Escrito realizado por Nihil.
El Loco Ron – ¿eco-anarquista primigenio?
A la memoria de todxs los eco-activistas y compañerxs del planeta, caídos.
¡VENGANZA!
Bastante se ha escrito sobre el asesinato de Ramón Corona por Primitivo Ron, pero aún bajo el amarillismo de la prensa de la época, sea liberal o conservadora, ambas reprodujeron la nota bajo una misma línea moral.
Ese amarillismo adjetivó a Primitivo como un “anarquista desequilibrado”, que pertenecía a una “secta nihilista”, incluso como un “esbirro de Porfirio Diaz”. Todos los calificativos erróneos pero con la finalidad de potenciar un imaginario bastante alejado de la persona de Ron.
Poco después, el señalamiento de “loco” fue el que mayor peso tuvo, a partir de una serie de documentos, algunos aportados por la prensa y otros encontrados por la policía.
Estos documentos y cartas, se publicaron en diferentes periódicos del momento,i mi intención, a través de esta info, es complementar, no solo los datos biográficos, sino comprender el contexto en el que se suscitaron los acontecimientos con el objetivo de recuperar la historia desde la perspectiva anarquistaii y reconocer a este personaje que se atrevió -a través de sus propias reflexiones- a ejercer un acto de insurrección, orillado por las injusticias del Sistema que ocultaba la opresión y la miseria bajo un proyecto democrático y progresista. No es casualidad que en situación similar nos encontremos en la actualidad.
Este hecho ocurre en el periodo del Porfiriato mismo que, bajo la influencia positivista, consideraba a los locos como entes con deficiencias morales y físicas, degenerados, no aptos para su modelo de sociedad donde las clases bajas en general, eran relacionadas como desadaptados y por lo tanto, potencialmente criminales.
Primitivo Ron y Salcedo, nació en Sayula en 1867, en el año 1884 cursó un seminario conciliar en Zapotlán, trabajo como dependiente de comercio, empleado de ferrocarril, aprendiz de tipógrafo, como profesor de primaria (escuelas en las que se enseñaba la religión católica) en diferentes regiones de Jalisco hasta una escuela protestante en Amecameca en 1887 de donde fue expulsado debido a su librepensamiento, entonces viajo a la ciudad de México en este mismo año y se unió a la recién creada Liga Anti-Clericaliii. No encontrando fácilmente trabajo en la ciudad, se enroló de mala gana como gendarme un 6 de agosto del mismo año, adscrito a la primera demarcación y dado de baja poco tiempo después por insubordinación, el hecho fue que, un par de gendarmes de su grupo, se burlaron de Ron por no querer emborracharse ni andar con mujeres públicas(sic), por tal motivo lo tildaron de marica.iv En 1888 funge de nuevo como profesor en una escuela en Tepic.v
Es a principios de noviembre de 1889 que Ron acude directamente a Corona para solicitar empleo, para colmo, el General lo recomienda a la gendarmería del estado. Ron, frustrado, solo dura 8 días en el puesto. El 8 de noviembre lo busca de nuevo por la mañana, pero no lo recibe y dos días después vuelve a intentar encontrarse con el General quién tampoco lo recibe. Pacientemente Ron espera al gobernador y siendo alrededor de las 4 de la tarde, lo intercepta y le asesta cuatro puñaladas.
Supuestamente, después del atentado, Ron corre y a corta distancia se suicida; versión que prevalece hasta el día de hoy. Pero hay una versión diferente que menciona José Guadalupe Zuno Hernández en su libro Boceto biográfico del Sr. General Ramón Corona, testimonio dado a este por Gerardo Murillo. Sí, nos referimos a ese pintor fascista, más conocido como Dr. Atl, quien entonces era joven y presumía conocer a Ron, además de ser aprendiz del artista Jontán, quien tenía su casa-estudio en la calle del Carmen, donde fue el atentado. El entonces aprendiz, al oír tanto barullo se asomó al balcón presenciando lo sucedido:
“…De pronto, unos individuos con aspecto de policías de la reserva se echaron sobre Ron, lo arrastraron media calle y allí lo apuñalaron” con el mismo puñal que uso contra Corona (…) después hubo un revoltijo, llegaron otras gentes raras y empezaron a propalar la especie de que el magnicida se había suicidado”. “Después (seguía contando) como supieron en los corrillos oficiales que yo había sido testigo presencial del suceso, me recomendaron, sobre todo, aquellos que eran porfiristas y enemigos del general Corona, que no siguiera propalando lo que sabía porque me costaría caro (…) Y como luego empezaron a molestar a mi padre, que era dueño de una farmacia frente a San Juan de Dios, preferí marcharme a México para evitar complicaciones.”
