse de “provocadores” y “conservadores”, nos invita a reflexionar sobre los términos. Y sí podría llamársenos “provocadores” porque buscamos provocar el caos y la anarquía, porque provocamos espacios de liberación total, porque provocamos la destrucción total de todo lo que nos oprime.

Igualmente puede llamársenos “conservadores” porque luchamos por conservar a toda costa nuestra autonomía, nuestra individualidad y nuestra libertad, frente a todo gobierno, ante toda autoridad (terrenal o divina), ante todo poder. Pueden llamarnos “conservadores” porque luchamos por conservar el Planeta frente a la devastación desarrollista del Estado-capital, porque luchamos por conservar invariable nuestra esencia ácrata impidiendo el control de nuestros cuerpos y nuestras vidas.

No es la primera vez (ni será la última) que confrontamos al sistema de dominación en la región mexicana, ya sea en la confrontación abierta callejera o en el silencio y la oscuridad de la noche.

Las nuevas generaciones de anárquicxs hemos sostenido una guerra ininterrumpida desde la década del noventa contra el sistema de dominación y no haremos la excepción con el absolutismo populista de la “Cuarta Transformación”: nuestra guerra sigue siendo contra el Estado-capital, contra toda dominación.

El actuar consecuente de los grupos de afinidad anárquica en la tarde de ayer durante la pantomima política de la “Conmemoración de los hechos de Ayotzinapa” no es un acontecimiento aislado ni responde a intereses ocultos ni a manos “conservadoras” que mueven los hilos a sus antojos y nos manipulan como marionetas, tampoco responde a las estrategias de la presidencia contra los sectores empresariales que no se suman a sus intereses desarrollistas: no somos lxs nuevxs halcones del Estado como pregonan los medios. Este actuar se inscribe íntegramente en nuestro accionar anárquico.

No tenemos ni buscamos alianzas con partidos políticos, tampoco somos mercenarios al servicio de nadie.

El ataque la tarde de ayer, contra los símbolos del poder, a los edificios de gobierno, a lxs cerdxs policías y a la propiedad privada, fue uno más en la larga lista de atentados contra la dominación en el itinerario de la guerra anárquica. Hemos roto miles de cristales , atentado contra decenas de patrullas, ejecutado cientos de artefactos explosivos, quemado cientos de cajeros automáticos, supermercados, tiendas y plazas comerciales, incinerando la mercancía.

En ese sentido el atentado incendiario de la librería de Gandhi (que tanto ha alarmado a “lxs civilizadxs” -es decir, a lxs domesticadxs), no es nada personal ni se inspira en el anti-intelectualismo fascista ni en la visión oscurantista contra “las lecturas pecaminosas”. No se atentó contra una biblioteca: se atentó contra la mercancía y en este sentido era intrascendente si el almacén en cuestión vendía libros, ropa interior, pantallas de plasma, computadoras o colchones. No nos cabe duda que las ideas también son mercancía en los escaparates del consumo. Para muestra: las tazas de café con la “A” circulada a la venta en las sucursales de la cadena de tiendas Gandhi.

Hoy, más que nunca:
Ni Dios ni Estado ni Patrón!
Por la liberación total!
Destruyamos todo lo que nos domina!
Por la tensión anárquica insurreccional!
Por la Anarquía!
Fuego a todo lo existente!

Algunxs Anarquistas Informales en Conflicto Permanente
México, 27 de septiembre de 2019.

México: Llamamiento a la acción este 8 de Marzo por Féminas Brujas e Insurreccionalistas

Publicamos con retardo este comunicado que aunque fue elaborado específicamente para la jornada del 8 de marzo el llamamiento y las reflexiones sigue vigentes. ¡Ni patriarcas ni matriarcas: Anarquía para la vida!


Llamado a la acción anárquica este 8 de marzo!!!