Esta versión tiene más sentido, aunque se acusa a Dr. Atl de mitómano, pero aun así cabe la duda de cómo podría una persona auto-apuñalarse varias veces? En la fotografía de Carlos Barriere, se ven tres punzadas profundas y varias más leves. También la autopsia revela esta inconsistencia:
“Dos costillas fracturadas por la fuerza con que se infirió las heridas; una de estas en el pulmón, una penetrante en el corazón, hacia el lado del ventrículo izquierdo, y vascalarizadas(sic) las meníngeas.”vi
Previo a este atentadovii, Ron intentaría atacar al Arzobispo de Guadalajara, Pedro Loza y Pardavé, pero para suerte de éste, no lo localizó.
Los magonistas repitieron el discurso de la prensa de 1889, que era un “esbirro de Díaz”, en su #20 de Revolución del 2 de noviembre de 1907, pero años después, una compañera aunque repitiendo lo del suicidio, tiene otra interpretación. En el #7 del periódico anarquista AVANTE del 1 de junio de 1928, la anarquista y también maestra, Esther Mendoza, en memoria de Ron escribe:
“…Así debemos recordar a un gran anarquista hasta ahora casi desconocido, pero que, no pudiendo mejorar la condición de los parias y viviendo en una época en que la dictadura porfiriana era temible, donde no se tenía derecho a pensar y menos a accionar y no satisfecho de la vida, sin atractivos para él (porque ésta para los grandes soñadores, tiene los suyos en la felicidad de todos y no de unos cuantos), y comprendiendo que le sería imposible hacer algo en bien de todos, decidió cortar el hilo a una existencia fastidiosa (…) después de haber dado muerte… al gran tiranazo General Ramón Corona, a quien le fue erigida una estatua como un homenaje de los estúpidos”.
Al final agrega:
“Si Rom(sic) hubiera encontrado compañeros activos y luchadores que lo orientaran, algo más habría hecho en bien de la causa. Recordemos su memoria, que esto sirva de ejemplo a los idealistas, que pusilánimes, sueñan en la felicidad futura, pero temerosos de caer en las garras de los tiranos ahogan en su garganta el grito de ¡Viva la Anarquía!”.
La redacción del periódico, añade a la nota de la compañera:
“…Actualmente todavía conserva la chusma idólatra y estúpida de Guadalajara el brazo y la daga que dieron fin a las injusticias del tirano…”
Hasta mediados de los 90 del siglo pasado, se exhibió el chaleco, el puñal y el brazo derecho embalsamado de Primitivo Ron, en dicho Museo Regional de Guadalajara y posteriormente, en octubre de 2014 se montó una exposición de nuevo, con estos elementos, exhibidos durante un año.
La interpretación de la compañera Esther, le da otro matiz al contexto opresor del porfiriato y a la persona de Ron, quien no era anarquista y mucho menos un esbirro de Díazviii, porque como bien indica la maestra en el mismo texto:
“Primitivo ejercía el magisterio y por circunstancias pecuniarias solicitó empleo de más emolumento para llenar en algo sus necesidades; pero después de no haberle concedido lo justo, no titubearon en clasificarlo entre los que sufrían enajenación mental.”
Ron, desde la adolescencia se alejó del catolicismo, siendo después protestante, racionalista, panteísta y materialista al final, eso se deja entrever en sus escritos, reconociendo como religión a la madre naturaleza, estos cambios manifiestos en sus cartas, causó que terminaran llamándole “loco”, de todas formas, es evidente que una sobre-ideologización (por decirlo de alguna manera) orilló a Ron a confundirse entre el positivismo y el naturismo que profesaba.
Un ejemplo de la supuesta locura de Ron, es el comentario de José López Portillo y Rojas:
“Cada vacilación, cada duda, cada transformación de sus ideas fuéronle debilitando gradualmente el cerebro; que hay naturalezas apasionadas, que ponen fuego y calor vitales hasta en las disquisiciones metafísicas y se consumen con el trabajo intelectual, como el aceite de la lámpara con su propia llama”ix
La denominada “neurastenia moderna” fue una de las muchas enfermedades que se incrementaron masivamente durante los siglo XX y XXI, por las nuevas situaciones de hyper-velocidad impuestas por la tecno-industria, pero la neurasteniax (así sin el adjetivo de “moderna”) del siglo XIX, se originaba según los científicos de la época, por un agotamiento debido al progreso de la “civilización”, enfermedad que se presume padeció Ron:
“Desde principios de 1889 se fueron generalizando en ciertos centros científicos, experiencias de hipnotismo y sugestión, operándose sobre individuos neurasténicos, más sensibles a la influencia magnética que los demás, obteniéndose resultados verdaderamente curiosos, Guadalajara, gran centro de cultura, de ciencia y estudio, no podía escapar a la epidemia psíquica, llamémosla así; y varios médicos del hospital civil, entre los que se encontraba Rubén Ornelas, Perfecto Bustamante y otros, pusieron en práctica lo que sobre la materia se había escrito logrando obtener fenómenos de sugestión, verdaderamente sorprendentes. Entre los que iban allí a presenciar las experiencias y a servir de “sujeto” en varias ocasiones, se encontraba un joven de 22 años, alto, robusto, blanco, bien parecido, de ideas estrafalarias; pero muy dado al estudio de manera que no era un ignorante…, era un neurasténico sobreagudo, se llamaba Primitivo Ron y Salcedo”xi
En la actualidad, este padecimiento se diagnostica como neurosis y sus causasxii, son temas que se desarrollan y estudian actualmente. Hoy, estamos bajo los efectos ocasionados por la hiper-conetividad: redes sociales, el fenómeno de los influencers, la era de los smartphones, el bigdata, la exposición diaria a la radiación electromagnéticaxiii, la sobrecarga laboralxiv, es decir, todo lo relacionado con el avance tecno-industrial.xv A mediados del siglo XIX, el ajetreo de la vida moderna y la nueva tecnología tenían otros significados pero ya, desde entonces, se les atribuía efectos negativos en las personas, antes denominado como el desarrollo de la civilización, que comprendía, la introducción de medios de transporte más rápidos, la electricidad, etc., así como la importancia extrema a la competitividad, la producción masiva y la escalada económica, afectaban a las personas de tal forma que estas veían trastornada su calidad de vida. Freud decía que la plenitud de la civilización sería la neurosis, misma que nos enferma.
En el presente postmoderno, incluso la opresión puede venir desde el mismo individuo. Una forma neurótica de autocontrol que impide el desarrollo de todas las capacidades a un máximo nivel.xvi
Hoy como ayer, somos el resultado del Sistema y sus proyectos modernizadores, dejándonos con dolores de cabeza, fatiga, depresión, insomnio, debilidad, etc., la adaptación a un nuevo tipo de sometimiento y grandes desplazamientos. No solo de esto quiso escapar Ron, sino incluso se atrevió a atacar a uno de sus representantes, es decir, no solo nos deja sufrimiento, sino también un creciente odio que nos da fuerza para dejar de victimizarnos y atacar.
Ramón Corona, participó en las guerras de intervención, perseguidor y asesino de las tribus Yaquis y del polémico Manuel Lozada “el tigre de Álica”. Fue ministro plenipotenciario de México en España entre 1874 y 1884, período en el que tuvo una relación íntima con el rey Alfonso XII, quien por cierto y para mala suerte de los compañerxs Juan Oliva en 1878 y Francisco Otero en 1879, libró ambas veces la muerte ante los atentados de estos. También conoció a Cánovas del Castillo quien fuera ajusticiado en Santa Agueda en 1897 por el compañero Michele Angiolillo.
Líneas finales
El término de “loco” estaba dirigido siempre a las clases sociales bajas en la época porfiriana, el nacimiento de la psicología y criminología en México vino de la mano del positivismo y a través de este, buscaban dar explicaciones y soluciones a los males, sin considerar que el mismo Sistema Porfirista, como el actual son el verdadero mal.
La realidad nos impone una forma de vida originada por el Sistema de Dominación, que nos oprime continuamente y sin descanso, y nos reprime cuando llevamos a cabo acciones para escapar de esa opresión. Durante un tiempo nos sentimos acorralados por la miseria y obligados a aceptar un destino injusto, pero desde el anarquismo buscamos romper ese acorralamiento a través de acciones insurreccionales como lo hizo en su momento Primitivo Ron, pero esta vez bajo prácticas que nos impulsan a descubrir nuevas metodologías no solo de resistencia, sino de ataque contundente ante la inminente guerra social, a propósito de los, aproximadamente, 300 proyectos ecocidas en marcha, muchos de los cuáles ha promovido directamente el gobierno pejista que sigue el modelo de la depredación del medio ambiente, y en lo que va de su gobierno, su cacería selectiva se ha cobrado la vida de más de 100 eco-activistas.
Este episodio que nos antecede y que en similitud sigue sucediendo en la actualidad, significa que la guerra social continua, evidenciando que han existido y existen, personas que, tras agotarse en los medios civil-legalistas se convirtieron en insurrectos sociales.
¡Guerra a muerte contra el Sistema de Dominación y todos sus defensores!