A todas nuestras afines en México y el mundo, a todas las brujas en lucha en el universo:

El próximo 8 de marzo se conmemora como cada año el Día Internacional de la Mujer. Para muchas, este día es un día de fiesta y homenajes. Para otras, es una jornada de lucha y reivindicaciones políticas y sociales, por lo que llaman a la huelga general feminista por el derecho básico a la no discriminación, contra la violencia de género que ejercen sobre nosotras en la casa, en la calle, contra los FEMINICIDIOS que suman y se multiplican en el México de la Cuarta, contra los convenios abusivos y la falta de garantías para obtener el mismo salario por un desempeño de igual valor, contra la falta de reconocimiento de las enfermedades propias del trabajo en sectores feminizados, contra el acoso y el abuso sexual en escuelas y centros laborales, contra los recortes presupuestales en detrimento de la madre trabajadora, contra la eliminación de los albergues y refugios para las mujeres víctimas de violencia, etc.

A este último llamado también se suman las compañeras anarcofeministas en general, consecuentes y reflexivas de que nada ha cambiado: no hay nada nuevo con su Cuarta Transformación, son los mismos perros misóginos con diferentes collares. Y también se suman aquellas compas que han asumido “el informalismo insurreccional desde una perspectiva anarca-feminista”, y han constituido sus colectivas de afinidad, pese a haber “sufrido el desprecio y los persistentes ataques de quienes reclamándose cómplices de la Anarquía, les caga la madre aceptar una teoría y una práctica diferente a su manual del (la) buen(a) anarquista”.

Parece ser que todo se reducirá a una gran manifestación política con sus mantas y performances, solo que esta vez habrá más banderas negras y púrpuras que de costumbre. Y tal vez logren su huelga general feminista por ocho pinches horas, limitando la guerra anárquica contra el patriarcado a una fugaz batalla sin mayor trascendencia, olvidando sus propias palabras: “solo hay una forma de confrontar al poder y a la autoridad, y esa es la insurrección anárquica, por eso concebimos la organización anáquica de manera informal mediante las colectivas de afinidad y la conflictividad permanente contra la civilización patriarcal en conjunto” [1].

Compañeras: si queremos hacer la diferencia tenemos que actuar diferente.

Nosotras no somos feministas. Somos ANARQUISTAS. Por eso luchamos contra el patriarcado, no por el feminismo. El feminismo es una ideología más al servicio del poder. El anarcofeminismo es una desviación setentaiochera, una de las mil desviaciones de la gran proliferación de corrientes en el movimiento. Una más, como el anarco-cristianismo, el anarco-sindicalismo, el anarco-pacifismo, el anarco-leninismo, el anarco-islamismo, o cualquier otra de las muchas que acusan algunxs compañerxs, solo que por ser políticamente correctos nunca incluyen este teme y prefieren dejárnoslos a nosotras de tarea.

Compañeras: El discurso del poder también se filtra entre nosotras creando nuevas divisiones que impiden la proyectualidad de la guerra anárquica.

Como nos recuerdan en su comunicado “luchar contra el sexismo y la misogínia es luchar contra el género, y luchar por destruir el género, es luchar por destruir la civilización patriarcal (…) Nuestra lucha es la misma”. Con más razón: no le pongamos límites a la revuelta. Que no se queden nuestros deseos de destrucción apresados en el atrapasueños. Dejemos que toda la rabia anárquica de “brujas”, “putas”, “feminazis”, “traileras”, “buchonas” y “chanclas”, hierva en nuestras venas y estallé en las calles. Este 8 de marzo (y todos los días) seamos su peor pesadilla.

¡Ni Dios, ni Estado, ni Amo, ni Marido!
¡Contra la civilización patriarcal!
¡Por el control de nuestras cuerpas y nuestras vidas!
¡Por la destrucción del género!
¡Por la tensión anárquica insurreccional!
¡Por la Anarquía!
¡El Estado-Capital, con AMLO o sin AMLO, patriarcado es lo que teje!

F.B.I. (Féminas Brujas e Insurreccionalistas)
Ciudad de México, Jueves 21 de febrero de 2019.

[1] Aquelarre Anarcafeminista Insurreccionalista e Informalista, “Continuamos propagando la epidemia de rabia anarcafeminista e insurreccionalista: Respuesta pública a un diagnóstico equivocado que circula en Internet.
A lxs anarquistas de México y el mundo, a todas las brujas en lucha en el universo.