Nihil
Desde algún rincón de lo que se llama México.
Mayo-2019
Otras fuentes además de las mencionadas.
Hemerografía de la época
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El Municipio Libre.
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El Monitor Republicano.
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La Patria.
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La Voz de México.
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El Xinan tecatl.
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El Diario del Hogar.
Bibliografía
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Ligeros apuntes biográficos de los jefes políticos de los partidos de los estados de la república mexicana. Lázaro Pavia. Méx. ;1891.
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Ramón Corona, autopsia psicológica de su asesino, R. López Almaraz, Gob del Estado de Jalisco, Secretaria de Cultura, 1999.
Artículos
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La inconformidad subversiva: entre el pronunciamiento y el bandidaje. Un acercamiento a los movimientos rebeldes durante el tuxtepecanismo, 1876-1888, Fausta Gantus en Revista de Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México #35, enero-junio 2008.
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La verosimilitud en la crónica policial, El asesinato de un gobernador. Sarah Corona en Revista Comunicación y Sociedad #31 sep-dic de 1997. Universidad de Guadalajara.
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De la histeria a la neurastenia (Quental y Pessoa), Jerónimo Pizarro Jaramillo, en Literatura: teoría, historia, crítica #6, 2004, Harvard University.
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Ansiedad, angustia y neurosis. Antecedentes conceptuales e históricos, Mercedes Sarudiansky en, Psicología Iberoamericana, vol. 21, no. 2, julio-diciembre, 2013.
Notas
i* Carlos H. Barriere, ejerció en el año de 1889, la profesión de “fotógrafo carcelario” en la Penitenciaría de Escobedo en la ciudad de Guadalajara, donde se comenzó con el registro de reos y reas en 1867.
Las fotografías, que sobre todo a medida que fue avanzando el Porfiriato, trataron de ser una representación precisa y objetiva de los reos y reas, se anexaban a los libros de registro, en las correspondientes fichas, que incluían, además del nombre del condenado o condenada, datos generales y procesales. En pos de la ansiada objetividad y asepsia, el modo de tomarlas fue cambiando con el tiempo y, así, ya a finales del Porfiriato cada ficha incluye dos imágenes de la misma persona, una de frente y otra de perfil. Son en total 19 los libros del Registro que recogen aproximadamente 15,000 fichas, muchas de las cuales —en algunos de los libros todas— están parcial, carecen de fotografía, o totalmente vacías, al faltar también el texto manuscrito. (“En manos del fotógrafo: la construcción de las representaciones de la mujer y de la fachada personal femenina en la fotografía decimonónica mexicana”, Beatriz Bastarrica Mora. En revista Relaciones. Estud. hist. soc. vol.35 no.140, Zamora sep./nov. 2014).
La fotografía circuló en el periódico El Mercurio de Occidente de Manuel Caballero, quien fue el que lo señaló como “anarquista desequilibrado”, Caballero fue el que originó un recurso de venta que le dio mucho éxito y que vendría a ser el origen de la llamada nota roja en México. Esta idea consistió en que, al ver Caballero a las multitudes interesadas en la nota, entre uno de estos, contrató a un jovencito y con un bote de pintura roja, por la tarde, a cada ejemplar salido de la máquina, el jovencito le impregnaba en el centro, la palma de su mano con la tinta roja, dando el efecto de que dicha huella pertenecía a la mano homicida. (“El cronista del diablo: Manuel Caballero, padre del reportaje moderno en México” de Felipe Gahez Canbno. Anuario de investigación 1999 Vol. I UAM-X, pp. 143-160)
La mala calidad de la impresión de los documentos en algunos periódicos y sobre todo por el paso del tiempo, representa un arduo trabajo descifrar el contenido para posteriormente hacer la transcripción, espero tener en algún momento, el tiempo suficiente para ponerme en ello. y que bien valdría hoy día, una edición impresa o digital de estos, para que lxs interesadxs en el tema puedan reinterpretar su contenido y emitir valoraciones con una mayor reflexión.
ii Lo que quiero decir, es que sin forzar el hecho como lo hizo Gustavo Rodríguez en su plática “Ilegalismo anarquista: ¡valga la redundancia! (que circula por la red), realizada en julio del 2011 en la Okupa Casa Naranja, al afirmar que Ignacio Fernández Galindo y Julio Lopez eran anarquistas, cuando por los documentos existentes se sabe que ambos se autonombraban socialistas, error que repite Rubén Trejo en el caso de Julio López, en su artículo “El anarquismo y los bienes comunes, publicado en la revista Obra Negra #0 del invierno del 2014. Pero es significativo que la circunstancia en la que se encontraron ambos personajes, los orilló a radicalizarse y ejercer acciones insurreccionales, esto es lo que debemos tener en cuenta, para ese rastreo que propuso el compañero Gustavo, de las acciones insurreccionales en México, es decir, explicarlas a partir de un contexto dado, pues hubo otra serie de rebeliones tildadas de “anarquistas”, como por ejemplo la llamada rebelión de Tuxtepec de Porfirio Díaz contra Lerdo en 1876, que lo único que buscaba era posicionarse en el poder, como se demostró posteriormente.
iii El Diario del Hogar del domingo 10 de enero de 1892, habla de la muerte de Sebas Iturbide, quien 5 años atrás fundó esta liga y publicó un periódico llamado El anticlerical, mismos que dejaron de existir tras la muerte de su fundador.
iv Información recopilada de diversos periódicos de la época.
v Esto se menciona en una de las cartas de Ron al Poeta jalisciense, Antonio Zaragoza.
vi “Autopsia” en, El Tiempo, 16 de noviembre de 1889, pag. 2
vii Manuel Gutierrez Nájera, bajo el seudónimo de “el duque de Job”, intentó descifrar a Ron, en su artículo, la “Psicología de un asesino”, donde entre otras cosas dice: “…Era lo que podría llamarse un semi: semi-decente, semi-ilustrado, semi-soñador, semi-poeta. Era un trunco, un producto enfermizo de los desperdicios de una civilización refinada…”, en otra parte del artículo en referencia al padre de Ron dice: “¿Quién es el padre de este desgraciado? Un preceptor no un jayan, no un ignorante completo, no un fuerte, sino un débil, un enfermo, porque en México todos los dómines de pueblo son débiles y enfermos. Se nutren mal, trabajan algo con su inteligencia que casi nunca es vigorosa, viven miserablemente y encerrados en una sala sin ventilación, sin luz, poseen una imaginación algo más excitable que la de los que no saben leer y por esto se casan jóvenes y tienen muchos hijos”. El Universal 19 de noviembre de 1889, pag. 2
viii 8 años después, Díaz sería supuestamente atacado por Arnulfo Arroyo, en un momento donde la propaganda por el hecho había incrementado su presencia y sus acciones.
ix La Republica Literaria – 11 de noviembre de 1889
x El término es atribuido a George Miller Beard, un neurólogo estadounidense que alrededor de 1869 lo acuñaría para describir una condición que presentaba síntomas como: ansiedad, dolores de cabeza, fatiga y depresión.
xi Elías L. Torres, “Cuatro siniestras puñaladas mataron a Corona” en, El Informador del 19 de febrero de 1939.
xii Algunos estudiosos la denominan como síntoma de una enfermedad mucho mayor, donde por ejemplo también se considera de la misma forma, los problemas digestivos, ocasionados por el estrés, la ansiedad o la angustia, todos como síntomas de la neurosis, al que llaman el padecimiento del siglo XXI, afección que ataca el sistema nervioso.
xiv La OMS (Organización Mundial de la Salud) estima en 1 billón de dólares las pérdidas en producción causadas por la Depresión y los trastornos Ansiosos a nivel internacional. Esto significa que todo lo miden para beneficio de los poderosos. La sobrecarga laboral va desarrollando un deterioro progresivo de la salud mental de lxs trabajadorxs y si a esto le añadimos la infinidad de enfermedades ocasionadas por lo que comemos de la industria de alimento chatarra o por la contaminación en los procesos agrícolas y la hiper-conectividad, que somos?, sino producto del sistema, quien desea que seamos, personas inconscientes e incapaces tanto física como mentalmente para rebelarnos.
xv Se habla de que estamos en la sexta Gran Extinción, provocada por el capitalismo a través de la avanzada tecno-industrial y la única por el ser humano, Elias Canetti, novelista y filósofo, afirma en una publicación que la supervivencia del planeta se ha hecho tan incierta que cualquier esfuerzo, cualquier idea que dé por hecho un futuro seguro equivale a una apuesta de locos. En realidad la supervivencia del planeta no está en peligro, lo que está en riesgo es la vida de nuestra especie humana al eliminar la vida de otras especies. Es el ecocidio que viene. Nuestra especie, competente pero frágil, vivirá primero la extinción de las otras. Las llamadas Extinciones naturales son de los periodos conocidos como: Ordovícico-Silúrico, Devónico-Carbonífero, Pérmico-Triásico, Triásico-Jurásico y Cretácico-Terciario.
xvi “Anarquismo como resistencia al poder”, Frater Ignatius en Astrolabio Digital, SLP, 12 diciembre, 2018.